GRAN BRETAÑA DEBIÓ PEDIR AYUDA PARA PERSEGUIR A UN SUBMARINO EN SUS PROPIAS AGUAS
09.12.2014 19:14
Aeronaves de patrullado marítimo de los Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y Francia debieron ser desplegadas en auxilio de las fuerzas británicas que perseguían a un supuesto submarino ruso en aguas escocesas. El hecho tuvo lugar en los últimos días de noviembre y la primera semana de diciembre, cuando un periscopio fue avistado frente a la costa oeste de Escocia, si bien no queda totalmente claro si la nave intrusa entró en aguas de jurisdicción británica o no, aunque semejante despliegue permite inferir que sí lo hizo o que se aproximó mucho a las mismas. De la cacería del supuesto submarino también habrían participado al menos una fragata Type 23 (tipo 23) y un avión Sentinel de la RAF, que habría tratado de detectar el periscopio del "submarino hostil" con su radar.
Gran Bretaña quedó sin aeronaves de patrullado marítimo desde que sus Nimrods fueron literalmente cortados en rodajas. El Nimrod MRA4 fue un proyecto de avión de patrulla marítima y ataque que debió haber reemplazado a los Hawker Siddeley Nimrod MR2 que se encontraban en servicio en la Royal Air Force. Se trataba de aeronaves Nimrod MR2 reconstruidas, que podrían así extender la vida operativa del sistema durante varias décadas. EL programa MRA4 fue finalmente cancelado en el año 2010 como resultado de la Revisión Estratégica de la Defensa y de la Seguridad (SDSR, por sus siglas en inglés).
Para empeorar las cosas, la fuerza de submarinos de la Royal Navy sigue con numerosos problemas. Los incendios a bordo de los submarinos nucleares británicos siguen siendo un hecho corriente. Uno de los más serios de los últimos años tuvo lugar a bordo de un SSBN (submarino nuclear protador de misiles balísticos). Un funcionario del Ministerio de Defensa británico afirmó que los incendios podrían haber devenido en una catástrofe de proporciones mayúsculas.
Estos hechos se suman a un listado alarmantemente largo de accidentes y problemas de los submarinos británicos. Después del último incidente conocido de un submarino de la clase Trafalgar - que tuvo lugar el año pasado - el organismo británico Defence Nuclear Safety Regulator (Regulador de la Seguridad Nuclear de la Defensa o DNSR, por sus siglas en inglés) expresó lo siguiente sobre los submarinos de esa clase: “Parece como si los almirantes en Whitehall hubieran anulado la seguridad nuclear al exigir que las restantes naves antiguas se mantengan en servicio como una medida provisional de cuerda y cinta adhesiva." Las debilidad de las fuerzas armadas británicas está quedando al desnudo en el peor momento: cuando los rusos presionan a Europa y miden su capacidad de respuesta. La incapacidad británica es evidente. Los ingleses necesitan apoyo de sus aliados para dar caza a un supuesto submarino. Cualquier lata flotando a la deriva podría disparar una alarma mundial.
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