LA BATALLA DEL ATLÁNTICO – TERCERA PARTE: LAS ARMAS DE LOS SUBMARINOS ALEMANES (continuación I)

08.01.2013 14:59

 

La artillería  

 

Con respecto al armamento de superficie, los submarinos del tipo VII estuvieron armados originalmente con un cañón de 8,8 cm SKC/35, sin mencionar las piezas antiaéreas. Éste era movido en forma totalmente manual y su precisión no era muy alta. Su alcance real era muy inferior al teórico. Los tipo IX contaban con una pieza de 10,5 cm SKC/32, amén de las piezas antiaéreas.

 

Dado que los cañones debían ser manejados sobre una plataforma en movimiento (con frecuencia barrida por las olas y con escasa visibilidad), sus dotaciones iban muy expuestas. Debido a eso y a que empeoraban la navegación en inmersión, a medida que la guerra fue avanzando, gran parte de estas piezas fueron eliminadas. Con el armamento antiaéreo sucedió todo lo contrario, se fue incrementando.

 

La velocidad de los aviones se había incrementado mucho desde su adopción como plataforma para la lucha antisubmarina de modo que el tiempo para hacer una rápida inmersión se había reducido. Con el tiempo los submarinos tendrían dos alarmas diferentes. Una servía como orden para una inmersión a toda prisa. La otra indicaba intentar repeler el ataque mediante el uso de las piezas antiaéreas. Tomar la decisión adecuada podía ser cuestión de vida o muerte para la tripulación del submarino, ya que una nave en proceso de inmersión quedaba con su popa en el aire, lo que la hacía extremadamente vulnerable a los ataques aéreos.