LA BATALLA DEL ATLÁNTICO - NOVENA PARTE: LOS ALIADOS LOGRAN CONTRAGOLPEAR (continuación)

29.01.2013 06:53

 

En septiembre de 1941 la zona de operaciones de los U-Boote se extendió, cuando los alemanes debieron acudir en ayuda de los italianos en el Mediterráneo. El mismo no fue un escenario propicio para el hundimiento de mercantes pero fue muy peligroso para los submarinos. La cercanía de las costas facilitaba el trabajo de la aviación enemiga. Aun así los sumergibles alemanes lograron algunos éxitos espectaculares. Lograron hundir al portaaviones HMS Ark Royal y al acorazado HMS Barnham.

 

Italia empeñó en la guerra en el Mediterráneo más de 100 submarinos. Muchos eran de diseño moderno y muy capaces. Una de las clases de submarinos italianos fue la Brin, constituida por cinco unidades. El desplazamiento de estas naves era de 1.016 toneladas en superficie y de 1.226 en inmersión. Llevaban un cañón de 120 mm, cuatro cañones antiaéreos de 13,2 mm (algunos historiadores no consignan este dato), 8 tubos lanzatorpedos de 53,3 cm (dos a proa y dos en popa) y una recarga de 6 torpedos, o sea 14 torpedos en total. Su autonomía era de 18.000 millas náuticas a 8 nudos. Pero no la lucha en el Mediterráneo el tema que nos ocupa.

 

En el año 1941, fueron hundidos por los U-Boote 432 mercantes aliados, sumando más de dos millones de toneladas. Los alemanes perdieron 34 o 35 U-Boote.

 

A pesar de las bajas que sufrió el servicio de U-Boote, la batalla del Atlántico estaba lejos de haber concluido. En invierno de 1941 se producían cada vez más submarinos.