SURGEN DOS NUEVOS PROBLEMAS PARA LA DEFENSA BRITÁNICA

28.05.2018 15:16
Mientras los británicos reciclan la "noticia" de las pruebas exitosas del lanzamiento del nuevo sistema de defensa antiaérea Sea Ceptor y publican la novedad de las pruebas del nuevo misil Land Ceptor, hay otras dos cuestiones de la Defensa británica que pasaron algo más desapercibidas.
 
Se sabe que el Reino Unido planea desarrollar su propia estrategia militar espacial para no depender del sistema de posicionamiento satelital europeo Galileo después del Brexit. Después del revés sufrido en las negociaciones con la Unión Europea sobre el acceso al sistema Galileo, los británicos estudian variantes para desarrollar su propio sistema.
 
Durante años Gran Bretaña ha confiado en el GPS de los Estados Unidos de Norteamérica para sus datos militares. El problema es que con el surgimiento de tecnologías como el GPS spoofing y el GPS jamming que pueden interferir o alterar los datos satelitales, depender de un solo sistema resulta riesgoso.
 
Hay otra dificultad para los británicos, en especial para la Royal Navy, que también procede de Norteamérica. La Marina estadounidense quiere poner punto final a la producción de los misiles Tomahawk que también arman a los submarinos de ataque de la Marina Real británica.
 
En nuestro artículo: geoestrategia.webnode.es/news/a-pesar-de-lo-anunciado-no-hubo-disparos-de-misiles-tomahawk-desde-submarinos-britanicos-sobre-siria/ informábamos de la escases de estos misiles en el arsenal británico. Ahora, a pesar de las modernizaciones que se han llevado a cabo en dichos misiles, los mismos necesitan ser reemplazados con armamento más veloz y furtivo.
 
Si bien en Estados Unidos ya se están desarrollando dos nuevos misiles crucero, su entrada en servicio se prevé para los años 2025 y 2030 respectivamente. En la práctica la misma se podría demorar bastante.
 
Hay posibilidades de estirar la vida útil de los Tomahawk pero eso implicaría gastos muy elevados para mantener en servicio un misil que está en vías de convertirse en obsoleto. Con un tremendo rojo en sus finanzas para la defensa cualquier erogación adicional constituye un gran riesgo para el Reino Unido. En Londres parecen seguir apostando.
 
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