LA OTAN PIERDE EL CONTROL DE BUENA PARTE DEL ATLÁNTICO NORTE (PRIMERA PARTE)

25.05.2020 18:31
 
Terminada la Guerra Fría casi todos los países de la OTAN cometieron un serio error de criterio: creer que Rusia estaba vencida. Ante esa percepción errónea tomaron decisiones estratégicas que ahora están teniendo consecuencias graves. Rusia recuperó parte de su poder económico, conservó su espíritu imperialista y se rearmó con mucho mejor tino que sus antiguos enemigos. Mientras los estadounidenses se volcaron a una - demasiado a menudo alocada - guerra contra el terrorismo y siguieron construyendo gigantescos portaaviones, los rusos reconstruyeron su flota de submarinos, diseñaron nuevos buques de superficie y desarrollaron torpedos supercavitantes y sofisticados sistemas de misiles, algunos de ellos hipersónicos: los S-400 y S-500; el Zirkon; el Avangard y el Kalibr ponen en jaque a los estrategas militares occidentales. Mientras los norteamericanos se dedicaban a ejecutar terroristas (e inocentes) con sus drones y Fuerzas Especiales, los rusos se rearmaban y tomaban (o recuperaban, según se quiera ver) Crimea y ocupaban territorios en Ucrania.
 
 
Vista posterior del torpedo ruso de supercavitación Squall - La imagen es de dominio público por decisión de su autor, One half 3544.
 
Los Estados Unidos y algunos de sus socios están desarrollando el proyecto militar más caro de la historia: el cazabombardero (más o menos furtivo) F-35. Sus variantes F-35B y F-35C tendrían serios problemas en vuelos supersónicos prolongados y el desempeño de todas las variantes se encuentra seriamente cuestionado. Este sistema de armas tiene graves problemas logísticos que afectan seriamente la disponibilidad de aparatos. Habrá quienes opinen diferente pero a nuestro criterio estas aeronaves no valen - ni remotamente - lo que cuestan. Los rusos lograron mucho más con mucho menos.
 
Por su parte los países europeos fueron descuidando sus fuerzas armadas. Gran Bretaña, que supo tener una flota poderosa, dejó que la misma decayera en número y calidad de sus unidades. Los britanicos construyeron dos grandes portaaviones para los cuales no tienen buques de escolta ni aeronaves suficientes. Los destructores antiaéreos Tipo 45 son apenas seis y tiene graves problemas de propulsión. Las fragatas Tipo 23 son escasas y algunas están siendo canibalizadas. Los submarinos de ataque de la clase Trafalgar están al final de su vida útil, los clase Astute tienen problemas de diseño y de construcción y el programa de los mismos lleva un tremendo retraso. Los británicos no sólo están escasos de submarinos, también carecen casi por completo de aviones antisubmarinos. Entre tanto la aviación naval rusa tendría en servicio 22 aparatos de diferentes variantes del avión antisubmarino y de patrullado marítimo Tupolev Tu-142, que además se encontrarían en proceso de modernización.
 
El Brexit, la salida británica de la Unión Europea, afectó negativamente la cohesión del continente. Para el colmo franceses y alemanes están impulsando la iniciativa del Ejército Europeo. ¡En la lista de sus potenciales enemigos figuran los propios Estados Unidos de Norteamérica!
 
Por su parte China también se está consolidando como potencia militar y controla casi por completo el Mar del Sur de China. También los chinos desarrollaron poderosos misiles antibuques. Los asiáticos comprendieron muy bien la importancia de la guerra cibernética y en ese sentido se volvieron un grave peligro para las potencias occidentales.
  
Norteamericanos y británicos comenzaron a reaccionar, pero por momentos lo están haciendo mal y tal vez tarde. Sustentaremos nuestra afirmación.
 
Segunda parte: