GRAN BRETAÑA SIGUE TOMANDO RIESGOS Y CONSTRUIRÁ EL SÉPTIMO SUBMARINO CLASE ASTUTE

18.05.2018 11:35
 
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña otorgará un contrato de £ 1,5bn (casi 2.021 millones de dólares) a BAE Systems para construir la séptima unidad de los submarinos clase Astute y hará una inversión adicional de £ 960m para continuar con los trabajos sobre la flota de cuatro submarinos Dreadnought de armamento nuclear. Se había llegado a pensar que el séptimo submarino Clase Astute sería cancelado por razones presupuestarias pero los británicos decidieron seguir adelante en una maniobra que volvió a encender las luces rojas por los riesgos financieros en que está inmersa la Defensa británica.
 
Según la propia National Audit Office (Oficina Nacional de Auditoría) británica el plan de equipamiento para la Defensa de 10 años de Gran Bretaña es inasequible, con una brecha de financiamiento entre £ 4,9 mil millones y £ 20,8 mil millones, aunque ahora ya se habla de hasta £ 29,52 mil millones (unos 39.770 millones de dólares). Si bien somos de los que creen que un rojo discreto en un presupuesto de Defensa es un hecho aceptable, los británicos están jugando con fuego y lo hacen con una temeridad irresponsable. No faltan quienes hablan de un potencial impacto sobre otros sectores de la economía del Reino Unido ni los que advierten que el plan podría terminar con sus objetivos sin alcanzar, con proyectos no terminados y literalmente con plata tirada.
 
Por lo pronto se hacen más fuertes las voces que hablan de una reducción de la capacidad de proyección anfibia de la Royal Navy. Nadie promete que no habrá reducciones en el número de Royal Marines y los buques de asalto anfibio. De hecho se habla de reformas en el segundo portaaviones Clase Queen Elizabeth con el fin de adaptarlo a "operaciones anfibias". Cabe aclarar que sólo se podrá aumentar las comodidades para el eventual transporte de soldados pero que la capacidad anfibia de la nave como tal se reduce a operaciones helitransportadas. Por otra parte las reformas significarán nuevos gastos; todo se vuelve un inexplicable círculo vicioso.
 
En el contexto descripto es difícil entender que los británicos quieran construir una nueva generación de SSBN. En lugar de hacerse fuertes buscando el apoyo de Europa y del la OTAN los británicos parecen querer aislarse cada vez más. Su punto de apoyo más fuerte son los Estados Unidos de Norteamérica que parecen ver en el Reino Unido más a un peón en el tablero de ajedrez mundial que a un socio estratégico. Como ya lo dijimos en diferentes ocasiones, la política de equipamiento para la defensa del Reino Unido responde más a las necesidades de su industria que las de su Defensa. Podemos entender el juego pero nadie puede negar los riesgos que eso conlleva. El resultado final es impredecible.