LAS FFAA ARGENTINAS Y LA PROYECCIÓN ESTRATÉGICA

06.11.2012 18:21

 

Si bien en los últimos años se desaceleró el deterioro de algunos activos de las FFAA argentinas, ese freno en la pérdida de capacidades se dio básicamente a nivel táctico.

 

Se compraron equipos para las unidades de Inteligencia y Comunicaciones del Ejército, material para Ingenieros, se está iniciando el proceso de modernización del TAM (Tanque Argentino Mediano), se están incorporando vehículos blindados para las unidades mecanizadas de infantería y se adquirieron y repararon algunos helicópteros.

 

En lo referente a la Armada Argentina podemos mencionar la repotenciación de los misiles Aspide que equipan a los destructores MEKO 360, el recorrido de los misiles Exocet, la compra de armas antitanque para la Infantería de Marina, la repotenciación de sus tanquetas, por dar algunos ejemplos.

 

En lo referente a la Fuerza Aérea Argentina podemos mencionar la compra de dos helicópteros Mil Mi-17 y la adquisición de radares militares de desarrollo y construcción nacional.

 

La capacidad de proyección estratégica, en tanto, quedó estancada e incluso se redujo. El problema no es de ahora, parece haber empezado poco después de finalizada la Guerra de Malvinas.

 

El portaaviones ARA “25 de Mayo”, probablemente el mayor activo estratégico que haya tenido la Argentina, fue radiado de servicio y finalmente vendido para ser desguazado, bajo el gobierno de Carlos Saúl Menem. No fue lo único que se perdió en ese período, también fue cerrado el Astillero Ministro Domecq García, donde debían ser construidos cuatro submarinos TR-1700. En el año 2004 el astillero fue reinaugurado.

 

En la misma época la Fabrica Militar de Aviones fue concesionada a la firma norteamericana Lockheed Martin, la cual abandonó la política de fabricación y desarrollo para dedicarse primordialmente a actividades de mantenimiento. En el 2009el establecimiento volvió a manos del gobierno argentino.

 

En lo concerniente al ARA “25 de Mayo”, como es sabido, nunca fue reemplazado. En cuanto a los submarinos TR-1700, nuestro país cuenta sólo con dos de ellos, ambos construidos en Alemania. De los cuatro que debían construirse en el país, ninguno fue finalizado. Sí se están realizando los trabajos de media vida del ARA “San Juan”. Se desconoce el estado operativo exacto de los otros dos submarinos con que cuenta la Armada Argentina: otro TR-1700 y un Type 209.

 

Nuestro país también se quedó sin buques de desembarco de tanques, el ARA “Cabo San Antonio” fue dado de baja en 1997. La Infantería de Marina tiene como medio principal de proyección al transporte multipropósito ARA “Hércules”, un destructor tipo 42 adaptado para hangarar dos helicópteros Sea King. El desembarco se hace primordialmente desde lanchas Zodiac Mark V y helicópteros utilitarios Sea King.

 

Si bien la IMARA cuenta con vehículos blindados de desembarco, la falta de una nave adecuada impide la rápida proyección de los mismos.

 

Para afianzar su valor estratégico la Armada Argentina necesita un buque de asalto anfibio (idealmente dos) y una flota de submarinos acordes a las vastedades de las aguas de jurisdicción argentina. A falta de portaaviones, debería contar al menos con un portahelicópteros, que podría fungir también como buque de asalto anfibio.

 

El estado de la Fuerza Aérea Argentina es el más preocupante. Con una importante escasez de aviones de combate (una gran parte de los cuales son obsoletos) su capacidad de proyección estratégica es casi nula.

 

La FAA trata de compensar la falta de aeronaves con armas que le dan cierta - mínima - capacidad de proyección. Así podemos mencionar a la serie de bombas Dardo, de desarrollo y construcción nacional. Los modelos más recientes de las mismas con el tiempo podrían evolucionar hacia un misil de crucero.

 

También queremos mencionar el proyecto Gradicom del Citedef, el cual con el tiempo podría evolucionar hacia artillería de largo alcance e incluso a diversos tipos de misiles.

 

Todo lo mencionado es, sin embargo, demasiado modesto. No es nuestra intención buscar responsables sino mostrar una situación que debe ser revertida. Lamentablemente se perdieron algunas oportunidades que podrían no repetirse. Habrá que multiplicar el esfuerzo y aguzar el ingenio para dotar a nuestras FFAA de medios de proyección adecuados para la eficaz defensa de nuestro territorio continental y que dé credibilidad a las acciones diplomáticas tendientes a recuperar los archipiélagos del Atlántico Sur.

 

De no ser así, situaciones como la de la fragata ARA “Libertad” podrían repetirse y multiplicarse. Y no pretendemos hacer partidismo ni hablar de ideologías. Se trata de una cuestión de soberanía. En materia de soberanía no se puede claudicar.