EL ATENTADO EN MOSCÚ DESATA LA IRA DE PUTIN

23.03.2024 14:24
 
Después de los descabellados y fallidos intentos de infiltración de tropas ucranianas en Rusia y tras distintos ataques ucranianos contra la ciudad rusa de Belgorod, Putin cumplió con su premisa de que por cada golpe recibido debe asestarse uno más duro y llevó a cabo una serie de fulminantes ataques con misiles, drones y otros medios contra objetivos ucranianos; fueron los más importantes desde el inicio de la guerra. A pocas horas de terminados esos ataques se produjo un violentísimo atentado terrorista contra un teatro situado en Moscú. A consecuencia del mismo a estas horas ya hay reportados 143 muertos y un tendal de heridos. La organización terrorista islámica ISIS se atribuyó el ataque, aunque Vladimir Putin en su aparición en la televisión rusa puso en duda eso y expresó que los cuatro atacantes fueron detenidos mientras intentaban llegar a Ucrania, donde se les habría preparado un paso de escape. El presidente ruso insinuó que Ucrania está ligada al brutal atentado. No le costaría mucho a Putin, si quisiera,  insinuar algún vínculo entre el ISIS y los Estados Unidos. Si bien el presidente ruso es habitualmente un líder medido en sus reacciones, su advertencia televisiva respecto al destino de quienes estaban detrás del ataque fue clara: a todos les prometió una dura represalia. Algunos medios pequeños van aún más lejos y sugieren la participación de paramilitares ucranianos o de otro origen. Por ahora esa es una especulación difícil de probar. 
 
El ataque favorece a los belicistas estadounidenses y sus idiotas útiles europeos, como lo son Macron y Duda. Los próximos días van a ser de extrema tensión y - dadas las palabras de Putin - es dable esperar otro duro ataque contra diversos objetivos ucranianos. Por otra parte, en medio de una galopante incertidumbre respecto al conflicto en Medio Oriente, ninguna hipótesis puede ser descartada. Con este atentado pasó a segundo plano mediático la continuación de la limpieza étnica y religiosa propiciada por Benjamín Netanyahu.
 
Napoleón en Moscú ardiendo - Cuadro de Adam Albrecht
 
En Ucrania las tropas rusas avanzan implacablemente hacia el oeste y dado el esquema seguido en últimos ataques rusos, sería lógico suponer que Kiev será nuevamente el blanco principal de la respuesta del Kremlin al atentado. Podrá argumentarse que Putin no presentó pruebas o de que aún no presentó pruebas, pero sus palabras fueron claras: los terroristas escapaban hacia Ucrania. Zelensky debería prepararse para alguna noche entre explosiones ensordecedoras provenientes de los misiles rusos que, según los pronósticos de medios occidentales y de los servicios de Inteligencia británicos debieron agotarse hace casi dos años. Lo que sí se acabó es la munición para los sistemas de artillería ucranianos. Las puertas de Europa Occidental se están abriendo y ya no queda más remedio que confiar en la habitual mesura de Vladimir Putin. ¿Alguien busca provocarlo?
 
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