DURÍSIMA ADVERTENCIA RUSA A POLONIA Y LOS PAÍSES BÁLTICOS
16.04.2025 22:06
Ucrania quiere comprar a Estados Unidos misiles Patriot por quince mil millones de dólares. Donald Trump se muestra poco dispuesto a venderlos. El acuerdo con Kiev por las tierras raras y otros minerales ucranianos no prosperó por la negativa de Zelensky. Los norteamericanos están retirando su apoyo al otrora comediante. Whashington tiene otros problemas: se está preparando para un eventual ataque contra Irán para lo cual ya movilizó otro portaaviones. Eso no es todo, según el Secretario de Defensa de Estados Unidos, China puede hundir todos los portaaviones norteamericanos en tan sólo veinte minutos. Todos los juegos de guerra llevados a cabo por el Pentágono muestran que los misiles hipersónicos del Gigante Asiático harían estragos en la U.S. Navy. Los estadounidenses también pierden aliados. Estos días unos seis aviones de transporte Y-20 chinos aterrizaron en Egipto en menos de 48 horas (fuente: Noticias de Israel). Se desconoce a ciencia cierta qué transportaban, pero es probable que llevaran material militar. China es, también, el otro país rico en las arriba mencionadas tierras raras.
Europa, por su parte, sigue mostrándose dispuesta a prolongar la guerra con Ucrania. Ante la fortificación de la frontera oriental polaca y de algunos movimientos de los Países Bálticos, los rusos advirtieron que responderían con dureza a cualquier agresión a su país o a Bielorrusia, tienen en mente de manera particular su enclave de Kaliningrado, el cual consideran amenazado. Moscú acusa a Francia, el Reino Unido y a Alemania de promover la continuidad del actual conflicto. No sería raro que en las próximas semanas alguna de las instalaciones de importancia estratégica de algunos de estos países se viera perjudicada por algún incidente como el que ocurrió recientemente en el aeropuerto británico de Heathrow (aunque no se probó que hubiera habido una acción externa). El sabotaje y los ataques informáticos se volvieron en armas usuales del arsenal ruso.

Misiles rusos S-300T - Foto: Kremlin.ru - La imagen tiene licencia creativecommons.org/licenses/by/3.0/deed.es
El Viejo Continente se volvió un laboratorio de experimentación del globalismo. Así los británicos están sufriendo oleadas crecientes de inmigración ilegal. El laborista Starmer no hace nada al respecto, pero lo está pagando con fuertes caídas en su nivel de popularidad. El opositor Nigel Farage amenaza con superarlo, al igual que a los conservadores. Lo laboristas no encuentran otra solución que la postergación de algunas elecciones locales y la censura de redes sociales y otros medios. El ejemplo cunde en una Europa que supo ser democrática pero que ahora avanza decididamente sobre la libertad de expresión de sus ciudadanos.