UN VICEALMIRANTE SINCERO

24.01.2022 07:23
 
El pasado sábado el Jefe de la Marina alemana dejó de serlo. Presentó su renuncia y le fue aceptada. En un seminario en la India dijo algo políticamente incorrecto pero hasta cierto punto muy válido. El vicealmirante Kay Achim Schönbach afirmó, entre otras cosas, que Putin buscaba respeto y que probablemente lo merecía y que Crimea no volvería a ser ucraniana. De hecho la actitud alemana frente el conflicto ruso-ucraniano es, posiblemente, la más coherente de Europa. Los alemanes están bloqueando la entrega de armas a Kiev por parte de los Países bálticos. Los aviones británicos que las transportan desde el Reino Unido, evitan entrar en espacio aéreo alemán. Se trata del mismo Reino Unido que decidió irse de la Unión Europea y que ahora vende a Ucrania cantidades importantes de armas de utilidad relativa. Los británicos tienen una fuerte industria de Defensa, tal vez eso explique su repentino interés por un país que ni siquiera es parte de la OTAN. Ciertamente no es una postura coherente por parte de la Gran Bretaña del brexit. 
 
Cuando los estadounidenses abandonaron Afganistán, dejaron a los talibanes la Base de Bagram y unos 80.000 millones de dólares en equipos militares. Eso seguramente fue muy conveniente para la industria de armamento norteamericana. A la administración Biden no le preocupa la frontera sur de los EEUU que dejó en control de los carteles narcos mejicanos pero se muestra sumamente preocupada por la frontera ucraniana. La corrupta Ucrania es dirigida por Volodímir Zelenski. Los Pandora Papers de octubre de 2021 revelaron que Zelenski; su asistente principal Serhiy Shefir y el jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Ivan Bakanov, operaban una red de empresas offshore en las Islas Vírgenes Británicas, Chipre y Belice. Estas empresas incluían algunas que tenían propiedades caras en Londres. Desde el entorno del presidente se aseguró que puso sus negocios en el extranjero para protegerlo de "acciones agresivas de las autoridades de la época". Ese es el hombre que quiere que Occidente lo ayude, aun a riesgo de poner al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial. Es verdad, Putin no es un santo pero la historia le da algo de razón a sus reclamos. 
 
Ayer China lanzó la segunda mayor incursión aérea a la zona de defensa de Taiwán tras los ejercicios militares de EEUU y Japón en el Mar de Filipinas. Pekín desplegó 39 aviones. El mundo podría verse en problemas graves por los constantes avances chinos. Una de las afirmaciones que hizo el Jefe de la Marina alemana fue la de que estaba convencido de que era bueno para Alemania contar con la Rusia cristiana como socia contra China. Por decir lo que dijo debió irse. Parece que un mundo en paz no es buen negocio para algunas empresas. Las mismas forman parte del Estado Profundo, ese que posibilitó la llegada a la presidencia de los EEUU a un hombre senil y a una mujer de dudosa reputación y flagrante ignorancia. Son dos títeres que mantienen al mundo en vilo con sus constantes desaciertos, dos idiotas útiles que nos ponen al borde de conflictos sin precedentes. Rusia, China e Irán se agigantan frente a su bajeza.