LA BATALLA DEL ATLÁNTICO - QUINTA PARTE: LOS MEDIOS DE DETECCIÓN ANTISUBMARINOS
Los medios de detección antisubmarinos
Los hidrófonos
Como ya lo explicamos, un transductor es un dispositivo que transforma el efecto de una causa física, como la presión, la temperatura, la dilatación, la humedad, etc., en otro tipo de señal, normalmente eléctrica. Un hidrófono es un transductor de sonido a electricidad para ser usado en agua o en otro líquido, de forma análoga al uso de un micrófono en el aire. Un hidrófono también se puede emplear como emisor, pero no todos los hidrófonos tienen esta capacidad.
Los hidrófonos utilizados durante la Segunda Guerra Mundial eran elementos de escucha pasiva para detectar tanto el ruido de los motores como la cavitación de las hélices. Eran poco capaces contra un submarino que navegase en inmersión y utilizase solamente los motores eléctricos.
El ASDIC (parte I)
En 1918, Francia y Gran Bretaña habían construido prototipos de sistemas de detección activos. Los británicos probaron su primitivo sonar, conocido por entonces como ASDIC, en el HMS Antrim en 1920 y dos años más tarde comenzaron su producción.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, la Marina Real tenía diferentes modelos de ASDIC para diferentes clases de buques de superficie y otros para submarinos, contando así con un sistema de ataque antisubmarino completo. La eficacia de los primeros ASDIC quedó limitada por el uso de la carga de profundidad como arma antisubmarina. Esto requería que la nave atacante pasara encima de un contacto sumergido antes de arrojar las cargas desde la popa, lo que resultaba en una pérdida de contacto por parte del ASDIC en los momentos previos a los ataques. El cazador se encontraba lanzando cargas a ciegas, tiempo durante el cual el comandante del submarino atacado podía efectuar una acción evasiva.
Esta situación fue parcialmente subsanada mediante el uso de varios buques cooperando entre sí y por la adopción de las "ahead throwing weapons” (armas que lanzan hacia delante", como el Hedgehog y más tarde el Squid, que lanzaban cargas explosivas a un blanco por delante del atacante y por tanto aún en contacto ASDIC. Los desarrollos que tuvieron lugar durante la guerra dieron lugar a equipos ASDIC que utilizaban varias formas diferentes de haz, que cubrían permanentemente los puntos ciegos. Más tarde, se utilizaron torpedos acústicos.
La combinación del ASDIC con las cargas de profundidad tenía - según algunos historiadores militares - el inconveniente adicional de que la explosión de la carga de profundidad generaba una turbulencia tan grande que hacía inútil el ASDIC por varios minutos. Al parecer ese problema no se presentaba con el “erizo” (Hedgehog). Como dispositivo activo tenía la desventaja de anunciar su presencia al enemigo.