LAS PUERTAS DEL INFIERNO - EL ANTICRISTO

06.10.2021 10:00
 
Corría el año 1947 cuando el célebre obispo estadounidense Fulton Sheen dio un discurso que con el tiempo se convirtió en su alocución radiofónica más importante. Habló de los signos de los tiempos y se refirió al anticristo diciendo:
 
"... Nuestro Señor nos dice que será tan parecido a Él, que engañará incluso a los elegidos ... ¿Cómo llegará en esta nueva era para ganar seguidores para su religión? Vendrá disfrazado de Gran Humanitario; hablará de paz, prosperidad y abundancia no como un medio para llevarnos a Dios, sino como fines en sí mismos. Escribirá libros sobre la nueva idea de Dios que se adapten a la forma de vida de la gente; inducirá la fe en la astrología para hacer responsables de los pecados no a la voluntad, sino a las estrellas; explicará psicológicamente la culpa como erotismo inhibido, hará que los hombres se avergüencen si sus semejantes dicen que no son de mente abierta y liberales; tendrá una mentalidad tan amplia que identificará la tolerancia con la indiferencia hacia el bien y el mal, la verdad y el error; esparcirá la mentira de que los hombres nunca serán mejores hasta que mejoren la sociedad y, por lo tanto, tengan egoísmo para alimentar la próxima revolución; fomentará la ciencia, pero sólo para que los fabricantes de armamentos utilicen una maravilla de la ciencia para destruir otra; fomentará más divorcios bajo el disfraz de que otra pareja es "vital"; aumentará el amor por el amor y disminuirá el amor por la persona; invocará la religión para destruir la religión..."
 
No sabemos quién es o quién será el antricristo pero algunas de las predicciones del monseñor Sheen se están cumpliendo. Se está invocando la religión para destruir la religión. El ex nuncio apostólico en los Estados Unidos de Norteamérica, el arzobispo Carlo Maria Viganò, publicó lo siguiente respecto al embate del Papa Francisco contra las órdenes religiosas contemplativas:
 
"Declaración en defensa de los conventos de religiosas de vida contemplativa
 
Con profundo dolor y fuerte indignación, sigo los acontecimientos relacionados con las visitas apostólicas que la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica está llevando a cabo en varios conventos de religiosas contemplativas en los Estados Unidos. 
 
La forma en que se llevan a cabo estas visitas apostólicas, en violación de las normas canónicas y los principios más elementales de la ley; las intimidaciones y amenazas que caracterizan los interrogatorios a los que son sometidas las monjas y la violencia psicológica ejercida sobre los miembros de estos conventos, contra los principios de caridad y justicia que deberían inspirar la acción de los funcionarios de un dicasterio papal, todo ello revela en todas sus perturbadoras pruebas el prejuicio de las intenciones persecutorias de los visitadores, que son cínicos ejecutores de las órdenes ya dadas por el prefecto Cdl. João Braz de Aviz y por el secretario Mons. José Rodríguez Carballo, siguiendo precisas instrucciones de Bergoglio..." 
 
La declaración es mucho más larga pero los hechos quedan claros. Volvamos por un momento a las palabras de Fulton Sheen. El obispo agregó: "La tentación de convertir las piedras en pan como un Mesías terrenal se convertirá en la tentación de vender la libertad por seguridad, como el pan se convirtió en un arma política, y solo los que piensan a su manera podrán comer". Tentación de vender la libertad por "seguridad". El Papa exige que todo el personal que trabaja en el Vaticano sea inyectado con vacunas experimentales; hasta los visitantes deben cumplir una serie de rigurosos requisitos contra el Covid-19. Hace apenas un par de días leíamos en los medios que tres miembros de la Guardias Suiza del Vaticano se rehusaron a vacunarse contra el Covid-19, en abierta oposición a las órdenes de la Santa Sede. Abandonaron voluntariamente el cuerpo militar para regresar a Suiza. Por este medio expresamos nuestro más profundo respeto a esos soldados y nuestra más firme oposición a los abusos morales del Sumo Pontífice, de quién no osamos afirmar que se esté comportando como tal. Oremos por su conversión y la nuestra.
 
Fuentes: churchmilitant.com (con material tomado a su vez del blog de Marco Tosatti); ncregister.com; the-american-catholic.com e investigaciones propias.
 
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