LA CAPACIDAD DE REACCIÓN DE LA MARINA REAL BRITÁNICA ES EXTREMADAMENTE BAJA

25.11.2019 16:11
 
El día 23 del pasado mes de octubre, el actual Ministro de Defensa británico, Ben Wallace, se presentó ante el Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y respondió un serie de preguntas. Queremos centrarnos en sus respuestas respecto a la disponibilidad de buques de la Marina Real británica. Las mismas deberían alarmar a más de un británico. De los grandes buques, que suman 23 si se incluye al portaaviones HMS Queen Elizabeth que aún no está plenamente operativo, apenas 10 estaban activos al momento de la presentación del ministro. De ellos apenas dos son destructores del Tipo 45. Sólo seis de las fragatas Tipo 23 están en la misma condición. Para la Marina Real eso es casi un estado de calamidad, más aún si se tiene en cuenta que el único portaaviones de la lista ya tiene un preocupante historial de problemas y apenas cuenta con un puñado de aviones F-35 embarcables. Los F-35 tiene sus propios problemas, muchos de ellos aún no han sido resueltos. De las tres variantes del F-35, la de despegue corto y aterrizaje vertical es sin dudas la más problemática y la de menos autonomía y capacidad de portar armas.
 
De los buques que está plenamente operativos buena parte participa activamente e intensivamente de ejercicios y despliegues por todo el mundo. Si bien los medios especializados británicos responsabilizan de la situación al bajo presupuesto de la Defensa del Reino Unido, a nuestro entender se trata más de una mala planificación o de una planificación pensada más en función del beneficio de la industria bélica británica que en función de la Defensa como tal.
 
Algunos buques más podrían estar disponibles en un plazo relativamente breve a intermedio pero ahí ya empieza a chocarse con una falta crónica de personal no resuelta ni resoluble a corto plazo. Hoy por hoy un buque de guerra requiere de personal especializado o al menos bien entrenado. Ese es un problema que la RN no logró resolver, es más, probablemente se agravó con el inicio de las pruebas de mar del segundo portaaviones de la Clase Queen Elizabeth, el HMS Prince of Wales. Una vez que esté plenamente operativo requerirá de 1.200 tripulantes, es decir unas 6,5 veces los de una fragata Tipo 23. Es decir los dos portaaviones requieren de tantos tripulantes como todas las fragatas Type 23 del Reino Unido. Si el problema era grave antes, ahora se volvió peor y no puede ser resuelto con facilidad. La capacidad de reacción de la Marina Real británica es extremadamente baja y no se acerca ni por asomo a la de una potencia militar. No es fácil vivir de glorias pasadas. 
 
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