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GIBRALTAR: LOS ESPAÑOLES PONEN EN EVIDENCIA LA DEBILIDAD DE LA ROYAL NAVY (segunda y última parte)
Pocos días después del incidente del 23 de junio en Gibraltar, el líder del Partido Nacional Escocés, Alexander Salmond, expresó en un discurso que es "absurdo" que ningún buque de guerra importante de la Royal Navy tenga su base en un puerto escocés. Obviamente hacía alusión a los buques de superficie. Salmond, que recordó que la extensión de las costas de Escocia es superior a las de India, agregó que la capacidad naval británica “se basa en el prestigio, no en el rendimiento”. Así es, en Escocia tampoco hay activos suficientes de la Royal Navy.
No son situaciones aisladas. Gran Bretaña prácticamente no tiene submarinos de ataque en condiciones operativas. En materia de unidades de superficie el panorama tampoco es del todo alentador para los ingleses. Así expertos navales británicos advierten sobre el riesgo cierto de que cuando las fragatas Type 26 sean construidas y puestas en servicio, ya sean obsoletas. El programa de las Type 26 lleva acumulada - según algunas fuentes - una demora de una década. Los destructores Type 45 todavía no demostraron que hayan superado su inmadurez tecnológica y problemas de propulsión. El portahelicópteros HMS Illustrious sería retirado del servicio el año próximo. Los portaaviones clase Queen Elizabeth siguen constituyendo un riesgo tecnológico y financiero, lo admiten los propios ingleses. Los Royal Marines ven resentido su entrenamiento por cuestiones financieras. Toda la Roya Navy dependerá crecientemente de sus reservistas.
Entre tanto, como en la fábula de La liebre y la tortuga, la Armada Argentina se adiestra y repara buques de guerra, submarinos y buques auxiliares. Los Buzos Tácticos de la ARA son la fuerza especial más importante de América Latina. Su Infantería de Marina es un cuerpo de élite y su adiestramiento sigue mejorando. También podría haber noticias alentadoras en lo referente al Comando de Aviación Naval (COAN). Son pequeñas buenas noticias. Nada de lo que se hace alcanzaría para enfrentar a la todavía poderosa Royal Navy en un conflicto armado que casi nadie desea. Pero todo mejora el poder disuasivo de la marina de guerra argentina. Tal vez algún día crezca hasta obligar a los ingleses a considerar la devolución a Argentina de esos enclaves coloniales tan caros a los sentimientos de los argentinos: las Islas Malvinas y demás archipiélagos del Atlántico Sur.
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