LA BATALLA DEL ATLÁNTICO - SÉPTIMA PARTE: LAS PLATAFORMAS DE LUCHA ANTISUBMARINA (continuación III)

23.01.2013 13:33

 

Los aviones (parte I)

 

Los mayores enemigos de los submarinos alemanes no fueron, sin embargo, los buques de escolta, ni mucho menos los Buques Q, sino la aviación. Esta tenía su base en tierra, en portaaviones e incluso en buques mercantes adaptados. Muchos de los aviones de patrulla marítima de la Segunda Guerra Mundial fueron reconversiones de bombarderos de largo alcance o aviones comerciales, siendo las principales conversiones el ya mencionado Focke-Wulf Fw 200 Condor alemán y el B-24 Liberator estadounidense. Los B-24 eran empleados para patrullar las áreas entre Islandia y Groenlandia en búsqueda de submarinos alemanes.

 

También fueron empleados aviones fabricados exclusivamente para el rol de patrulla marítima, como el Short Sunderland británico. Esta aeronave fue apodada “el puercoespín volador”, por la potencia de su armamento. Era, sin embargo, bastante vulnerable al fuego antiaéreo, aunque no faltan quienes afirman lo opuesto. Sea como fuere, lo cierto es que la lucha entre las dotaciones de los Short Sunderland por un lado y los servidores de las piezas antiaéreas de los submarinos alemanes y los pilotos de teutones por el otro, fue intensa y en algunas oportunidades estos aviones salieron muy bien parados de la refriega.

 

El arriba descripto Short S.25 Sunderland fue un hidroavión desarrollado para la RAF (Royal Air Force) por el fabricante británico Short Brothers. Voló por primera vez en octubre de 1937. Fue uno de los hidroaviones más potentes y más usados a lo largo de la IIGM. Junto al Consolidated PBY Catalina, que describiremos en este mismo capítulo, fue uno de los hidroaviones militares más conocidos y a la vez uno de los más apreciados. 

 

Al comienzo de la guerra los Sunderland se hallaban en estado de inferioridad en sus acciones contra los U-Boote, debido a la falta de bombas de profundidad adecuadas, debiendo contar con las pocas bombas antisubmarino eficaces de 45 y 105 Kg. Estos aviones podían transportar cuatro bombas de 227 Kg o bien ocho de 113 Kg.

 

La Royal Air Force utilizó este hidroavión en la Guerra de Corea y la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda lo tuvo en servicio hasta mediados de los años 60. La Marina Nacional de Francia los operó desde 1943 hasta fines de 1960, siendo el último usuario de estos aparatos en el hemisferio Norte.