LOS PROBLEMAS DEL F-35B Y LA CUESTIÓN MALVINAS

25.02.2014 10:20

Los británicos nos están acostumbrando a cierto nerviosismo crónico de su parte en lo que concierne a la cuestión Malvinas. Posiblemente en parte sea una actitud fingida que busca presionar al gobierno de Londres a hacer mayores inversiones en el área de defensa. En parte la inquietud de algunos ingleses comienza a tener cierto fundamento. Entre los factores que dan sustento lógico a la preocupación británica se encuentran, sin dudas, los constantes problemas de desarrollo del avión de combate multifunción F-35, cuya variante de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL), reemplazará a los Harrier y a los Sea Harrier - vendidos al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos - y también a los aviones Tornado de la RAF.

 
El programa de desarrollo de los F-35 estuvo y sigue estando plagado de problemas, algunos de ellos normales en el desarrollo de aparatos tan complejos, otros no tan normales. En enero y febrero del pasado año 2013 todos los F-35B permanecieron en tierra por la mala calidad de una línea hidráulica. Se trataba de una línea hidráulica, que en lugar del fluido hidráulico tradicional, utiliza combustible como forma de reducir el peso. Apenas días después de haberse reanudado los vuelos de la variante F-35B, el Pentágono ordenó que todos los F-35 pertenecientes a las tres variantes del Joint Strike Fighter permanecieran en tierra mientras se investigaba la causa de una rajadura descubierta el martes 19 de febrero en un álabe (paleta) del motor de un F-35A, o sea en la variante convencional. Entre tanto hubo otra noticia que pasó relativamente desapercibida. La misma se produjo después de que la variante STOVL fuera autorizada a volar tras permanecer varias semanas en tierra por el problema en una línea hidráulica y antes de la cancelación de los vuelos de todas las variantes por el problema de la rajadura del álabe en el motor del AF-2. Algunas  piezas del sistema de administración de energía térmica del aparato BF-2 tuvieron que ser sometidas a inspección después de que el avión tuviera humo en la cabina de mando. Ese hecho se produjo el 14 de febrero del 2013.

No queremos aburrir al lector con un cúmulo inmanejable de datos. Con los ejemplos enumerados con anterioridad pretendemos mostrar los problemas que enfrenta el programa. De todos modos - lejos de estar resueltos - algunas dificultades persisten y retrasarán la entrada en servicio de al menos alguna de las variantes. La más comprometida es la variante STOVL, es decir la variante "B" del F-35.

 
A los problemas del software que de por sí influirán sobre la fecha de entrada en servicio, se suman nuevas grietas estructurales en el F-35B, que obligan a hacer un alto en las pruebas de durabilidad en tierra hasta el último trimestre de este año y obligarán a agregar peso a esta variante, que de por sí tuvo serias dificultades con esa característica. 
 
El caza de ataque F-35, diseñado para evadir radares, lanzar ataques a tierra y lograr la superioridad aérea destruyendo aviones enemigos, sigue presentando problemas. Está quedando cada vez más claro que el F-35 no satisface las necesidades estratégicas de los EEUU. El JSF F-35 Lightning II fue diseñado para imponerse en un campo de batalla donde predominan los misiles de corto y medio alcance. Ese tipo de escenario bélico está desapareciendo. Los misiles de largo alcance trabajando en conjunto con radares potentes y poco lábiles a las contramedidas cambiaron las reglas del juego. Los aviones de alerta temprana hacen el resto. Las armas de defensa aérea incluyen sistemas capaces de destruir en el aire bombas y misiles crucero. Además los ejércitos ya no se aglutinan en un espacio reducido. La dispersión de fuerzas, su ocultamiento y enmascaramiento y otras tácticas parecidas, hacen que cobren importancia aeronaves con capacidad de cargar mayor cantidad de armas y combustible. Hoy por hoy, en guerras de alta intensidad el F-35 sobreviviría poco tiempo. Para las de baja intensidad es caro. En realidad es caro para todas ellas. Y si hablamos del F-35B todo eso empeora. Su reducida capacidad de cargar armas y combustible lo hacen obsoleto.

En lo que se refiere a los británicos, la fecha de la botadura del portaaviones HMS Queen Elizabeth se acerca inexorablemente. Inicialmente deberá conformarse con portar helicópteros. Algunos analistas afirman que el F-35B difíclmente estará plenamente operativo antes del 2025. Sería insensato afirmar que Argentina está en condiciones de recuperar las Islas Malvinas por la fuerza y retenerlas indefinidamente. Si bien en estos momentos la flota británica está en un pésimo momento y todavía no cuenta con portaaviones ni aviones para ser embarcados en ellos, siempre existe el peligro de que la misma reciba apoyo estadounidense. Sin embargo los británicos no pueden darse el lujo de hacer cálculos simplistas. Posiblemente Brasil se opondría con extrema dureza a una intervención estadounidense en el Atlántico Sur. Además Argentina terminó de reparar los submarinos ARA "San Juan" y ARA "Salta". Está previstá la entrada al astillero del ARA "Santa Cruz" para el cambio de sus baterías y la reanudación de la construcción del submarino ARA "Santa Fé". La Armada Argentina comienza hoy el primer ejercicio integrado del año. El ejercicio comienza muy temprano en el año. El año pasado ese hecho tuvo lugar mucho más tarde. Mal que mal las Fuerzas Armadas argentinas ven mejorar - si bien muy levemente - su situación operativa. Y aún así, las Fuerzas Armadas argentinas siguen en clara desventaja frente a los británicos. La Fuerza Aérea Argentina atraviesa un momento crítico. Cualquier aventura militar argentina sería eso: una insensata aventura. Pero los británicos no pueden permitirse contar con la sensatez argentina. Eso los pone nerviosos.