SE AUTORIZÓ LA REANUDACIÓN DE LOS VUELOS DE LOS F-35

01.03.2013 16:25

 

Hace una semana informábamos que el Pentágono había ordenado que todos los F-35 pertenecientes a las tres variantes del Joint Strike Fighter permanecieran en tierra, mientras se investigaba la causa de una rajadura descubierta el martes 19 de febrero en un álabe (paleta) del motor de un F-35A, o sea en la variante convencional. Hasta establecer si el problema de la paleta era un caso puntual o si afectaba a toda la flota, se dio la orden de cancelar todos los vuelos de las tres variantes.

 

Las pruebas completas sobre el álabe se llevaron a cabo en las instalaciones de la compañía en Middletown, Connecticut. Se estableció que el motor en el que se produjo el problema había sido operado en condiciones extremas por pertenecer a un aparato que es parte de la flota de aviones F-35 de prueba. El aparato en cuestión es el AF-2 y la grieta resultante habría sido la consecuencia de haber sometido a ese avión en particular a altos niveles de calor y otros factores de estrés.

 

Estaba previsto que la aeronave AF-2 probara una nueva cobertura que disminuyera la abrasión en una parte específica de la aeronave. Ese tipo de prueba implicaría vuelos sostenidos a gran altura y alta velocidad con posible abrasión y deslaminación, generando un entorno similar al que los investigadores culpan de haber contribuido a provocar la grieta de la paleta.

 

Si el problema fue generado porque el avión ya voló en las condiciones arriba descriptas, haciendo uso generoso de su cámara de postcombustión, la pregunta que surge automáticamente es: ¿no estamos hablando de un avión de combate? ¿Que clase de avión de combate es que no resiste un poco de exigencia más allá de la “normal”? ¿La anormalidad no es una de las características inherentes al combate?

 

Entre tanto, estos días hubo otra noticia que pasó relativamente desapercibida. La misma se produjo después de que la variante STOVL fuera autorizada a volar tras permanecer varias semanas en tierra por un problema en una línea hidráulica y antes de la cancelación de los vuelos de todas las variantes por el problema de la rajadura del álabe en el motor del AF-2.

 

Algunas  piezas del sistema de administración de energía térmica del aparato BF-2 tuvieron que ser sometidas a inspección después de que el avión tuviera humo en la cabina de mando. Ese hecho se produjo el 14 de febrero. Entre tanto persisten los problemas con el software, el diseño, las imágenes y funciones de visión nocturna de casco del piloto, la dificultad para alcanzar la velocidad del sonido sin forzar el motor, etc.

 

Por consideración al lector sólo haremos una breve referencia al culebrón (palabra del idioma español que se emplea para definir a las telenovelas donde abundan las historias insólitas, lacrimógenas y sumamente largas) generado entre el máximo responsable del programa F-35 por el Pentágono, el Teniente General de la USAF Christopher Bogdan,  y Lockheed Martin y Pratt & Whitney. Bogdan acusó en términos grotescos a las mencionadas empresas de no estar plenamente comprometidas con el programa a lo que las mismas respondieron afirmando todo lo contrario.

 

Entre tanto los australianos, aunque oficialmente comprometidos con el F-35, despidieron a Bogdan - que estaba apuntalando el programa en ese país - con escepticismo. No era para menos.