ESTADO GENERAL DE LAS FUERZAS ARMADAS BRITÁNICAS AL 15/6/2013 (primera parte)
En nuestro anterior informe sobre el estado general de las fuerzas armadas británicas escribíamos que “la defensa británica viene sufriendo algunos lustros de pésimo manejo político y económico-financiero. El actual gobierno de Londres logró poner las cuentas más o menos en orden, pero no está mostrando la misma prolijidad ni el mismo empeño en poner en orden la estructura del aparato militar británico. De hecho el ordenamiento financiero terminó afectando la capacidad operativa de las fuerzas armadas británicas.”
“Si bien a partir del año 2015 el presupuesto de defensa británico debería crecer el 1% anual en términos reales, ahora surgió la duda si el gobierno comenzará a hacer efectivo ese incremento en el 2015 o en el 2016. Lo que antes parecía muy claro ahora parece haber transformado una cuestión presupuestaria en una cuestión semántica y viceversa. De hecho los militares británicos temen que haya más recortes antes de que se empiece a incrementar el presupuesto.”
De hecho todo indica que los habrá. Danny Alexander, el Secretario en Jefe del Tesoro británico dijo que: "en un departamento que tiene más caballos que tanques, hay margen para el ahorro con eficiencia sin afectar nuestra capacidad militar general que, por supuesto, es lo que tenemos que mantener.”
El Ministro de Defensa Philip Hammond afirma que los ahorros se harán de ese modo. No habrá más despidos de personal. Se buscará lograr un gasto eficiente, sin reducción de efectivos de las fuerzas armadas. Para ello ya tiene un plan. Dado que el 48% de los contratos del sector de defensa británico están en manos de una sola empresa, es más, son muchos los que están en manos de la misma empresa, Hammond planea crear un cuerpo independiente para supervisar los contratos que deban ser adjudicados sin competencia, de forma directa. De ese modo buscará evitar que las empresas en cuestión tengan ganancias desmedidas. Habrá que ver si lo logra.
Pero los problemas de Hammond y de las fuerzas armadas británicas no terminan ahí. En nuestro informe del 19 de febrero de este año expresábamos: “para finalizar digamos que el constante involucramiento de las fuerzas armadas británicas en diferentes conflictos no genera sólo experiencia sino también (y tal vez principalmente) un fuerte desgaste. No se puede pretender tener una influencia militar global con las fuerzas armadas que tiene Gran Bretaña hoy en día.” Ahora el propio titular del Ministerio de Defensa británico (MoD) nos da la razón.
Durante una visita a la principal base británica en Afganistán, el ministro acaba de expresar que hay una sensación de cansancio de la guerra entre los países que participaron en el conflicto casi continuo desde los ataques del 11 de septiembre del 2001 en los EEUU. Llamó a ese cansancio "el fenómeno Vietnam”. En ese sentido las afectadas son las tres fuerzas, aunque los Royal Marines y el Ejército Británico llevaron la peor parte debido a que tienen la mayor parte de su personal en tierra. Afganistán dejó 444 británicos muertos y miles de heridos con serias consecuencias físicas.
Hay otro problema relacionado con Afganistán. El retiro de tropas y equipos será costoso. Tan costoso que los británicos están buscando algún país de Medio Oriente, para volver a establecer allí sus bases. Lo que algunos califican como una cuestión geoestratégica otros lo consideran un mero intento de ahorrar gastos, dejando al menos parte del equipo en la región.