PROBLEMAS DE LOS SUBMARINOS DE ATAQUE BRITÁNICOS

07.07.2012 13:53

 

De todos los problemas que afectan actualmente a la Royal Navy, la reciente rápida disminución del número de submarinos de ataque es, probablemente, el más grave.

 

La clase Astute, que según algunos sería el reemplazo de la clase Trafalgar y según otros el de la clase Swiftsure, sigue acumulando demoras. En realidad los clase Astute reemplazarán a los Trafalgar y los Swiftsure quedarán sin reemplazo, lo que reduce drásticamente el número de submarinos de ataque de la Royal Navy que ya de por sí, con el fin de la guerra fría, se deshizo de sus submarinos convencionales.

 

A los problemas originales de diseño y hasta de construcción, se sumó una serie de accidentes y otros problemas del prototipo de la clase, el HMS Astute.

 

En marzo de 2008 el programa llevaba 47 meses de retraso y había excedido en un 48 por ciento su presupuesto original. En noviembre del 2009 los retrasos habían trepado a 57 meses y los costos superaron en un 53 por ciento el monto originalmente previsto.

 

En lo que al diseño se refiere, algunos problemas serán resueltos recién a partir de la cuarta unidad, mientras que persistirán en las tres primeras.

 

Inferimos que el servicio del submarino de la clase Trafalgar HMS Turbulent, se vio extendido por la demora en la entrada en servicio de los clase Astute.

 

El Turbulent debería haber sido dado de baja en diciembre del año pasado. El anuncio ya se había hecho hasta en la propia página oficial de la Royal Navy, pero su permanencia en actividad fue prorrogada por seis meses “por razones operativas”.

 

La situación no está mejorando. Un nuevo problema estaría demorando el inicio de algunas pruebas del segundo submarino de la clase, el HMS Ambush. El Ambush debería entrar en servicio en el 2013, cuando sería retirado el tercero de los Trafalgar, el HMS Tireless. No nos sorprendería que esta nave también viera extendido su tiempo en actividad, debido a “razones operativas”.

 

Se presume que últimamente hay un máximo de 4 naves clase Trafalgar en pleno funcionamiento. De éstas, siempre una se encontraría estacionada al este de Suez, mientras que una se estría preparando o estaría en camino a reemplazarla. Con los períodos necesarios para realizar al menos tareas de reparaciones menores, quedan de una a dos de estas naves disponibles para realizar otras tareas. Un de ellas es la protección de los submarinos Vanguard.

 

A estas limitaciones y dificultades se agregan la reducción de personal de la Royal Navy, la gran exigencia originada en la necesidad de dar uso intensivo al reducido número de naves y las duras condiciones de vida de los submarinistas.

 

La Royal Navy siempre afirmó que necesitaba ocho naves de la clase Astute, pero sólo recibirá siete y con mucha demora.

 

Si bien los submarinos británicos siguen siendo un arma poderosa, las dificultades enumeradas disminuyeron significativamente su capacidad.