HORAS CRUCIALES: UCRANIA QUEDA LIBRADA A SU SUERTE

31.01.2023 08:35
 
Los rusos aceleran dramáticamente su brutal avance. En el frente oriental, el asentamiento Sacco y Vanzetti, cerca de Soledar, está completamente controlado por ellos. En Ugledar la situación de las fuerzas de Kiev es precaria; en Marinka también. En el sudeste, en Zaporzhye, los ucranianos abandonaron la primera línea de defensa. Sistemas de artillería de lanzamientos múltiples y obuses rusos barren al enemigo en todo el frente este y sudeste de Ucrania. Desde que Olaf Scholz destrabó el envío de tanques lo hacen con redoblado ímpetu. Zelensky pide más armas a gritos. Obtendrá algo, no queda mucho por enviar.
 
Los portugueses enviarán cuatro de sus doce tanques operativos; los alemanes 14; los estadounidenses mandarán 30 máquinas de quemar combustible pero nadie sabe cuándo, tal vez hacia fin de año estén en algún país cercano a Ucrania; Polonia tal vez, si es que sigue figurando en el mapa. Los polacos parecen haber enloquecido. Si bien Biden se niega a mandar aeronaves de combate F-16 a Ucrania, Varsovia asegura que enviaría algunas si otro países de la OTAN se suman. La verdad es que los polacos no tienen muchos F-16 para mandar. Avia.pro asegura que serían unos tres, uno menos que el número de tanques que evalúan enviar los portugueses. Los polacos, que antes del estallido de la guerra eran los parias de Europa, ahora lamen los pies de sus amos de Bruselas. Terminada la guerra tal vez les agradezcan con nuevas sanciones económicas.
 
Maqueta de un B-2 a escala real, exhibida en el National Museum of the United States Air Force - Foto: Greg Hume creativecommons.org/licenses/by/2.5/deed.en (La imagen original ha sido redimensionada)
 
Por estas horas la OTAN debe decidir si abandona a Ucrania a sus suerte o si sigue involucrándose en el conflicto en forma cada vez más directa. Ayer informábamos que ante la escasez de munición y la falta de mejores opciones, los estadounidenses buscaban desesperadamente transferir a Ucrania los proyectiles de artillería que tienen acumulados en depósitos situados en Israel. Después no habrá más. Los rusos disparan 60.000 proyectiles de artillería por día, los ucranianos 6.000. Hace tres días el almirante neerlandés Rob Bauer, presidente del Comité Militar de la OTAN, se prestó para una entrevista con la radiodifusora portuguesa RTP. Habló como si le hubieran inyectado una dosis generosa de alguna droga hipnótica. Aseguró que la Alianza está lista para una confrontación directa con Rusia. ¿Tendrá pensado atacar con los cuatro tanques portugueses o con los 3 F-16 polacos? ¿Lo hará con los F-16 que los EEUU no están dispuestos a cederle a Zelensky o con los F-35 que oportunamente tanto los EEUU como Israel dejaron en tierra por inconvenientes técnicos y cuyas entregas fueron suspendidas hasta que se complete la investigación de un accidente ocurrido el 15 de diciembre del año pasado? ¿Lo hará con los bombarderos estratégicos B-2 que también fueron dejados en tierra por un accidente ocurrido el 10 de diciembre del año pasado? ¿Lo hará con los proyectiles de artillería de 155 mm que los EEUU ya sólo pueden sacar de sus depósitos del convulsionado Medio Oriente? Bueno, en realidad Bauer admitió que la OTAN está escasa de material y sugirió que los países de la Alianza deben adoptar una economía y una producción industrial de tiempos de guerra. Si Ucrania y la OTAN desean ganar la guerra deberán lograr que la fábrica que produce cucharones para doña Gertrudis se reconvierta rápidamente en una de producción de sofisticados misiles de crucero. Entre tanto los ucranianos afirman que recapturarán Crimea. ¿Con qué? ¿Con las promesas occidentales?
 
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