GRAN BRETAÑA QUIERE INSTALAR BASES MILITARES CERCA DE CHINA Y EN EL CARIBE

02.01.2019 10:49
 
Mientras arrecian las críticas contra Gran Bretaña por el apoyo casi ficticio a Ucrania al haber enviado al Mar Negro un buque hidrográfico tan débilmente artillado que es incapaz de defenderse eficazmente a sí mismo; mientras los rusos siguen concentrando fuerzas cerca de su frontera con los ucranianos; cuando expertos y analistas no descartan una escalada del conflicto en la región; cuando todavía no se apagaron las críticas hacia el Ministro de defensa británico, Gavin Williamson, por su insulso Programa de Modernización de la Defensa para el cual no se sabe de dónde saldrían los fondos, el encargado de la Defensa británica hizo públicas sus intenciones de establecer bases británicas en el Lejano Oriente y en el Caribe.
 
Las críticas contra Williamson estallaron con redoblada furia. El Reino Unido está atravesando un traumático tramo final en el proceso de salida de la Unión Europea. La incertidumbre crece y los informes y pronósticos (incluso los oficiales) presentan un panorama bastante desfavorable para los británicos tras el Brexit. En ese contexto el ministro afirmó al Sunday Telegraph: "Este es nuestro momento más grande como nación desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando podemos reformularnos de una manera diferente, en realidad podemos desempeñar el papel en el escenario mundial que el mundo espera que desempeñemos".
 
Al parecer Williamson desconoce el estado de las naves de escolta de la Royal Navy, ignora el reducido número de submarinos y de aviones F-35B con los que cuentan sus fuerzas armadas y sobre todo ignora el rojo financiero que asuela a toda la Defensa del reino. El ministro no sabe que los chinos desarrollaron una fuerza militar temible y que no mirarán alegremente la instalación de bases militar cerca de su territorio, no sabe que Brasil está construyendo una fuerza de submarinos poderosa y que no verá con buenos ojos a los buques de la Royal Navy estacionados o navegando en su zona de influencia. En nuestro último artículo afirmábamos que Gavin Williamson es un hombre joven y ambicioso. Quien ambiciona y proyecta mucho más allá de lo que puede realizar, delira. 
 
Habría que preguntarse si el ministro cree en sus propias palabras o si simplemente está pronunciando un discurso político. Williamson fue acusado en dos oportunidades de complotar contra Theresa May. Las pruebas al respecto - si es que merecen ese nombre - son muy endebles, no se sostienen, no permiten acusarlo. La ambición sí está probada y puede perderlo no sólo a él. Puede dañar al gobierno para el que trabaja, a toda su nación.