GRAN BRETAÑA Y UN AUMENTO DE PRESUPUESTO QUE DEBILITARÁ AÚN MÁS A SU SECTOR DE DEFENSA
30.10.2018 11:02
El Ministro de Hacienda británico, Philip Hammond, acaba de anunciar que el Ministerio de Defensa británico (MoD) recibirá una partida adicional de 1.000 millones de libras, es decir unos 1.275 millones de dólares. A primera vista la noticia es buena para la Defensa británica, en la práctica es todo lo contrario. Hammond remarcó la necesidad de mejorar las capacidades cibernéticas del Reino Unido, de incrementar su capacidad antisubmarina y de proseguir a paso firme con el programa de submarinos SSBN Dreadnought.
Hace apenas algunos días se conoció un informe que da cuenta de la detección de numerosas fallas graves en distintos sistemas informáticos del sector militar británico. Los fallos - que se cuentan por docenas - van desde la falta de un encriptamiento seguro de información que se transmitió por Internet hasta vulnerabilidades de hackeo "in situ", teléfonos celulares y una laptop llevados al extranjero, una laptop con información sensible llevada a reparar, periféricos conectados a computadoras sin previa verificación de la ausencia de malware, etc. En algunos casos la información puesta en riesgo era altamente sensible. Si bien no se dice si la información expuesta efectivamente se filtró o si los fallos fueron detectados antes de ser aprovechados por agencias de espionaje extranjeras, es de público conocimiento que hackers extranjeros atacan activamente los sistemas británicos con el último episodio detectado hace apenas días. En esas circunstancias es difícil pensar que todas las vulnerabilidades pasaran desaprovechadas por la inteligencia extranjera.
En cuanto a la determinación de seguir adelante con el programa Dreadnought podemos afirmar que la inyección de una fracción de los 1.000 millones de libras será contraproducente para las finanzas del MoD. Hace apenas unas semanas su continuidad estaba siendo cuestionada. La inyección de fondos manifiesta la determinación de seguir adelante. El monto total que los contribuyentes británicos deberán pagar por el diseño de los nuevos SSBN, será como mínimo de 3.000 millones de libras, y el costo total de diseñar, construir y operar las naves a lo largo de toda su vida útil ascendería a 100 mil millones de libras o más.
El rojo fiscal de la Defensa británica ya es sideral y crece. Avanzar con los nuevos submarinos portadores de misiles balísticos implicará reducir las capacidades convencionales. Ya se redujo el número de destructores y fragatas construidos y a construir, ya se vendió un portahelicópteros a Brasil, sigue la probable venta de más fragatas Type 23, hay muchos buques británicos que en lo que va del año aún no navegaron. En este contexto el aumento anunciado por Hammond genera muchísimos más problemas que soluciones. La Marina Real británica sigue navegando sin rumbo y sus dolores de cabeza recién empiezan.