GRAVE DESEQUILIBRIO DE LA ROYAL NAVY E IMPRESIONANTE SEGUIDILLA DE EJERCICIOS DE LAS FUERZAS ARMADAS ARGENTINAS
17.11.2014 15:22
Quienes pronosticaron la paralización de las Fuerzas Armadas Argentinas durante la segunda mitad de este año se equivocaron y mucho. En los últimos dos meses hubo una verdadera seguidilla de ejercicios de importancia, tanto a nivel individual de cada fuerza como a nivel conjunto. Mencionemos sólo algunos de los más importantes. Entre el 20 y el 26 de octubre, se llevó a cabo un ejercicio de unidades pertenecientes a la VIta Brigada de Montaña del cual participaron integrantes de los regimientos de Infantería de Montaña 21 y 26, del Regimiento de Caballería de Exploración 4 y de los grupos de Artillería 16 y de Artillería de Montaña 6. También participaron una sección disminuida del Regimiento de Infantería de Montaña 10, la Compañía de Cazadores de Montaña 6, el Batallón de Ingenieros de Montaña 6 y las compañías de Comunicaciones de Montaña 6 y de Inteligencia de Montaña 6 y dos aeronaves de la Sección de Aviación de Ejército de Montaña 6.
Coincidentemente con la última parte del ejercicio conjunto Unidef, pero sin formar parte del mismo, en el Campo de Instrucción Militar “General Félix Adalid”, cercano a la localidad de Piedra Buena, tuvo lugar el ejercicio Hielos Continentales III, del que tomó parte la XI Brigada con asiento en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, la misma provincia donde se desarrolló la parte final del Unidef, provincia cuyo extremo meridional se encuentra a la misma latitud que las Islas Malvinas. Unos 1.400 efectivos, cerca de 400 vehículos terrestres de todo tipo y dos helicópteros participaron de este adisestramiento inusualmente importante.
Por otra parte, entre el 26 de octubre y el 5 de noviembre, unidades de las brigadas Mecanizada X y Aerotransportada IV realizaron un ejercicio combinado de gran envergadura. Las actividades de adiestramiento se llevaron a cabo en varias localidades de la provincia de La Pampa y en el norte de Río Negro, zona de responsabilidad de la Xma Brigada Mecanizada. Para este ejercicio se desplegaron 1.800 efectivos y fueron movilizados unos 300 vehículos livianos, pesados, mecanizados y blindados de las dos brigadas que integran la Fuerza de Despliegue Rápido, tal como lo señalan fuentes oficiales del Ejército Argentino. También participaron la jefatura de la Agrupación de Comunicaciones 601, los batallones de Operaciones Electrónicas 601, de Comunicaciones 601 y de Inteligencia 181, la Compañía de Comunicaciones Satelitales 601 y, como apoyo, la Compañía de Transporte. Efectivos del Batallón de Artillería de Infantería de Marina 1 y un equipo de control aéreo adelantado, junto con una sección de aviones A-4AR, colaboraron para concretar e integrar la acción conjunta en los menores niveles simulando un apoyo de fuego aéreo cercano.
Finalmente, más de 300 efectivos formaron parte de la tercera edición del ejercicio operacional Castor,que muestra el adiestramiento conjunto de las Fuerzas Armadas, más precisamente de sus Fuerzas Especiales. El mismo tuvo lugar en la Isla Grande de Tierra del Fuego, que forma parte de la misma provincia a la que pertenecen los Archipiélagos del Atlántico Sur y el Sector Antártico Argentino. Según fuentes de la Armada Argentina, "el objetivo del ejercicio fue mostrar el adiestramiento conjunto conociendo las diferentes capacidades y el estado actual de los medios de los que cada Fuerza dispone para una operación real" (el subrayado es nuestro). Las unidades participantes fueron: por el Ejército: las Compañías de Comandos 601 y 602, la de Fuerzas Especiales, la de Apoyo de Fuerzas Especiales, la Sección 4 de Inteligencia de Córdoba y Aviación del Ejército (con el aporte de helicópteros). Por parte de la Armada participaron las Agrupaciones Buzos Tácticos, de Comandos Anfibios y Lanchas Rápidas. En tanto que por la Fuerza Aérea Argentina (FAA) lo hizo el Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea y aviones C-130 Hércules.
Agreguemos a eso ejercicios de lanzamientos de bombas que realizaron aviones Pampa de la FAA, otra exitosa prueba de mar del submarino ARA "San Juan", el adiestramiento de paracaidistas junto a sus pares de Brasil y toda una serie de ejercicios "menores". Es cierto que queda mucho por hacer: la situación del Comando de Aviación Naval (COAN) de la Armada Argentina (ARA) sigue siendo crítica así como es pobre la situación de la Fuerza Aérea Argentina. Pero algo se hizo y no es precisamente insignificante.
Entre tanto la situación de la Royal Navy es cada vez más delicada. Mucho se escribió estas semanas sobre la construcción o no de las fragatas Type (tipo) 26 para la Royal Navy. Se habló incluso de construirlas fuera de Gran Bretaña o de adquirir naves de desarrollo y construcción extranjeros. Es cierto que fue completado el primer portaaviones clase Queen Elizabeth, pero eso no ayuda a resolver los problemas existentes, por el contrario, los agrava. Entre tanto se continúa con la construcción de la segunda unidad de la clase y todo indica que los británicos quieren ponerla en servicio. Eso será sumar otro problema. Con las fragatas del tipo 23 modernizadas (en diferente medida de acuerdo a cada unidad) pero con más de dos décadas (casi tres en algunso casos) de uso intensivo en su haber y con tres de ellas vendidas a la marina de Chile, es difícil imaginar una escolta realmente eficaz y eficiente para los gigantescos portaaviones que entrarán en servicio en los próximos años.
Portaaviones... ¿portaaviones? No hay muchos aviones que portar y los pocos F-35B que habrá, estarán lejos de la capacidad operativa que se había prometido para ellos. Los rusos y los chinos ya desarrollaron tecnologías para detectar a estos aviones furtivos, y los aviones todavía tienen serias dificultades para volar. Su ausencia en el festival de Farnborough de este año fue una clara prueba de ello.
Entre tanto la situación geoestratégica mundial se recalienta demasiado para los británicos. Con una Rusia cada vez más envalentonada (tanto en Ucrania como en el Ártico), con una nueva complicación en el Oriente Medio, con el gobierno argentino cada vez más duro en sus críticas a la presencia británica en los Archipiélagos del Atlántico Sur y con España cada vez más hostil en Gibraltar, la situación de las fuerzas armadas británicas es delicada. En medio de ese clima, el Ministerio de Defensa británico tendrá que decidir si sigue adelante con la proyectada construcción de las Type 26 o si adquiere buques extranjeros. En el último caso tendría un serio conflicto interno ya que los escoceses se sentirían traicionados, ya que la casi totalidad de los astilleros británicos con capacidad de construcción de buques militares se encuentra en Escocia.
Los británicos harán bien en abandonar su actitud beligerante, devolver los Archipiélagos del Atlántico Sur a su legítimo dueño, Argentina, y asumir que su imperio dejó de existir hace tiempo. Eso es cierto a tal punto que la Royal Navy tiene muchos más almirantes que buques de guerra, mucho más yates que buques de guerra (34 yates para 19 buques de escolta) y que los ingleses son incapaces de construir buques en su propio suelo. ¿Podrán en esas condiciones retener su colonia en el tempestuoso extremo meridional del Atlántico Sur?