LA BATALLA DEL ATLÁNTICO - UNDÉCIMA PARTE: EL FINAL DE LA BATALLA DEL ATLÁNTICO

30.01.2013 06:15

 

Desde el año 1943, más de 1.000 aeronaves aliadas cubrían el Atlántico desde diferentes bases y en muchos casos con una autonomía inexistente al principio de la guerra. Las brechas que quedaban fueron cubiertas por portaaviones de escolta y por los Merchant Aircraft Carriers (británicos), que se obtuvieron instalando una improvisada cubierta de vuelo en 19 mercantes. Los mismos seguían sirviendo como buques de transporte y embarcaban media docena de aviones de distintos tipos.

 

La eficacia de la aviación antisubmarina aliada se fue acrecentando y junto a ella el número de U-Boote hundidos. Se crearon los grupos Hunter-Killer, es decir, cazador-matador, combinando aeronaves y buques, dedicados a atacar a los sumergibles alemanes. El Mando de Costas británico había logrado hacerse de algunos aviones que antes se le habían negado porque estaban destinados a la sistemática destrucción de ciudades alemanas, sus industrias, casas, mujeres y niños. Eso también fue parte de una realidad que Europa, felizmente y al menos en términos generales, logró dejar en el pasado.

 

En mayo de 1943 Alemania perdió 43 submarinos. El 24 de ese mes, Dönitz suspendió las operaciones ofensivas en el Atlántico Norte, dadas las elevadísimos pérdidas y la escasez de éxitos obtenidos en los últimos tiempos de la Batalla del Atlántico. Para entonces se había extendido el uso del radar centimétrico y los sonares ya podían indicar la profundidad a la que se hallaban los submarinos.

 

A principios de 1944 los U-Boote comenzaron una ofensiva limitada en aguas británicas, utilizando los sumergibles del tipo VII, con resultados muy magros. Esto se debió, al menos en parte, a que las emisiones de radio alemanas eran frecuentemente interceptadas y descifradas por los aliados, que a consecuencia de ello, podían adoptar contramedidas.

 

En marzo de 1944, Dönitz canceló definitivamente las operaciones ofensivas de sus “manadas de lobos”.

 

Para entonces los submarinos alemanes habían hecho estragos entre las naves mercantes y militares aliadas. Fueron hundidos unos 3.000 mercantes con un registro bruto de 14.000.000 de toneladas. También lo fueron 187 naves de guerra (entre ellos dos acorazados y 6 portaaviones) y una docena de cruceros auxiliares. De los 1.131 U-Boote construidos, 863 realizaron misiones de combate, de los cuales resultaron destruidos 754. Las tres cuartas partes de los aproximadamente 39.000 submarinistas que participaron en misiones, murieron en combate. 

 

Próxima entrega: "Algunas consideraciones sobre cuestiones estratégicas de la Batalla del Atlántico"