LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - OCTAVA PARTE: INVASIÓN ALEMANA DE FRANCIA, BÉLGICA, HOLANDA Y LUXEMBURGO (continuación)

04.05.2013 14:10

 

EL PLAN AMARILLO - El plan alemán original para atacar Francia contemplaba atacar Bélgica para luego atacar hacia el sur, hacia París. Era una repetición del Plan Schileffen, mediante el cual los alemanes habían abierto el frente occidental al principio de la Gran Guerra. Esa era la maniobra que los aliados esperaban y adecuaron sus preparativos a la misma. Cuando los alemanes atacaran, los aliados avanzarían desde la frontera franco-belga al interior de Bélgica, para establecer una línea más corta y más defendible, aprovechando el curso de algunos ríos, entre ellos el Mosa.

 

El 10 de enero de 1940 un avión de enlace alemán se estrelló en Bélgica. En el mismo se encontró una copia (según algunos historiadores un boceto) del plan alemán inicial. Ese incidente convenció a los aliados de que su plan de avance al interior de Bélgica era el adecuado. Pero el mismo acontecimiento decidió a los alemanes a alterar sus planes. El 17 de Febrero de 1940 Von Manstein presentó a Hitler un plan más osado que el original. Von Manstein temía que al reproducir el Plan Schileffen las fuerzas germanas quedaran empantanadas en una guerra larga.

 

Según el nuevo plan, el grueso de los tanques alemanes avanzaría por las Ardenas, punto en el que terminaba la línea Maginot, que se extendía desde ese punto hacia el sur. Los franceses consideraban que la zona era prácticamente intransitable para los tanques. Desde allí los alemanes avanzarían hacia el noroeste, a espaldas de las fuerzas aliadas que avanzarían hacia el interior de Bélgica. Así esas fuerzas quedarían aisladas y atrapadas en un enorme bolsón en el noroeste de Bélgica y el noreste de Francia, rodeadas por las fuerzas germanas y el mar. Las tropas francesas acantonadas en el sur, en la Línea Maginot, no tenían movilidad y poco podrían hacer una vez que se descubriera la trampa. Allí quedarían atrapadas por su propia incapacidad de movilizarse. Tomar el resto de Francia sería - al menos para el concepto de esa época - poco menos que un paseo militar.

 

Se atacaría Bélgica desde el oeste para atraer a las fuerzas aliadas a la trampa y un Grupo de Ejércitos se detendría frente a la Línea Maginot para distraer a los franceses. De todos modos, como ya dijimos, las tropas ahí acantonadas no podrían hacer nada una vez que se descubriera la trampa. La operación recibió el nombre de Plan Amarillo. Funcionó a la perfección.