TRES DÍAS DE OSCURIDAD

22.10.2022 11:40
 
A pesar de los grandes costos humanos que implican para los ucranianos los ataques hacia Kherson, en el sur, los mismos tienen resultados muy limitados. No importan ni la gente sacrificada ni el dinero gastado, la administración Biden sigue promoviendo esos embates, quienes mueren no son ciudadanos estadounidenses. Las elecciones de medio término de los EEUU están a la vuelta de la esquina y no hay mucho que mostrar pese a las obscenas sumas de dinero enviadas a Kiev. Las maniobras por ocultar la total incapacidad de la actual administración norteamericana son cada vez más desesperadas.
 
Las tropas de Zelenski intentan destruir los puentes ubicados en la retaguardia rusa para cortar el flujo de suministros a las fuerzas de Putin. Entre tanto desde Crimea, también en el sur, son lanzados los drones de origen iraní Shahed 136. El alcance de los mismos es de casi 2.500 kilómetros de modo que pueden alcanzar prácticamente cualquier punto en Ucrania. Esos drones suicidas junto a los misiles Iskander forman parte de un bombardeo ruso que lejos de detenerse parece haber recrudecido en las últimas horas. La mayor parte de los objetivos golpeados están relacionados con la actividad militar y con el suministro de energía eléctrica. Ucrania está a oscuras.
 
Estos días trascendió un hecho ocurrido el 29 de septiembre y que es un claro indicador del grado de tensión entre Rusia y algunos miembros de la OTAN. Un avión de combate ruso Su-27 Flanker lanzó un misil cerca de un avión espía británico RC-135 que patrullaba en espacio aéreo internacional sobre el Mar Negro. El Ministro de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, reveló el hecho recién anteayer y atribuyó el disparo a un presunto accidente. Las probabilidades de que un misil se dispare sólo son prácticamente nulas y el largo silencio británico sobre el hecho es más que elocuente. Un choque directo entre los rusos y la OTAN podría ser una mera cuestión de tiempo; tal vez de poco tiempo.
 
Otros hechos llamativos están ocurriendo en Europa, más precisamente en Suecia. De las rutas (carreteras) suecas estarían desapareciendo cámaras radarizadas. El número de dispositivos fotográficos robados ascendería a unos 160. Se trata del mismo tipo de cámara que habría sido encontrado en drones rusos Orlan-10. Se non è vero, è ben trovato. La Inteligencia sueca dice no poder dar información sobre una investigación confidencial en curso. El Orlan-10 es un vehículo aéreo no tripulado de reconocimiento desarrollado para las Fuerzas Armadas Rusas. Estos aparatos cuentan con un casco compuesto que reduce su firma de radar, es decir que son furtivos. Suelen ser desplegados en grupos de dos o tres; el primero se utiliza para reconocimiento a una altura de 1.000 a 1.500 metros, el segundo para guerra electrónica y el tercero para la retransmisión de datos. 
 
Más allá de estos hechos puntuales que muestran el grado de determinación de los rusos, hay sucesos mucho más dramáticos. Moscú sigue haciendo una acumulación masiva de tropas y armas, no sólo en el oeste de Rusia sino también en Bielorrusia. Entre tanto buena parte de Europa parece no encontrar el rumbo. Tras la renuncia de la Primer Ministro británica Liz Truss - estuvo en el cargo apenas 45 días - se habla del retorno a ese puesto de Boris Johnson. En medio de la crisis energética más grave jamás sufrida por los europeos, las fiestas al estilo "traiga su propia bebida" de Johnson, podrían volver al número 10 de Downing Street. El desgarbado político británico es el símbolo de una Europa que, con la ayuda del Estado Profundo norteamericano, parece buscar su propia destrucción. Lo está logrando.
 
"El Señor dijo a Moisés: 'Extiende tu mano hacia el cielo, para que Egipto se cubra de una oscuridad tan densa que se pueda palpar'. Moisés extendió su mano hacia el cielo, y una profunda oscuridad cubrió todo el territorio de Egipto durante tres días." - Éxodo 10, 21-22
 
Artículo relacionado: