LOS RUSOS ESTÁN LISTOS

21.02.2022 13:25
 
Mientras las acciones en el Donbás se intensifican, los rusos siguen acumulando material militar en torno a Ucrania. Los ucranianos afirman que ellos no responden a los diversos ataques de la artillería rusa. Es probable que no, aunque seguramente Kiev no tiene el pleno control sobre algunas unidades paramilitares. Hoy Putin decidiría si reconoce las dos repúblicas separatistas de la región. De hecho ahí la guerra ya comenzó. La pregunta es si quedará acotada a Lugansk y Donetsk o si implicará la invasión de toda Ucrania. Los aviones y helicópteros de ataque y los cazas y cazabombarderos rusos concentrados en las cercanías de la frontera sumarían varios centenares. Son demasiados para la toma y el control de la región separatista. No nos aventuraremos a predecir fechas y alcances, los servicios de Inteligencia occidentales ya se equivocaron demasiado, tal vez detrás de tantos errores hubo alguna otra intención.
 
En cualquiera de los casos, las sanciones ya están siendo preparadas. De ser aplicadas, probablemente no sean implementadas de modo plenamente unánime por los EEUU y los diversos países europeos. Toda Europa está al límite de sus reservas de combustible. Para el colmo varios países del Viejo Continente fueron golpeados por fuertes tormentas. El Reino Unido fue muy perjudicado por las mismas. Cualquier sanción contra Rusia implicará un alto costo también para Occidente. Joe Biden recibió de Donald Trump un país energéticamente independiente. Algunos meses después Biden rogaba a la OPEC+ que bombeara más petróleo para su país y recurría a su reserva estratégica. Recordemos que para los actuales ocupantes de la Casa Blanca, el principal enemigo de las fuerzas armadas estadounidenses es el cambio climático. Siendo Rusia uno de los grandes países exportadores de combustibles, la pregunta es quién será el más afectado por las sanciones para las que Putin se viene preparando hace mucho tiempo. Los chinos le comprarán los excedentes. Hay otra complicación. Las acciones punitivas de Occidente podría ser respondidas por los rusos con ciberataques a gran escala. Esos ataques ya demostraron la vulnerabilidad de la infraestructura energética estadounidense. Los eventuales ataques rusos podrían, por su parte, dar lugar  a represalias norteamericanas de otra naturaleza. Eso podría llevar a una escalada impredecible del conflicto. Putin cuenta con la debilidad de Biden y la desunión europea. En los papeles y de boca para afuera los miembros de la OTAN y de la UE se muestran unidos; en la práctica esa unidad no es tan fuerte como se pretende. Créase o no, esa podría ser una buena noticia. Las reacciones contra los rusos ante un avance en Ucrania podrían ser lentas y por ende acotadas.
 
 
Europa y los EEUU perdieron la oportunidad de ceder un poco ante Putin. El tiempo y el ánimo para la diplomacia quedaron casi totalmente agotados. Posiblemente muchos ucranianos mueran luchando por su derecho a formar parte de una OTAN que no los aceptó en su alianza. Occidente demostrará su creciente decadencia. La frontera sur de los EEUU y los acontecimientos en Canadá están mostrando lo absurdo de la intransigencia de tantos. Occidente no necesita guerras, necesita una fuerte recomposición interna. Para muchos políticos y para aquellos cuyos intereses defienden, la guerra es mejor negocio.