LAS PUERTAS DEL INFIERNO, CONTINUACIÓN: ST. GALLEN, SUIZA

06.07.2021 08:52
 
Para lograr sus fines, dice Alta Vendita, se infiltraría a la Iglesia con jóvenes e incluso niños: "Ustedes se inventarán, a bajo costo, una reputación de buenos católicos y puros patriotas. Esta reputación pondrá el acceso a nuestras doctrinas en medio del clero joven, así como profundamente en los monasterios. En unos años por la fuerza de las cosas, este joven clero habrá invadido todas las funciones; formarán el consejo del soberano, serán llamados a elegir un pontífice que reinará... Como la mayoría de sus contemporáneos [el Papa], estará necesariamente más o menos imbuido de los principios italianos y humanitarios que vamos a empezar a poner en circulación".
 
¿Hay pruebas de que eso haya tenido lugar o de que al menos se haya intentado? Describiremos algunos hechos, tal vez en última instancia el lector deba formarse un juicio propio.
 
En el año 1995 ó 1996 (dependiendo de la fuente que se considere) se reunió por primera vez en St. Gallen, Suiza, un grupo de cardenales y obispos católicos. Ellos se autodenominaron mafia, por lo que se los conoce como Grupo, Club o Mafia de St. Gallen. Tenían algo en común, eran, por definirlos de algún modo, progresistas. Al menos algunos de ellos se pondrían al límite de la herejía modernista o caerían bastante abiertamente en ella. Eran los años en que la salud de Juan Pablo II comenzaba a declinar rápidamente y se afirma (sería bueno que aparecieran más pruebas pero después de todo era la "Mafia") que el grupo quería impedir que en el cónclave que seguiría a la muerte del pontífice polaco fuera electo como su sucesor el Cardenal Ratzinger. Ellos querían a alguien afín a sus ideas progresistas. 
 
Los miembros más prominentes del grupo habrían sido el Cardenal jesuita Carlo Maria Martini, el obispo y más tarde cardenal Karl Lehmann, el obispo Walter Kasper y el muy liberal cardenal Godfried Danneels, quien dio testimonio público de la existencia del Club (no tenemos conocimiento de que alguien lo haya desmentido). Existe una fotografía de Danneels celebrando misa con vestimentas arcoíris. Además de admitir la participación en la camarilla dentro de la Iglesia y promover la homosexualidad, el Cardenal Danneels participó activamente en una reunión masónica, vestido con regelia masónica. Según el sitio lepantoin.org, en el 2008, Danneel admitió vestirse con el atuendo blanco ritual de la masonería para dar una conferencia en el Templo Masónico de Bélgica.
 
Tras la elección de Jorge Bergoglio como nuevo Papa, el grupo dejó de existir. No fueron las reuniones de la Mafia de St. Gallen lo único inusual que tuvo lugar en esa localidad suiza. (Continuará) 
 
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