LA EXTREMA IMPORTANCIA DEL ESTÓMAGO DE PUTIN

03.01.2023 13:38
 
En nuestro artículo de ayer sobre la guerra en Ucrania escribíamos: "Durante los últimos cuatro días, Kiev y otras localidades ucranianas estuvieron bajo ataques constantes de misiles y drones rusos. Ucrania contragolpeó con los sistemas HIMARS pero en una escala mucho menor". En uno de esos contragolpes murieron al menos 63 soldados rusos. Los ucranianos lanzaron seis misiles con sus sistemas HIMARS contra un edificio de la localidad de Makeyevka donde se alojaban transitoriamente esos militares, más precisamente efectivos reclutados en la última movilización ordenada por Moscú. Dos de los misiles fueron derribados y cuatro llegaron a destino. El ataque habría sido posibilitado por el uso de dispositivos móviles no seguros y se habría visto agravado porque, al parecer, había municiones acumuladas muy cerca del alojamiento de los soldados. Posiblemente Moscú haya cometido un error al concentrar esos efectivos y explosivos al alcance de los cohetes guiados de Zelensky. La noticia tuvo mucha divulgación a nivel internacional (no sin una cuota de exageración) de modo que ahora es posible que veamos una represalia rusa. En parte esa represalia ya comenzó. Los rusos acaban de destruir entre dos y cuatro sistemas HIMARS, dependiendo de la fuente que se considere. También se produjeron nuevos ataques con drones. Es importante recordar que el HIMARS es un sistema de lanzamisiles múltiple ligero desarrollado en Estados Unidos. Los rusos recibieron un golpe de importancias propagandística con un arma norteamericana y eso no es una cuestión menor para el Kremlin. Putin debe reforzar su imagen interna. Resta ver si la respuesta será inmediata o si el autócrata ruso se tomará su tiempo.
 
Uno de los propósitos de los ataques rusos con drones y misiles fue desgastar a la defensa antiaérea ucraniana, que recibe recursos con cuentagotas. Los sistemas antiaéreos Patriot son escasos y podrían demorarse semanas en llegar a Ucrania y semanas o meses para entrar en acción. Si esos misiles antiaéreos serán operados por los ucranianos, entonces éstos deberán adiestrarse por un tiempo relativamente prolongado. Recordemos que ya son tres los misiles antiaéreos de Kiev que cayeron en países vecinos; uno de ellos mató a dos aldeanos polacos. Por otra parte los rusos están poniendo precipitadamente en condiciones su flota de bombarderos estratégicos y adiestrando a sus pilotos. Las aeronaves serán dotadas de misiles hipersónicos, al igual que muchos de los buques de la Armada de Rusia. En ambos casos los trabajos estarían avanzados.
 
Si Putin está dispuesto a lanzar su temido gran ataque, el momento de hacerlo podría estar acercándose. Los golpes a los sistemas de energía de Ucrania dejaron la red ferroviaria de ese país operando en circunstancias tan precarias que se está volviendo al uso de algunas viejas locomotoras de vapor. Los Patriot todavía no llegaron a Kiev. Después de una breve "primavera", el pronóstico meteorológico indica un descenso de la temperatura en Ucrania a partir del viernes 6. La gran pregunta es: ¿en qué condiciones se encuentra la logística rusa? Después de todo, como dice la máxima militar atribuida a Napoleón Bonaparte, "un ejército marcha sobre su estómago". En invierno eso es doblemente cierto.
 
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