UCRANIA AL BORDE DE LA DESPARICIÓN

11.10.2022 10:42
 
En represalia por el ataque al puente de Kerch, Rusia atacó con misiles, drones y aeronaves tripuladas la capital ucraniana Kiev y las localidades de Zaporizhie, Lviv (en el oeste del país), Dnipro y también objetivos en Ternopil, Khmelnyskyi, Zhytomyr, Kropyvnytskyi y Kharkiv. Algunos blancos golpeados fueron de alto valor militar, tal como lo fue un complejo industrial en las afueras de Dnipro. También fue destruido el edificio del SBU, el equivalente ucraniano de la CIA. Instalaciones ligadas al suministro eléctrico también fueron destruidas. Las mismas - al menos 11 - fueron el blanco principal de los ataques. El suministro de energía fue parcialmente interrumpido en 15 regiones de Ucrania. La prensa masiva occidental había dicho que los rusos se quedaron sin misiles y que el ejército del Kremlin estaba siendo destruido. Obviamente la información fue falsa o errónea. Putin tildó el ataque contra el puente de Crimea de acto terrorista y prometió una respuesta dura si ese tipo de hechos se repetían.
 
Entre ayer lunes y hoy hubo nuevos ataques rusos. Los objetivos incluyeron el cruce ferroviario de Pavlograd, por el cual se transportaba material provisto por la OTAN. En esa misma localidad, al menos un misil golpeó un depósito de material de la Alianza Atlántica. En la región de Dnipropetrovsk fue alcanzado un depósito de combustible. En los ataques participaron bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-160 con capacidad nuclear. Algunos interpretan eso como un mensaje a Kiev. Zelenski pide sistemas de misiles antiaéreos y Occidente afirma que se los proveerá. No se prepara operadores de sistemas de defensa aérea moderna en días. La única solución sería que los sistemas fueran operados por soldados regulares de otros países y eso no puede ser totalmente descartado, pero la respuesta de Putin podría ser terrible. Por otra parte Moscú estaría neutralizando a la defensa aérea de Kiev con helicópteros de guerra electrónica Mi-8MTPR-1 que vuelan en modo estacionario a gran altura sobre el territorio atacado y con otros medios de guerra electrónica. Las aeronaves mencionadas pueden neutralizar hasta 8 radares enemigos simultáneamente y se encuentran en producción, de modo que es poco probable que Moscú se quede sin la suficiente cantidad de las mismas. Ya hay unos 20 de estos helicópteros en servicio. Al menos uno de ellos fue probado en Siria. El presidente ucraniano pide incluso aviones de origen estadounidense que sus pilotos tampoco saben operar. Ni siquiera hemos mencionado los problemas logísticos asociados a todo el material pedido.
 
Entre tanto Bielorrusia se está viendo cada vez más envuelta en la guerra y habría drones rusos operando desde ese país. La posibilidad de un ataque terrestre desde Bielorrusia por parte de fuerzas de ese país no es muy alta y sus tropas son limitadas pero la sola posibilidad obliga a Kiev a tener fuerzas inmovilizadas en la frontera norte. Mientras sucede todo esto, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirma constantemente que Rusia está fracasando en Ucrania. Afirma que Kiev continúa haciendo grandes avances. Tal vez la Alianza Atlántica debería ser dirigida por un militar, no por un economista de segunda categoría. Claro, es parte de la propaganda lógica en cualquier guerra pero que no detiene a los misiles que caen. Por otra parte Ucrania ni siquiera es parte de la OTAN. Es claro que la industria bélica norteamericana y británica tienen un gran poder de persuasión. El problema radica en que su capacidad de producción es más limitada que su capacidad publicitaria y algunas de las armas prometidas a Zelenski todavía están en proceso de fabricación. Para compensar ese desfasaje se saca material bélico de los arsenales estadounidenses. No hace falta aclarar los peligros que ello representa en momentos en que las tensiones entre China y Taiwán alcanzan niveles alarmantes; en momentos en que Kim Jong-un celebra sus delirios lanzando misiles hacia Japón; en momentos en que Irán sigue centrifugando uranio y Oriente Medio en general es un hervidero de conflictos varios y cuando el Presidente de los EEUU, Joe Biden, da muestra de una senilidad que se agrava incesantemente y que lo aleja constantemente de la realidad. Ese hombre tiene los códigos de lanzamiento de los misiles nucleares estadounidenses. Que Dios nos ampare.
 
Artículo relacionado: