ADVIERTEN SOBRE EL COLAPSO INTERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS

04.08.2021 10:20
 
Funcionarios honestos, relacionados con la migración y con décadas de servicio, están renunciando debido a la creciente crisis en la frontera sur de los Estados Unidos de Norteamérica. Alegan que no quieren hacerse cómplices de lo que está sucediendo. Durante el mes de julio, en algunos sectores de la frontera, la migración ilegal hacia los EEUU creció un 900%. El flujo de gente es tan grande que las autoridades ya ni siquiera llevan un registro de quienes entran al país norteamericano. Las instalaciones para alojarlos están desbordadas, de modo que muchos son enviados directamente al interior del país. Lo único que se hace es proporcionarles un número de teléfono al cual deben llamar para ser registrados. Ese trámite se hace enteramente por teléfono. Muchos de los que ingresan lo hacen con claros síntomas de covid-19 y otras enfermedades. Algunos hospitales de los EEUU se ven en aprietos a la hora de decidir si aceptan pacientes ilegales o ciudadanos propios. Muchos ilegales llegan deshidratados, con golpes de calor, abusados y una larga lista de etcéteras. 
 
Mientras la administración Biden impone nuevamente estrictas medidas para frenar una nueva ola del virus chino (algunos cuestionamos seriamente sus dimensiones y gravedad) y presiona a quienes todavía no se vacunaron a hacerlo, los ilegales - muchos visiblemente enfermos - entran sin ninguna restricción. No están obligado a vacunarse, es más interesante presionar hasta lo indecible a los ciudadanos estadounidenses, no importa lo que cada uno piensa de la vacuna. ¿Por qué? Es claro que algo siniestro está ocurriendo y que la administración demócrata lo está propiciando. Biden adoptó una actitud perversa; para él aceptar ilegales es una cuestión "humanitaria" aunque eso afecte gravemente a los ciudadanos de su propio país. "Cuestión humanitaria" es el nombre que recibe la necesidad de nuevos votantes, de mano de obra barata para algunas grandes corporaciones y de cumplir con una agenda globalista. Un país sin fronteras no es un país. Además, cualquiera que tiene la oportunidad de ver cómo los coyotes transportan a los ilegales rumbo al norte, estará de acuerdo en que no hay nada de humanitario en permitirlo. Le aseguramos que no se respeta ningún distanciamiento "social", ni norma de salubridad e higiene. Para esos traficante la gente es mercadería.
 
Hay quienes piden el reemplazo de Kamala Harris como encargada de manejar el tema migratorio. Dudamos que el reemplazo de esta mujer haga alguna diferencia. No es sólo nuestra opinión, es una apreciación cada vez más generalizada. La crisis fronteriza, devenida en catástrofe humanitaria, es parte de una agenda perversa impulsada por los demócratas más radicales y consentida por buena parte del resto del partido. Ya hay quienes hablan de un colapso "desde adentro" de los Estados Unidos. La popularidad de Biden y Harris cae estrepitosamente, la audiencia de algunas cadenas televisivas y la de otros medios que ocultan los hechos y apoyan incondicionalmente a Biden, también. Nada de eso parece importar. Alguien sigue manejando todo según el interés de pocos. El senil Joe Biden es movido de acá para allá como un títere. Y no lo decimos sólo en sentido figurado. 
 
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