LOS DEMÓCRATAS PROMUEVEN EL "TIRO AL BLANCO"

28.06.2021 09:16
 
Finalmente y presionada por la inminente visita de Donald Trump a la zona, la vicepresidente estadounidense Kamala Harris viajó a la frontera sur de su país. Voló a la zona de El Paso (a más de mil doscientos kilómetros del epicentro del problema), se quedó tan sólo seis horas, pasó la mayor parte de ese tiempo en el aeropuerto y aseveró que los niños migrantes muestran optimismo. No es verdad, en las instalaciones gubernamentales se les quitan los cordones del calzado porque muchos, apartados de sus padres, desarraigados y hasta abusados, manifiestan ideaciones suicidas. Harris se llenó la boca hablando de las "causas raíz" de la catástrofe humanitaria en la frontera cuando es bien claro que la migración ilegal es producida por la política más permisiva en la materia de la que tengamos memoria. Los narcotraficantes y los traficantes de seres humanos están de parabienes. Durante la visita de Harris sus comentarios plagados de ignorancia estuvieron a la orden del día. La vicepresidente es quien deberá sustituir a Joe Biden cuando el deterioro cognitivo del presidente alcance niveles insostenibles, punto al que se acerca raudamente día a día.
 
Biden acaba de ordenar ataques aéreos contra instalaciones de milicias respaldadas por Irán, en la frontera entre Irak y Siria. Es el mismo Biden que está tratando de revivir el acuerdo sobre el programa nuclear iraní. El gobierno de Irak ya condenó los ataques como una violación flagrante e inaceptable de su soberanía. Mientras ordena bombardear objetivos al otro lado del mundo, el presidente y su entorno fomentan la división interna en su propio país. En todos lados, comenzando por las escuelas, se impulsa la teoría crítica racial (CRT). La misma afirma, básicamente, que toda persona blanca es racista y culpable de toda discriminación ocurrida en el pasado. La propia Constitución estadounidense es tildada de xenófoba. La CRT no es más que un instrumento de odio del marxismo que pretende sembrar la división y el caos para tomar el control. Es parte de la misma política que dio lugar al desfinanciamiento de la policía por el cual el crimen en las ciudades estadounidenses crece a niveles récord. Las estadísticas de muertos son encabezadas por gente de color, asesinada mayormente por pandillas de gente de color. Negros y latinos piden a gritos el retorno de la policía a sus barrios.
 
El problema no es exclusivamente estadounidense, en la Unión Europea se implementaron políticas parecidas. En Europa el lema "disuelve y coagula" comenzó a materializarse hace tiempo, por eso los británicos optaron por el brexit. Las fronteras internas desaparecieron, se fomentó la inmigración musulmana, quienes se oponen a la misma son tildados de intolerantes. Esta política es funcional a un Nuevo Orden Mundial, donde no habrá naciones ni fronteras, donde la dependencia del Estado será casi total, donde no habrá derecho a la libertad de expresión, libertad que ya se ve coartada por una suerte de monopolio de los grandes medios y de los gigantes de la tecnología que decidirán qué debemos saber y qué no. De hecho, recordemos que Facebook suspendió por dos años la cuenta de Donald Trump y durante mucho tiempo censuró sistemáticamente todo mensaje que sostuviera que el covid-19 escapó de un laboratorio chino, hipótesis que se funda en numerosos indicios.
 
Son tiempos difíciles pero seguir mirando para otro lado mientras se avanza sobre nuestras libertades individuales podría ser fatal. Si somos blancos somos racistas, si somos del centro o de derecha somos fascistas.  Periódicamente se nos prohíbe acudir a los templos, podemos ir al supermercado y a los bancos pero no a misa, se habla de "distanciamiento social" (al cual no nos oponemos totalmente pero cuestionamos su denominación). No hay problema, podemos seguir trabajando desde nuestras casas y continuar pagando impuestos para mantener a aquellos que perdieron su trabajo por cuarentenas cuestionablemente largas, así acrecentaremos el número de personas que dependen del Estado y por ende son más fáciles de manipular. Todavía hay unos 75 laboratorios de virología chinos funcionando y nos preguntamos por qué la administración Biden no hace nada al respecto. Ni bien el covid-19 comenzó a propagarse, los chinos restringieron los movimientos internos pero siguieron permitiendo los viajes al exterior. Nadie les pide explicaciones, es muy fácil distraer a la sociedad con el fútbol, el romance entre J.Lo y Ben Affleck y los "agudos" comentario del expríncipe Harry. ¡Disfrutemos del espectáculo! 
 
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