Quedamos muy sorprendidos cuando Aduanas liberó en menos de una semana dos muestras de mozzarella enviadas desde Turquía, ya que en dos oportunidades anteriores, estos trámites demoraron entre cinco y seis semanas; en estos casos se utilizó la misma empresa de correo internacional, el mismo servicio y se  trataban de “muestras sin valor comercial”. Entendemos que estos procesos de importación requieren de regulación de normas, revisión de documentación, pagos, pero no sabemos que tipo de “caso especial” sea para que la liberación se dé en más o menos tiempo. 

 

Como comenté anteriormente una de las primeras muestras de mozzarella que recibimos gustó por su textura y calidad, sin embargo el proveedor cometió errores enviando fichas técnicas de otros productos, inclusive la muestra anterior  que recibimos fue analizada y se determinó que contenía grasa vegetal.

 

Ahora el proveedor se rectificó y envió el producto solicitado, una muestra de mozzarella "100 % natural" y otra de "95% natural"  para que podamos hacer las comparaciones correspondientes, estos productos están refrigerados y a la temperatura correcta,  entonces se procede con el rallado  para la preparación y horneado de pizzas. Se observó la textura de la mozzarella, su fundido, además de su sabor natural y no es mejor que el producto  que estamos comprando que es mozzarella argentina, que cumple con las características de sabor y textura para cocinar una pizza y cumplir con el requerimiento de la empresa "un buen queso para una buena pizza".

 

Son diez meses de trabajo buscando mozzarella de buenas características y más económica que la de origen argentino y ahora la expectativa de comprar mozzarella a Turquía terminó, ya no nos interesa y empezamos la búsqueda  de empresas  de productos lácteos en China.

 

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El Brexit británico trajo una serie de consecuencias negativas para la Defensa británica, más de aquellos con que Londres puede lidiar. Por un lado el Reino Unido se encuentra con el riesgo de un déficit presupuestario de hasta 20.000 millones de libras esterlinas, es decir unos 26.000 millones de dólares en los próximos diez años sólo en concepto de adquisiciones. A eso deberían sumársele gastos como la reparación de los destructores Tipo 45 con graves problemas de propulsión.

 

Por otra parte, al retirarse de Europa, el Reino Unido quedó sin el apoyo de ésta por Gibraltar y con el riesgo de que los escoceses convoquen a un nuevo plebiscito. Si ser parte del Reino Unido no los hace parte de Europa no tiene sentido que estén atados a la Corona británica, al menos muchos piensan así y no dejan de tener una buena cuota de razón.

 

En lo que a Gibraltar se refiere, España tomó una actitud muy decidida. Los sobrevuelos del Peñón por parte de aviones militares ibéricos y la navegación por aguas en disputa por parte de buques de guerra españoles están a la orden del día.

 

Para empeorar la situación el problema con Rusia sigue abierto. Si Trump tuvo o tiene alguna intención de acercarse al Presidente Putin el establishment estadounidense se lo dificulta imponiendo sus propias exigencias, la tensión es mejor negocio que la paz o al menos eso creen. De hecho tampoco los rusos se muestran muy amistosos.

 

La orden de los responsables políticos de la Defensa británica a los mandos militares es de recortar gastos. ¿Más aún? Sí, más, hay que pagar los grandes proyectos que alimentan a la industria militar británica e incluso a la estadounidense. Esos proyectos se retrasan y dejan a los británicos bastante indefensos. 

 

El comienzo de la construcción de los dos nuevos tipos de fragatas está sin definir, el portaaviones Queen Elizabeth está retrasado en lo que respecta al inicio de las pruebas de mar (¡hasta se le está desprendiendo la pintura del casco!), los destructores tipo 45 esperan ser reparados, los F-35 esperan ser adquiridos y el dinero escasea y pierde valor frente al dolar. El panorama de la defensa británica es bastante oscuro y sus responsables no quieren o no pueden mejorarlo.

Después de un trámite muy engorroso en Aduanas, liberaron una muestra de dos kilogramos de mozzarella; se hicieron las pruebas y quedamos muy complacidos del sabor, color y textura del producto. Pensamos que además de tener un precio muy atractivo el producto es muy bueno y queremos importar esa mozzarella, si el compromiso comercial es de doce meses, el proveedor inclusive puede mejorar el precio.

 

Ahora estamos en plenos trámites ante Digesa y Senasa para cumplir con los requisitos exigidos, en este intercambio de comunicaciones y documentos con nuestro proveedor, éste se da cuenta que envió un producto por otro y el producto que probamos no corresponde al de su cotización. Sin embargo, asume su responsabilidad y enviará otra muestra y mantendrá el precio de su proforma.

 

En estos días, recibimos la segunda muestra de mozzarella que también nos insumió tiempo, trámites y reclamos para la liberación. Grande fue nuestra sorpresa cuando al ver el producto, éste había generado abundante agua, lo que se conoce como desuerado. Consultando con los especialistas del tema, indican que este proceso de descongelamiento no es natural, entonces decidimos analizar el producto.

 

El proveedor de lácteos contactado es una gran empresa que opera en Asia y Europa, su página web así lo indica, tiene certificaciones de calidad, sus clientes son cadenas internacionales, entonces ¿cómo es posible que envíe una muestra por otra, que no tenga el debido cuidado en el empaque del producto perecible y que no indique al agente que el transporte debe ser refrigerado? Y lo más importante, a pesar de nuestra exigencia de solicitar mozzarella 100% natural, ¿nos envía otro tipo de mozzarella?

 

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En nuestro afán de conseguir mejores precios que los ofertados en Europa y América Latina y sabiendo que los productos chinos son mejores en comparación con el resto de los países asiáticos nos decidimos en comprar dos hornos eléctricos. En la web encontramos proveedores, revisamos las páginas web y contactamos, los precios son atractivos pero somos cuidadosos dada nuestra inexperiencia.

 

La negociación no es fácil por ser un pedido mínimo, pero llegamos a un acuerdo en pagar el 50% como aceptación de la proforma y el 50% con la entrega del BL, en los días posteriores nos vemos muy presionados con mensajes enviados por correo electrónico solicitando el primer pago, situación que nos genera desconfianza, más aun cuando decidimos abonar y comparamos las proformas y nos damos cuenta que han cambiando la razón social y cuenta bancaria, pero mantienen el mismo papel membretado con letras en chino, además también nos escriben desde un correo electrónico gratuito. Esto nos hace pensar que estamos frente a timadores y nos damos cuenta que no tenemos ninguna garantía de la formalidad de esa empresa.

 

Por el tiempo invertido y repito por los precios atractivos, para mayor seguridad contactamos con un agente intermediario para que se encargue de esta transacción y verificación in situ; ya llevamos cinco meses con este tema, ya pagamos por los hornos y éstos están viajando con destino al Callao.

 

Definitivamente, el incremento del precio de los hornos será mucho mayor al que pensamos, ya que debemos pagar altos honorarios del agente, además de los aranceles, gastos bancarios por transferencia y gastos administrativos de aduanas. Sobre todo, este proceso de compra se ha extendido más de lo previsto.

Obviamente la versión oficial no está redactada con la misma claridad que nuestro título, no obstante la razón es esa: un gasto desmesurado, desequilibrado y por momentos lisa y llanamente absurdo. 

 

Mientras la Marina Real reducirá en 200 el número de efectivos de su infantería de marina, está construyendo patrulleros oceánicos de nulo valor como escoltas de sus gigantescos portaaviones Clase Queen Elizabeth, que por largo tiempo no tendrán aviones suficientes, al menos no aviones británicos. Su primerdespliegue operacional será con aeronaves estadounidenses.

 

Si se tiene en cuenta que las fragatas Type 26 siguen casi en la fase de proyecto, lo de los patrulleros oceánicos suena peor aún. La Royal Navy también deberá solucionar los problemas de los destructores Type 45, lo cual no será precisamente económico. Los submarinos Clase Trafalgar están con problemas potencialmente gravísimos y la Clase Astute está muy retrasada y no exenta de problemas de diseño y construcción.

 

Las dos naves Clase Queen Elizabeth sólo podrán operar en condiciones de seguridad coherentes si forman parte de algún grupo de tareas de alguna coalición. El antiguo Imperio Británico corre el riesgo de convertirse en una colonia de los Estados unidos de Norteamérica. 

 

La actual situación de Siria es un problema complejo y cualquier análisis prematuro sería imprudente. Ante un presunto ataque con gas Sarín por parte de fuerzas leales al Presidente Assad contra rebeldes Sirios, el Presidente Donald Trump ordenó un ataque con misiles Tomahawk contra una base en Shyrat. El ataque habría destruido instalaciones y aviones e incluso una batería de misiles antiaéreos rusos. El bombardeo marca una cambio drástico en la política exterior de Trump.

 

Los rusos protegen a Assad, lo que provocó una escalada de la tensión entre Rusia y los Estados Unidos. El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte no descarta unirse a eventuales futuros bombardeos. Los rusos habrían sido avisados del ataque por la administración Trump, de modo que no hubo bajas rusas. Si bien autoridades rusas afirman que se produjo una ruptura en las comunicaciones ruso-americanas en Siria, los norteamericanos aseguran que en la práctica no es así y que ambas naciones siguen en contacto en Siria, donde tienen un acuerdo para evitar eventuales choque entre fuerzas de ambos países.

 

La situación es muy delicada y el cambio de rumbo en la política de Trump genera muchas incógnitas y algunas preocupaciones serias. Trump parecía querer distender las relaciones con Rusia y ahora eso quedó en la nada. Rusia acaba de enviar al Mediterráneo la moderna y poderosamente armada fragata Admiral Grigorovich. El buque está dotado, entre otras armas, de misiles crucero supersónicos antibuque P-800 Oniks y misiles antibuque y de ataque a tierra 3M-54 Klub. 

 

Todas las partes deberán llamarse a la prudencia. Lamentablemente para muchos la guerra es mucho mejor negocio que la paz. En vísperas de la Semana Santa rogamos a nuestro lectores una oración por la paz.  

 

Video de la Marina de Guerra de los Estados Unidos de Norteamérica de uno de sus bombardeos a Siria:

 

www.youtube.com/watch?v=PWtOOPfP3MA

Tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, ésta tomo una postura respecto a Gibraltar que podría perjudicar el actual estado de las cosas y eventualmente favorecer a España en la disputa que mantienen ambos países en torno al único territorio del continente europeo que permanece en la lista de territorios no autónomos de las Naciones Unidas.

 

En una actitud incomprensible, el ex líder del Partido Conservador británico Michael Howard expresó que Theresa May iría a la guerra para defender la soberanía Gibraltar. Si bien España supo mantener la calma, no fue ese el caso de algunos sectores de la prensa del Reino Unido que no se privaron siquiera de insultar a los españoles. Algunos miembros y antiguos miembros de la Royal Navy incluso hablan de estar listos para ir a la guerra, aunque admiten que antes la Marina Real debería ser fortalecida. Algunos de ellos hasta especulan con el apoyo de los Estados Unidos de Norteamérica en caso de un conflicto bélico.

 

En un incidente que se relaciona con el insultante tono británico y a 35 años de la Guerra de Malvinas, la corbeta española "Infanta Cristina" navegó en aguas próximas a Gibraltar que los británicos consideran propias. Según los británicos la misma fue "expulsada" por la lancha rápida patrullera HMS Scimitar. La "Infanta Cristina" pertenece a la Clase Descubierta y presta servicios como patrullero de altura. Desplaza más de 1.600 toneladas a plena carga y está armada con  cuatro misiles antibuque RGM-84 Harpoon; un cañón Oto Melara 76 mm/62 compact; un cañón Oerlikon 20mm/120 y cuatro ametralladoras, dos de ellas pesadas. La lancha HMS Scimitar desplaza cuatro toneladas y está armada con dos ametralladoras de propósitos generales.

 

Durante este fin de semana y el día de hoy los medios británicos dedicaron títulos bastante alarmantes a un misil cuya existencia se conoce ya hace algún tiempo. Se trata del misil crucero antinbuque ruso Zircon. De golpe los británicos parece haber descubierto que el impacto de un solo Zircon es capaz de destruir a un portaaviones Clase Queen Elizabeth, dándole muy poca oportunidad de defenderse.

 

El Zircon es un misil hipersónico de denegación de área, con la posibilidad de ser disparado desde grandes buques de superficie, submarinos y aviones. El mismo se encuentra en fase de pruebas. La característica más temible de este misil crucero es su velocidad que oscilaría entre Mach 5.0 y Mach 6.0, es decir entre unos 6.174 y 7.409 kilómetros por hora. A esa velocidad la nave atacada tiene muy poco tiempo para reaccionar y destruir al misil. Incluso los sistemas CIWS (Close-in Weapon System o sistema de armamento de proximidad), la última línea de defensa de un buque individual, se verían en gravísimos aprietos en destruir al misil. Si lo lograran la distancia al blanco sería mínima y la inercia de los detritos tan alta que de todos modos le causarían graves daños.

 

La única defensa posible sería mantenerse fuera del radio de acción de los Zircon, que sería de unas 250 millas náuticas, o sea de unos 463 kilómetros. Si se tiene en cuenta que los Clase Queen Elizabeth operarán no la variante F-35B del Joint Strike Fighter el panorama se complica aún más para la Royal Navy. Si además se considera que el Zircon podrá dispararse desde submarinos, la amenaza se torna mayúscula.

 

Muchas veces llega a nuestra administración alguna inquietud en el sentido de si sentimos alguna simpatía por el actual régimen político ruso. Ni la más mínima. Hacemos los análisis comprativos entre el poder militar ruso y el del Reino Unido por ser este último quien retiene en su poder la Islas Malvinas y otros archipiélagos del Atlántico Sur.  

 

 

 

  

Si bien en materia de trascendidos es difícil separar la paja del trigo, se sabe que durante la edición del ejercicio Joint Warrior que está a punto de comenzar frente a las costas de Escocia, la Marina Real del Reino Unido llevará a cabo lo que algunos denominaron como guerra cibernética, aunque la versión oficial habla de guerra de información o guerra informática.

 

En rigor las prácticas que se llevará a cabo serán una suma de diferentes pruebas que tendrán que ver con la guerra cibernética propiamente dicha, con la guerra electrónica, con la informática aplicada a la recopilación y análisis de información y con ensayos de "inteligencia artificial" o "inteligencia computacional", términos amplios y por momentos difusos, a nuestro entender inexactos si no directamente inapropiados.

 

Para explicar lo que sucederá no hay nada mejor que tomar prueba por prueba y explicar a qué categoría pertenece cada uno de los ensayos que se harán.

 

En materia de guerra cibernética se pondrá aprueba la capacidad de las naves británicas de resistir intentos de hackeo y probablemente incluso de seguir operando una vez hackeadas. El hackeo de una nave de guerra parece ser algo muy difícil de llevar a cabo pero hay ejemplos concretos de accesos ilegales exitosos a las mismas.

 

En cuanto a la guerra electrónica, por ejemplo, se efectuarán prácticas de denegación de servicio de GPS en áreas limitadas.

 

En lo concerniente a la informática aplicada a la recopilación y análisis de información se probará la capacidad de las computadoras de recolectar inteligencia de fuente abierta, sumar esa información a información satelital y de otras fuentes y de procesarla para dar resultados aprovechables.

 

En el plano de la "inteligencia artificial" se probará la capacidad de un sistema informático de actuar en forma autónoma para contrarrestar amenazas, respondiendo automáticamente a diferentes tipos de ataques en forma eficaz.

En una entrevista con el medio especializado defensenews.com, la Ejecutivo en jefe de Lockheed Martin declaró que el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump tiene un entendimiento astuto sobre el volumen y la necesidad de abaratar costos. Recordamos que aún antes de asumir Trump embistió contra los costos e incluso la calidad técnica del programa F-35.

 

En febrero el Pentágono y Lockheed Martin llegaron a un acuerdo sobre el décimo lote de aparatos F-35, con el precio por unidad de la variante F-35A cayendo por debajo de 100 millones de dólares por primera vez. Hewson no quiso comentar sobre si cualquier ahorro en los costos eran nuevo, pero la revista digital mencionada arriba hoy publicó otro artículo en el que da cuenta de que el Director de la fijación de precios de defensa del Pentágono, Shay Assad, anunció planes para una revisión importante de los costos del programa.

 

Siempre hemos afirmado que los costos del programa F-35 eran estrafalarios, pero nunca supimos por qué se gastaba tanto dinero. No somos los únicos, en el artículo de hoy se da cuenta de que Assad dice: "Sabemos qué estamos pagando, pero la verdadera pregunta es: ¿cuánto cuesta, y lo más importante, cuánto debería costar?".

 

Pero los costos del programa F-35 no son su único problema, las prestaciones siguen estando muy lejos de las que se espera. Los problemas incluyen dificultades en la integración de armamento, deficiencias en el control del mismo, retrasos en las pruebas de armas, sobrecalentamiento de la cola de los aparatos, retrasos en el desarrollo del software, puntos débiles en la ciberseguridad del sistema, malfuncionamiento del visor del casco y una larga lista de dificultades adicionales. A ello habría que agregar los problemas específicos que presentan las variantes F-35B y F-35C de las que ya hemos dado cuenta a lo largo de otros artículos.

 

Recientemente www.shephardmedia.com publicó el video de una entrevista con el Subjefe del Estado Mayor del Aire del Reino Unido. Si bien resalta la importancia del F-35, en un momento afirma "reconocemos que ni siquiera el F-35 estará en servicio por siempre". La RAF o parte de ella ya está pensando en el después del Joint Strike Fighter.