ZELENSKI CAYÓ EN LA TRAMPA

30.08.2022 08:37
 
Después de semanas de anuncios incumplidos, Volodímir Zelenski decidió, finalmente, iniciar la "contraofensiva de Kherson". Las tropas ucranianas lanzaron un contraataque en la zona occidental del frente sur. Ahí las fuerzas de Kiev concentraron su artillería, incluidos los sistemas de artillería de cohetes de alta movilidad HIMARS, provistos por los EEUU. Están cayendo en una trampa hábilmente urdida por los rusos. Si creemos la versión rusa (y usualmente el Kremlin exagera menos que los ucranianos), la concentración de los HIMARS permitió que el 60% del total de los mismos hayan sido destruidos. Los rusos también afirman que desde el inicio de la así denominada contraofensiva, los ucranianos perdieron unos 1.200 hombres en unas 24 horas. Medios rusos y serbios dan por destruidos decenas de tanques y vehículos de combate de infantería de las fuerzas de Kiev. La ofensiva es siempre más costosa que la defensa. Acosado por la falta de éxitos militares, el presidente ucraniano habría tomado la decisión de pasar al ataque personalmente y muy probablemente contra el consejo de los altos mandos de su país. La respuesta de Moscú no se hizo esperar y un golpe de los paracaidistas rusos repelió la primera oleada ucraniana cerca de Nicolaiev. No importa, Zelenski insiste y el contraataque puede extenderse por días o hasta algunas semanas pero está destinado al fracaso. Los rusos no tienen apuro, el invierno no le jugará en contra a ellos, más bien amenaza con congelar a una Europa, terriblemente necesitada del gas siberiano. Además, mientras los ucranianos chocan con las líneas de defensa de su enemigo, éste continúa avanzando en el Dombás. Putin se preparó para la jugada occidental durante semanas, al punto que en el ínterin creó una nueva gran unidad: el Tercer Cuerpo de Ejército. En estos días fueron grabadas escenas de largas formaciones ferroviarias transportando material militar a Ucrania, incluidos al menos dos tipos de tanques y artillería autopropulsada. Zelenski cayó en la trampa.
 
Hay varias explicaciones posibles para la decisión del cómico ucraniano. Su situación política interna es tan delicada que teme ser desplazado del poder por los altos oficiales ucranianos, muchos de los cuales miran con gran disgusto la intromisión de Zelenski en las decisiones operacionales. Por otra parte, su máximo aliado, el presidente demócrata estadounidense Joe Biden, está en graves problemas. El empresario y cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, admitió haber recibido presiones del FBI para que los temas relacionados con el hijo de Joe, Hunter Biden, recibieran un tratamiento diferencial en la mencionada plataforma digital. Hunter está muy seriamente sospechado de tráfico de influencias. No faltan en su lista de clientes algunos empresarios ucranianos... A buen entendedor, pocas palabras.
 
Hay más, siempre hemos sostenido que la industria militar británica y estadounidense privilegiaban el negocio por encima de la calidad y la eficacia de sus productos. Hace semanas muchísimos aviones de combate F-35 debieron ser dejados en tierra por graves inconvenientes técnicos. Ahora el portaaviones británico HMS Prince of Wales quedó varado frente a la costa sur de Inglaterra a poco de zarpar hacia los Estados Unidos, al parecer debido a problemas de propulsión. Sabemos que los destructores Type 45 británicos también sufren problemas de propulsión. En momentos en que China está cada vez más cerca de invadir Taiwán esos son inconvenientes gravísimos. La "contraofensiva" de Kiev puede desviar la atención hacia otro lado - mientras dure, claro.
 
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