LAS PUERTAS DEL INFIERNO: LA PROFECÍA DE AKITA SE ESTÁ CUMPLIENDO

15.11.2021 13:23
 
En Akita, Japón, Nuestra Señora dijo: "La obra del demonio se infiltrará incluso dentro de la Iglesia de tal manera que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros... iglesias y altares [serán] saqueados..."
 
Theodore Edgar McCarrick es un sacerdote estadounidense que fue reducido al estado laical. Fue cardenal y arzobispo de Washington entre el 2001 y el 2006. Era conocido como uno de los obispos estadounidenses más progresistas. A los 75 años presentó su renuncia, la cual fue aceptada. Siguió siendo una "figura prominente" en la Iglesia y mantuvo labores diplomáticas tanto en nombre de la Santa Sede como, ocasionalmente, del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Existen cartas que evidencian una relación cercana entre McCarrick y el entonces vicepresidente Joe Biden, así como el presidente Obama. (1) Del por entonces recién electo vicepresidente Biden, escribió: "Gracias a Dios, creo que mi relación con él seguirá siendo buena". Después de una investigación de la Iglesia, en febrero de 2019 fue expulsado del sacerdocio tras ser encontrado culpable de solicitación y abusos sexuales a menores y adultos varones, con el agravante de abuso de poder. Fue una jugada que favoreció a algunos jerarcas corruptos de la Iglesia. La reducción al estado laical implica que cualquier juicio por parte de la Iglesia se haga muy difícil. Muchos nombres quedarían así más protegidos. Se dice, no sin fundamento, que el Papa Francisco sabía quién era McCarrick antes de convocarlo para una misión especial.
 
Un par de años antes de su caída en desgracias, McCarrick se aseguró el papel de enviado del Vaticano a la China comunista. Es el hombre al que se le atribuye el "mérito" de forjar el acuerdo entre el Vaticano y China. Muchos insisten en que ese acuerdo fue una total entrega de la Iglesia Católica en China, opinión que compartimos. Ahora los obispos chinos son elegidos por el gobierno de Xi Jinping y los católicos leales son perseguidos; siete obispos que habían sido excomulgados fueron reconocidos por la Santa Sede. Cuando en el 2020 el trato fue renovado, el Cardenal chino Joseph Zen, a quien el Papa Francisco le negó una reunión después de llegar al Vaticano, señaló que el acuerdo había dejado a importantes diócesis sin obispos o con el inminente nombramiento de un obispo aprobado por el Partido Comunista Chino. Dos años antes, ante la firma del acuerdo original, el Cardenal expresó: "Están entregando el rebaño a la boca de los lobos. Es una traición increíble". 
 
En diciembre del 2013, el Papa Francisco, respondiendo a las críticas de que sus ideas económicas y sociales huelen a comunismo, dijo a un periódico italiano que él no es marxista, pero que incluso los marxistas pueden ser buenas personas. No es lo que piensan los cubanos disidentes y los uigures, por dar solo un par de ejemplos. En China los templos católicos están siendo demolidos.
 
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén." 
 
(1) https://www.vatican.va/resources/resources_rapporto-card-mccarrick_20201110_en.pdf
 
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