BREXIT: EL PLAZO SE AGOTA, EL ACUERDO NO LLEGA, LA ECONOMÍA SE DETERIORA Y EL REINO SE DIVIDE

02.04.2019 07:11
 
Anoche la Cámara de los Comunes del Parlamento británico se reunió para otra sesión de "votos indicativos", es decir, para elegir entre una serie de propuestas alternativas al acuerdo de brexit al que había arribado Theresa May con la Unión Europea, el que ya recibió el voto negativo de la mayoría de los diputados británicos tres veces. Si alguna de las propuestas surgidas de los propios parlamentarios hubiera sido aprobada, hubiera sido elevada al gobierno, el cual no hubiera estado obligado a tenerla en cuenta. Eso no pasó, la Cámara de los Comunes, después de haberle quitado la iniciativa al gobierno con los votos indicativos (algo no habitual en la política británica), rechazó todas las propuestas surgidas de su propio seno. Si el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte estaba cerca de una salida no acordada de la UE, ahora dio un paso más hacia un brexit duro.
 
Las opciones que quedan para una salida consensuada con los europeos son muy pocas. La primera es que Theresa May vuelva a presentar el acuerdo que los diputados británicos ya rechazaron tres veces. Recordemos que ya antes de la tercera presentación el Presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, se había opuesto a una nueva votación de la propuesta de May invocando la convención de 1604 para evitar una moción que sea "la misma o sustancialmente la misma" que la que los diputados ya han rechazado. La Primer Ministro debió hacer malabares para hacerla aparecer como una moción diferente. Otra posibilidad es que los porlamentarios logren ponerse de acuerdo en alguna propuesta diferente a la de la premier y que el gobierno de Theresa May la apruebe. Claro que no toda propuesta en ese sentido es válida. La misma deberá estar de acuerdo con el marco legal que prevé la UE para la salida de uno de sus países miembros y con el breve tiempo adicional que se le concedió a los británicos para resolver lo que ya están tratando de decidir desde hace unos tres años. El plazo vence el día 12 de este mes y prácticamente la única decisión que no requeriría del visto bueno de Bruselas sería quedarse. No es lo que los británicos decidieron en el referéndum del 2016 y es una posibiidad que sigue siendo muy resistida en el reino.
 
De no hallar una solución, los británicos podrían pedir una nueva extensión del plazo para ponerse de acuerdo entre sí, pero dependen de la buena voluntad de los países miembros de la Unión Europea que deberían aprobar un nuevo retraso en el brexit. El hartazgo del otro lado del Canal de la Mancha ya es mayúsculo. Si hubo algo de paciencia adicional fue por los perjuicios que traería una salida no acordada para todas las partes pero la incertidumbre también está haciendo estragos y la postura europea es cada vez más dura. Para el Reino Unido las pérdidas económicas ya son siderales y un brexit duro (que es cada vez más probable) las agravaría. El Reino Unido estaba cerca del abismo y anoche dio un paso al frente. 
 
Artículo relacionado: