SUBMARINOS BRITÁNICOS CLASE TRAFALGAR: DEBIDO A LAS VULNERABILIDADES DE LA CLASE LA CATÁSTROFE PODRÍA SER UNA CUESTIÓN DE TIEMPO

21.02.2013 17:25

 

Anteayer informábamos que el submarino de ataque de la clase Trafalgar de la Marina Real británica HMS Tireless se vio obligado a regresar a su base en Devonport, después de haberse detectado una fuga de refrigerante en el compartimiento de su reactor. El Tireless fue enviado a Plymouth para que se le efectúen las reparaciones necesarias. Se estima que el submarino quedará fuera de servicio por reparaciones en dique seco por unos plazo de hasta diez meses, aunque fuentes de la Royal Navy dijeron que es demasiado pronto para hablar sobre el tiempo que demandarán los arreglos. Gran Bretaña cuenta temporalmente con un submarino de ataque menos.

 

El HMS Tireless debió ser retirado del servicio este año, pero los británicos decidieron retenerlo en actividad por cuatro años más debido al retraso de la entrada en servicio de la también problemática clase Astute. La Royal Navy queda momentáneamente con cuatro submarinos clase Trafalgar en servicio, aunque uno de los cuatro estaría siendo sometido a tareas de mantenimiento. Por su parte el HMS Astute todavía no está en estado plenamente operativo. Además recordemos que uno de estos submarinos debe estar disponible para proteger a los submarinos clase Vanguard.

 

En noviembre del año 2011 la National Audit Office (NAO u Oficina Nacional de Auditoría) alertó al Ejecutivo británico sobre el hecho de que los retrasos en la construcción de los submarinos clase Astute dejarían a la Marina Real británica con un número insuficiente de submarinos entre los años 2020 y 2030. Obviamente el informe resultó ser optimista.

 

En las circunstancias descriptas arriba, la probabilidad de que ocurra otro accidente es elevada. Los escasos submarinos de ataque británicos (escasos para las múltiples tareas que los mandos británicos pretenden que los mismos realicen) se ven exigidos en exceso.

 

En abril del 2011, por un error del Ministerio de Defensa británico, algunos secretos de los submarinos nucleares británicos fueron puestos al descubierto. Debido a los documentos filtrados quedó expuesto que la capacidad de los reactores de la flota nuclear británica para hacer frente a un hipotético desastre nuclear era inaceptable. Según esos documentos los reactores británicos son potencialmente vulnerables a accidentes catastróficos.  

 

Los reactores de los submarinos de la clase Trafalgar y de la clase Vanguard no cuentan con un sistema de inyección de seguridad de alta presión. Los reactores de agua a presión habitualmente tienen dos sistemas de inyección de seguridad, en los submarinos británicos no existe ninguno.

 

Con respecto al propio Tireless, ésta es la segunda vez que tiene un problema en su reactor. En mayo del año 2000 sufrió una pérdida de refrigerante en el reactor por lo que atracó en el puerto de Gibraltar para lo que se suponía que iban a ser reparaciones menores. Las mismas solucionarían el problema de la aparición de una grieta en una tubería de refrigerante. La avería resultó ser mucho mayor de lo esperado y el barco permaneció en Gibraltar durante un año. 

 

En ese momento fueron inspeccionados los demás submarinos de la clase Trafalgar para prevenir problemas similares. Ahora la Royal Navy expresó que no tiene ninguna intención de someter a revisación técnica a los demás submarinos de la clase, clase que no estuvo exenta de problemas e incidentes serios.

 

Entre los incidentes y accidentes de los submarinos de la clase en cuestión hay uno realmente increíble. Dos submarinos de la misma, el HMS Turbulent y el propio HMS Tireless salieron al mar con las válvulas de seguridad diseñadas para liberar presión de los generadores de vapor en caso de una emergencia, completamente selladas. En el Turbulent el problema pasó desapercibido por más de dos años y en el HMS Tireless por más de un año.

 

La prudencia y la lógica indican que los británicos deberían replantearse la futura actividad de sus submarinos y tal vez repetir lo hecho cuando ocurrió el primer accidente en el reactor del Tireless. Ya dijeron que no harán esto último. Sin un cambio drástico en la opinión de las autoridades británicas el desastre podría ser una mera cuestión de tiempo.