LA ROYAL NAVY EMPRENDERÁ SU DESPLIEGUE MÁS RIESGOSO DESDE LA GUERRA DE MALVINAS

26.04.2021 08:58
 
El comienzo del despliegue del Grupo de Batalla de portaaviones británico a Asia-Pacífico se acerca. Es hora de desnudar las debilidades del mismo. Ya hemos mencionado que en el 2019 el portaaviones HMS Queen Elizabeth debió abandonar las pruebas de mar debido a una filtración de agua que dejó algunos sectores del buque "con el agua hasta el cuello". En marzo del corriente año sufrió una "fuga" en un trayecto desde Portsmouth a Escocia. Los escoltas antiaéreos británicos serán los destructores Type 45 HMS Defender y HMS Diamond. A fines del 2017 el Diamond tuvo que abandonar un despliegue en el Golfo Pérsico que debió durar nueve meses a sólo dos de haber permanecido en la región, probablemente por problemas de propulsión. En el 2018 habría tenido otra falla similar. El ex Director de capacidad operacional del Ministerio de defensa del Reino Unido, el Contraalmirante Chris Parry, afirmó que bajo el agua los Tipo 45 suenan como "una caja de llaves para tuercas". También serán de la partida dos fragatas Type 23, dos buques de la Real Flota Auxiliar y un submarino de la problemática Clase Astute. Los Clase Astute tienen un largo historial de percances de todo tipo, desde una encalladura hasta una colisión con un buque mercante. La fragata holandesa y el destructor estadounidense que serán de la partida podrían separarse del grupo para cumplir con los intereses de sus propias naciones.
 
Una de las cuestiones que parece preocupar a los británicos es algún eventual problema técnico en el QE, por su tamaño son pocos los puertos a los largo del trayecto en lo que podría recalar en caso de algún problema técnico grave. 
 
El Grupo de Batalla deberá atravesar diversos estrechos y canales, incluido el Canal de Suez, que hace apenas algo más de un mes quedó bloqueado durante seis días por el buque mercante Ever Given. Atravesar el Mar del Sur de China hacia Japón tendrá sus propios peligros. China se muestra cada vez más hostil pero tiene fuertes intereses económicos y comerciales que suavizan apenas un poco su agresividad cuando se trata de los Estados Unidos. Un grupo de batalla británico podría sufrir algún tipo de hostigamiento con menos consecuencias diplomáticas y comerciales que un grupo estadounidense. Hay un dato que no debería pasar desapercibido: hace apenas tres días, el 23 de abril, los chinos botaron un buque-muelle de aterrizaje para helicópteros (LHD), un destructor furtivo de misiles guiados Tipo 055 (de 13.000 toneladas) y un submarino de misiles balísticos Clase Jin, todos el mismo día. Aún no mencionamos que tras la última demostración de fuerza rusa, Europa quedó con los nervios crispados y que con el alejamiento del grueso de la flota británica, el Mar del Norte y el Ártico podrían convertirse en un verdadero hervidero de submarinos rusos que ya navegan por la zona a sus anchas. Como se puede percibir con claridad, la Royal Navy está por emprender una especie de aventura militar en la que los riesgos serán la norma, no la excepción. Queda flotando en el aire la pregunta acerca de la sensatez de este despliegue.
 
Fuentes: Navy Lookout; The Sun; ukdefencejournal.org.uk; Wikipedia; navalnews.com y archivo de GEOESTRATEGIA
 
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