LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - VIGESIMOSEGUNDA PARTE: LA BATALLA DE MOSCÚ (fin del capítulo)

21.11.2019 14:04
 
En el primer mes de ataques a Moscú, antes del comienzo de la Operación Tifón propiamente dicha, la Luftwaffe perdió unos 200 pilotos de bombarderos. Las estaciones del subterráneo de la ciudad se convirtieron en refugios antiaéreos y globos aerostáticos dificultaron el accionar de los aviones alemanes. Ni así lograron reducir significativamente la producción de armas en las fábricas de la ciudad y sus alrededores que de hecho por momentos hasta se incrementó ya que la industria se concentró en la producción para la defensa. De todos modos los ataques lograban provocar algunos daños severos, hasta el Kremlin habría sufrido algunos daños menores. Luego, fábricas enteras serían desplazadas hacia el este por ferrocarril. Con el inicio formal de la operación Tifón 1.400 aeronaves alemanas serían dedicadas a las operaciones. Los soviéticos contaban con 670 aparatos. Stalin debió proclamar el estado de sitio.
 
La capacidad soviética total para producir material de guerra había caído un 60%. Los Estados Unidos de Norteamérica comenzaban a proveer material, pero en cantidades aún no significativas. Entre tanto los soviéticos sacrificaban efectivos para buscar la victoria a pesar de las deficiencias de equipamiento. La lucha fue terrible. Así y todo los alemanes se encontraron con una sorpresa: los nuevos tanques T-34 soviéticos, superiores a todos los tanques alemanes. El propio Heinz Guderian admitió que la superioridad blindada alemana había llegado a su fin. Las fuerzas soviéticas eran comandadas por Zhúkov, uno de los militares más hábiles y sanguinarios de la Unión Soviética.
 
El 7 de noviembre de 1941 - día bien frío y estando algunas fuerzas alemanas a apenas 40 kilómetro de Moscú - hubo en esa ciudad un desfile militar por el aniversario de la revolución (por una cuestión de cambio de calendario el aniversario pasó de octubre a noviembre) supervisado por el mismo Stalin. Algunos ven eso como un esfuerzo por elevar la moral de los moscovitas. La mayoría de los soldados, algunos totalmente sin entrenamiento y casi sin municiones, marchaba directamente al frente. 
 
La operación de doble envolvimiento o movimiento de pinza germano (desde el norte y el sur) comenzaba a fracasar. En el norte los alemanes llegaron a posicionarse a 25 kilómetros de la capital rusa; fueron expulsado de allí en menos de 24 horas. El 5 de diciembre, con los alemanes incapaces de hacer mucho más (la resistencia soviética no cedía y hacía muchísimo frío), comenzó el violento contraataque soviético. Así terminó la Operación Tifón. Es imposible entenderla si no se conoce el espíritu de sacrificio de loslindados pueblos eslavos, a quienes Hitler consideraba subhumanos. La capacidad de manipular que tenía Stalin también hizo lo suyo. Son consideraciones que un estratega profesional tendría en cuenta pero el líder nazi estaba enceguecido por su propia arrogancia. Decenas de miles de rusos morirían como una suerte de escudo humano de su capital. Además el equipo soviético funcionaba mejor en esas condiciones extremas. La fuerza aérea alemana redujo mucho su operatividad y la rusa operaba desde hangares calefaccionados y pistas de concreto por ser Moscú un centro con relativamente buena infraestructura. Así y todo cuando las tropas teutonas tuvieron que retroceder la Luftwaffe jugó un papel muy importante en evitar el colapso del frente. Durante la retirada los germanos debieron abandonar parte de su vital equipo pesado. En la primera semana de diciembre Hitler admitió que la victoria no podría ser alcanzada ese año.
 
Según los rusos, la Batalla de Moscú terminó con el mito de la invencibilidad del Ejército Alemán. De hecho por primera vez había sido detenido. Sea como fuere el mismo daría muestras de una gran capacidad de combate casi hasta el mismo final de la guerra. Era una fuerza formidable liderada por un líder soberbio y delirante y su grupo de secuaces.
 
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