LA BATALLA DEL ATLÁNTICO - DUODÉCIMA PARTE: ALGUNOS ASPECTOS ESTRATÉGICOS DE LA BATALLA DEL ATLÁNTICO (continuación - Final de la publicación especial)
Como argentinos, los autores de esta serie de artículos sobre la Batalla del Atlántico, queremos hacer alguna acotación adicional. Argentina tiene un conflicto abierto con Gran Bretaña por los archipiélagos del Atlántico Sur, siendo el principal de éstos el de Malvinas.
Más allá de poder establecer un puente aéreo desde Gran Bretaña a Malvinas, con escala en la isla de Ascensión, en el caso de un hipotético conflicto armado por el archipiélago malvinense y otros, los ingleses probablemente debería recurrir nuevamente a su de momento debilitada flota de guerra y a la Royal Fleet Auxiliary.
En ese caso la Armada Argentina (ARA) debería poder controlar las aguas jurisdiccionales argentinas (y algunos espacios marítimos más allá de las mismas), en especial aquellas en torno a Malvinas. Por poderosa que fuere la ARA, esa sería una tarea titánica, casi imposible de llevar a cabo solo con una flota de superficie, por numerosa y fuerte que esta fuere.
Lo que sí sería factible es negarle al enemigo el uso de esas aguas mediante una combinación de submarinos y medios aéreos. Queremos resaltar entonces que, a pesar de que es necesario contar con una buena flota de superficie, el principal esfuerzo argentino debería estar puesto en lograr una aviación naval fuerte, con una buena cantidad de aeronaves de patrullaje marítimo y antisubmarinas. Más importante aún que eso, sería procurarse de una buena cantidad de submarinos.
A nuestro entender la flota submarina argentina debería contar con unos ocho submarinos, algo que está al alcance de las posibilidades argentinas, máxime con la posibilidad que existe de reparar y construir al menos algunos en el país. Con los trabajos de media vida sobre el ARA “San Juan”, que se están realizando en astilleros nacionales, se está acumulando experiencia y formando personal especializado. Eso es un paso importante pero insuficiente en el camino correcto.
El actual gobierno inició una importante embestida diplomática por la recuperación de las Islas Malvinas y demás archipiélagos del Atlántico Sur. Ya dijimos varias veces que eso sólo es insuficiente. Para que ese esfuerzo diplomático sea creíble tanto de puertas hacia afuera como de puertas hacia adentro, el mismo debe ir acompañado por un importante refuerzo de la capacidad militar argentina. Se dejaron pasar oportunidades muy importantes. Todavía se está a tiempo de corregir al menos algo de eso.
No se puede pedir un rearme a costa de las áreas de la salud, la educación y otros que por su naturaleza son prioritarios. Pero estamos persuadidos que con medidas de austeridad en otras áreas se puede lograr un ahorro importante para comenzar a poner de pie a nuestras Fuerzas Armadas. El Poder Ejecutivo nacional tiene la oportunidad de demostrar que sus esfuerzos diplomáticos son serios. Estamos a favor de una salida pacífica y negociada del conflicto, si es que ésta es posible. El rumbo que hay que tomar para lograrla es claro. Esperamos que no falte la necesaria voluntad política.