LOS BRITÁNICOS ESTÁN SERIAMENTE PREOCUPADOS POR SU EJÉRCITO
Mientras el gobierno británico planea reducir el número de soldados de tiempo completo, es decir los del British Army (Ejército Británico), sustituyéndolos por voluntarios de tiempo parcial del Territorial Army (Ejército Territorial), arrecian las críticas a ese programa, parcialmente puesto en marcha. Ahora es un grupo de miembros conservadores de la Cámara de los Comunes del Parlamento Británico el que se opone a los planes del gobierno de coalición. Los conservadores pertenecen a ese gobierno de coalición.
Según los parlamentarios rebeldes se corre el riesgo de socavar la capacidad de las fuerzas armadas británicas. Argumentan que muchos empleadores no quieren perder a su personal durante meses, cuando se pretende desplegar al mismo en el extranjero. Los parlamentarios también argumentan que el costo de entrenar a un reservista es mayor que el de entrenar a un soldado de tiempo completo, lo cual habría sido admitido por el gobierno, aunque éste se niega a dar datos precisos. El hecho de que actualmente sólo uno de cada cuatro reservistas está en condiciones de ser desplegado agrava el panorama.
La respuesta oficial (u oficiosa) provino del saliente Jefe del Ejército Británico, General Sir Peter Wall, que está llegando al final de su mandato como Jefe de Estado Mayor. Wall dijo que es necesario lograr que los empleadores apoyen al gobierno para que el plan de reducción de efectivos del British Army tenga éxito. Es decir, Wall cree que el sector privado debería financiar, al menos en parte, a la reserva, facilitando la disponibilidad de sus efectivos.
En nuestra opinión la cifra a la que se pretende llegar con la reducción de efectivos del ejército inglés (82.000 soldados) es más que suficiente para esa nación insular. Los británicos deben comprender que su época imperial ya terminó y deben obrar en consecuencia. Devolver las islas del Atlántico Sur a manos argentinas sería una medida coherente con esa situación.
Lamentablemente las intenciones británicas son muy diferentes. Por esa razón el gobierno argentino debe acompañar los embates diplomáticos por Malvinas y demás archipiélagos del Atlántico Sur con una recomposición de sus Fuerzas Armadas. La Fuerza Aérea Argentina se encuentra en estado crítico. La situación de la Armada Argentina no es mucho mejor. Apoyamos los esfuerzos diplomáticos del gobierno argentino, pero dado el actual estado de situación los mismos corren el serio riesgo de ser totalmente estériles sin un poder militar con verdadera capacidad de disuasión. Hoy por hoy esa capacidad es mínima y es poco lo que se hace para revertir la situación. Eso es lamentable ya que el momentáneo debilitamiento militar británico haría que cualquier esfuerzo por mejorar la situación de las Fuerzas Armadas argentinas tuviera un efecto disuasivo real.