LOS ENEMIGOS MÁS PELIGROSOS DE GRAN BRETAÑA
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial el mundo cambió... ¿o no? Durante las negociaciones que llevaron a la firma del Tratado de Potsdam americanos y rusos se aseguraron de que el mundo siguiera siendo un lugar peligroso donde vivir. Lejos de buscar una paz duradera se hicieron mutuas demostraciones de poder. Los ingleses no tuvieron protagonismo en las negociaciones, de hecho Churchill se tuvo que volver antes de que las mismas terminaran.
Cuando la primer bomba atómica cayó sobre Hiroshima quedó demostrado que la paz era algo lejano. De hecho comenzó el reinado de un terror muy refinado, si cabe el término.
Recientemente el Ministro de Defensa británico, Philip Hammond, defendió tres proyectos en marcha que - al menos según él - acrecentarán la seguridad de Gran Bretaña y le ayudará a conservar cierto protagonismo en el mundo. Hammond defendió al programa de los F-35, al segundo portaaviones clase Queen Elizabeth y al sucesor de los submarinos clase Vanguard. De hecho los contribuyentes británicos ya están financiando el desarrollo de los nuevo SSBN, aunque la decisión final (parlamentaria) sobre la construcción de los mismos deberá tomarse recién el 2016.
Los costos del programa de los F-35 parecen no tener techo. Sí, los aviones vuelan, que los F-35C tengan dificultades para aterrizar no es un problema británico. Claro que el gancho de aterrizaje de la versión para portaaviones es sólo uno de muchos problemas de Lightning II. Paciencia, con tiempo y dinero se irá resolviendo.
La defensa del segundo portaaviones hasta sería entendible. Con el mismo Gran Bretaña tendría un portaaviones en condiciones operativas de forma continua. La decisión final se tomará en el 2015, pero parece que al Ministro de Defensa británico eso no le preocupa. Tampoco los 113 millones de dólares adicionales por año que significaría tener dos portaaviones en servicio. Comparado con otros costos, la suma parece insignificante.
El tema de los nuevos SSBN es otra historia. El monto total que los británicos tendrán que pagar por el diseño, la construcción y la operación de los nuevos SSBN a lo largo de toda su vida útil será de uno 160.000.000.000 de dólares.
¿Los gastos en estos sistemas de armas harán de Gran Bretaña un lugar más seguro? No.
El mundo está cambiando. Las amenazas son otras o al menos más variadas. El terrorismo y la guerra cibernética, entre otros factores, están dispuestos a ignorar las fronteras. Y lo hacen con mucha facilidad. Gran Bretaña es un país muy afectado por el delito informático. Sería difícil decir de dónde provienen los ataques. Y eso, de hecho, es lo peor del caso.
Pero aun ignorando estas nuevas amenazas no suena lógico, ni razonable, ni mucho menos humano, gastar sumas tan obscenas. Desde el punto de vista meramente militar, cabe preguntarse con qué escoltará la Royal Navy a sus portaaviones cuando el número de destructores tipo 45 fue reducido por cuestiones económico-financieras. Y no se trata sólo de eso, también están los problemas de madurez tecnológica, además de los de propulsión. Un tercio de la flota de destructores Type 45 tuvo problemas de propulsión. Y recién entraron en servicio...
La situación de los submarinos de ataque fue comentada con detalles en diferentes artículos de este portal. Los clase Trafalgar se está acercando al final de su vida útil y la clase Astute sigue acumulando demoras. También en el rubro submarino la escolta de los QE podría tener problemas.
El Primer Ministro británico, David Cameron, y su ministro de defensa defienden el proyecto de los SSBN sucesores de la clase Vanguard. Allá ellos. Los contribuyentes británicos los pagarán y la industria bélica se frotará las manos. Los peores enemigos de Gran Bretaña son los propios británicos.
Como argentinos deberíamos sacar algunas conclusiones sobre el tema. ¿No sería conveniente crear una unidad de guerra cibernética en el marco de un plan integral de defensa? ¿No sería conveniente acelerar el programa de reparación y construcción de submarinos? La falta de armas antisubmarinas adecuadas también debería ser resuelta. Después de todo si conocemos las debilidades del enemigo sería necio no empezar a explotarlas. Gran Bretaña es (o será) un gigante con pies de barro.