EL PRIMER MINISTRO BRITÁNICO ES UN SINVERGÜENZA
13.12.2021 08:34
El Primer Ministro británico, Boris Johnson, es un sinvergüenza. Durante la Navidad del año pasado impuso en el Reino Unido las más severas restricciones de circulación y de reunión; no se podía celebrar la Navidad en familia, peor aún, no se podía ni dar el último adiós a un familiar difunto. La gente no muere solo por enfermedades virales; las mismas no son ni por lejos la causa de la mayoría de las muertes. En esa misma época Johnson asistió a siete fiestas, al parecer una de ellas habría sido en su propio departamento. Ahora todo eso trascendió. Para evitar protestas, está preparando nuevas restricciones. Hoy salió a informar de la muerte de un paciente británico por una variante bastante benigna del covid-19, la Ómicron. Sería el primer supuesto fallecido por esa variante. Resaltamos el "supuesto". En el Reino Unido mueren 5 personas por día en accidentes de tránsito y no por eso se prohibió la circulación de vehículos ni se dejaron de reparar y construir carreteras... por ahora. El avance de los gobiernos sobre las libertades individuales recién comienza. No sólo eso, con una táctica siniestra se intenta ponernos unos contra otros, vacunados contra no vacunados. Los vacunados gritan por qué los no vacunados no se inyectan de una vez por todas. ¿No es que están protegidos por las vacunas? Lo que les está inyectando junto a las mismas es miedo.
Ayer me pidieron el carné de vacunación para entrar a un supermercado. Lo mostré pero me quejé con el empleado de seguridad que me lo pidió y me quejé con el dueño del supermercado. Le dije que ni en la Alemania nazi pedían carné de vacunación para entrar al supermercado. Estamos ante una nueva forma de totalitarismo y son demasiado pocos los que lo perciben. Este es un totalitarismo global, pero si uno habla del Estado Profundo es considerado un "conspiranoico", lo que sea que eso pretenda significar.
Lo bueno es que no todos se callan. La ex Primer Ministro conservadora británica, Theresa May, habló en el Parlamento de su país. Dijo que no se puede parar la actividad económica por cada nueva variante del covid-19 que aparece. Recibió una ovación realmente estruendosa, una de esas que no se escuchan a menudo en el Parlamento británico. De hecho la variante Ómicron muestra que la mutación del virus sigue la lógica evolutiva que se esperaba. Al parásito no le conviene matar al huésped, le conviene parasitarlo y contagiar. Con el tiempo el virus en cuestión se convertirá en una especie de gripe más. Si el covid-19 es algo "superior" a otros covid, muy probablemente se deba a que un científico mentalmente perturbado financió parte de los "mejoramientos genéticos" chinos. Hablamos de Anthony Fauci, el mismo que tortura perros con experimentos crueles e innecesarios, el mismo que decide cuántas vacunas deberemos recibir, cuántos barbijo deberemos usar. Hay legisladores estadounidenses que piden su procesamiento a gritos. Hasta han sido hackeados carteles informativos en autopistas pidiendo la salida de ese narcisista arrogante y fabulador.
No permita que le quiten su libertad. No permita que le roben la Navidad y las reuniones familiares hechas con prudencia, no permita que le roben la tranquilidad y la sonrisa. No llamamos a desobedecer la ley, invitamos a disentir pacíficamente, a no permitir tanto atropello. Si callamos hoy, mañana nos quitarán otro poco de libre albedrío.
Artículo relacionado: