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LA EMPRESA BRITÁNICA BABCOCK CIERRA EL ASTILLERO INGLÉS DE APPLEDORE

05.11.2018 12:41
La empresa multinacional británica Babcock anunció la decisión de cerrar su astillero de Appledore en Devon, en el sudoeste de Inglaterra. En las instalaciones de Appledore se han estado construyendo barcos desde 1855 bajo una variedad de propietarios. Además de buques de guerra el astillero construyó remolcadores, dragas, transbordadores y grandes yates. Construyó los buques de investigación científica HMS Scott, HMS Echo y HMS Enterprise de la Marina Real británica. También fabricó bloques para los portaaviones Clase Queen Elizabeth.
 
Ahora la falta de una estrategia seria para la industria de defensa británica por parte de los últimos gobiernos del Reino Unido dejó al astillero sin trabajo. Gran Bretaña pierde otro activo industrial estratégico.
 
En nuestro artículo del día 2 del corriente mes decíamos: "No sirve gastar un porcentaje alto del producto bruto interno para la defensa, hay que hacerlo con inteligencia. Las inversiones y los gastos deben ser equilibrados... Cuesta creer que Londres esté haciendo las cosas tan mal pero eso es un hecho."
 
La presente noticia podría ser apenas una de las primeras en una larga serie de novedades negativas para los británicos. La falta de planificación y el rojo financiero del sector militar británico están transformando a sus fuerzas armadas y en especial a la Royal Navy en un gigante (ya no tan gigante) de pies de barro.
 
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¿CUÁNTO MÁS RESISTIRÁ EL PRESUPUESTO DE DEFENSA BRITÁNICO ANTES DE DESCONTROLARSE Y PONER EN RIESGO LA DEFENSA Y/O LA ECONOMÍA BRITÁNICAS?

02.11.2018 12:41
 
Según la National Audit Office (NAO - Oficina Nacional de Auditoría) británica, el déficit del presupuesto de defensa británico se encuentra en algún lugar entre los 4.000 y los 20.000 millones de libras. Hace días dábamos cuenta del anuncio por parte del Ministro de Hacienda británico de una partida adicional de 1.000 millones de libras. Doscientas millones de libras serán giradas en el período fiscal 2018/2019 y los restantes 800 millones en el período 2019/2020. Algo más de la mitad de ese dinero irá a cubrir costos adicionales del programa de submarinos SSBN Dreadnought. Todo parece indicar que la partida adicional saldrá del fondo de contingencia previsto para los gastos adicionales que pudieran surgir durante la construcción de los mencionados SSBN. Como bien sabemos los costos de ese tipo de programas británicos siempre se dispararon mucho en los últimos años, claro ejemplo de ello son los submarinos Clase Astute. Por ende los fondos adicionales girados a la Defensa del Reino Unido difícilmente puedan ser considerados genuinos, del fondo de contingencia de los Dreadnought está saliendo dinero para la ciberdefensa y para medios antisubmarinos. Cuando el programa Dreadnought necesite fondos adicionales - y muy probablemente los necesite - parte de esos fondos habrán sido desviados a otras áreas. Habrá que sacar dinero de la galera. El rojo fiscal del sector militar británico podría dispararse y mucho.
 
Los Dreadnought no son el único problemas. Queda pendiente la resolución de los problemas de propulsión de la clase Astute. Londres deberá adquirir más aviones F-35, deberá pagar por la integración de este sistema de armas a la flota (se deberá gastar dinero para que los buques de la flota pueda recibir información desde los F-35 o toda la complejidad de sensores de este sistema de armas tendrá un valor muy relativo) y deberá costear las necesarias mejoras que deban recibir estas aeronaves que están muy lejos de haber alcanzado su madurez operativa. Se están adquiriendo los aviones P-8 Poseidon; se están construyendo las fragatas Tipo 26; la construcción de las fragatas Tipo 31 ni siquiera figuraba en el presupuesto analizado por la NAO al estimarse el rojo defensivo; hay en marcha programas de construcción de blindados; de modernización de misiles y el déficit de personal alcanza niveles alarmantes. Si se decide seguir adelante con el desarrollo del caza de sexta generación, el Tempest, los costos serán siderales (consideramos que las probabilidades de éxito del proyecto son bajísimas). El listado anterior dista mucho de ser exhaustivo.
 
No sirve gastar un porcentaje alto del producto bruto interno para la defensa, hay que hacerlo con inteligencia. Las inversiones y los gastos deben ser equilibrados. La imperiosa necesidad que tienen los británicos de reducir su déficit del sector Defensa no se refleja en los hechos. Nuevamente se comienzan a escuchar voces que alertan que será muy difícil seguir preservando indefinidamente a los buques de asalto anfibio de la Royal Navy si se quiere sanear el presupuesto militar británico. El destino de algunos buques de escolta parece sellado: serán vendidos. Dos gigantescos portaaviones podrían quedar sin escolta suficiente u operando para grupos de tarea estadounidenses. Cuesta creer que Londres esté haciendo las cosas tan mal pero eso es un hecho.
 
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GRAN BRETAÑA Y UN AUMENTO DE PRESUPUESTO QUE DEBILITARÁ AÚN MÁS A SU SECTOR DE DEFENSA

30.10.2018 11:02
 
El Ministro de Hacienda británico, Philip Hammond, acaba de anunciar que el Ministerio de Defensa británico (MoD) recibirá una partida adicional de 1.000 millones de libras, es decir unos 1.275 millones de dólares. A primera vista la noticia es buena para la Defensa británica, en la práctica es todo lo contrario. Hammond remarcó la necesidad de mejorar las capacidades cibernéticas del Reino Unido, de incrementar su capacidad antisubmarina y de proseguir a paso firme con el programa de submarinos SSBN Dreadnought. 
 
Hace apenas algunos días se conoció un informe que da cuenta de la detección de numerosas fallas graves en distintos sistemas informáticos del sector militar británico. Los fallos - que se cuentan por docenas - van desde la falta de un encriptamiento seguro de información que se transmitió por Internet hasta vulnerabilidades de hackeo "in situ", teléfonos celulares y una laptop llevados al extranjero, una laptop con información sensible llevada a reparar, periféricos conectados a computadoras sin previa verificación de la ausencia de malware, etc. En algunos casos la información puesta en riesgo era altamente sensible. Si bien no se dice si la información expuesta efectivamente se filtró o si los fallos fueron detectados antes de ser aprovechados por agencias de espionaje extranjeras, es de público conocimiento que hackers extranjeros atacan activamente los sistemas británicos con el último episodio detectado hace apenas días. En esas circunstancias es difícil pensar que todas las vulnerabilidades pasaran desaprovechadas por la inteligencia extranjera.
 
En cuanto a la determinación de seguir adelante con el programa Dreadnought podemos afirmar que la inyección de una fracción de los 1.000 millones de libras será contraproducente para las finanzas del MoD. Hace apenas unas semanas su continuidad estaba siendo cuestionada. La inyección de fondos manifiesta la determinación de seguir adelante. El monto total que los contribuyentes británicos deberán pagar por el diseño de los nuevos SSBN, será como mínimo de 3.000 millones de libras, y el costo total de diseñar, construir y operar las naves a lo largo de toda su vida útil ascendería a 100 mil millones de libras o más.
 
El rojo fiscal de la Defensa británica ya es sideral y crece. Avanzar con los nuevos submarinos portadores de misiles balísticos implicará reducir las capacidades convencionales. Ya se redujo el número de destructores y fragatas construidos y a construir, ya se vendió un portahelicópteros a Brasil, sigue la probable venta de más fragatas Type 23, hay muchos buques británicos que en lo que va del año aún no navegaron. En este contexto el aumento anunciado por Hammond genera muchísimos más problemas que soluciones. La Marina Real británica sigue navegando sin rumbo y sus dolores de cabeza recién empiezan. 
 

NUEVAMENTE DOS DOCENAS DE F-35 DEBERÁN PERMANECER EN TIERRA, SON DE LA VARIANTE QUE OPERARÁ EL HMS QUEEN ELIZABETH

26.10.2018 10:38
 
Nuevamente unas dos docenas de aviones F-35 de la variante de STOVL (F-35B, la que operará el portaaviones británico HMS Queen Elizabeth) deberán permanecer en tierra por disposición del Pentágono.
 
Durante la investigación que se lleva a cabo por el aparato que se estrelló en tierra en Beaufort, Carolina del Sur, hace un par de semanas, se descubrió que otras dos mangueras que alimentan el motor de estas aeronaves ameritan ser inspeccionadas. La revisión se hará en algunos aparatos con más horas de vuelo de la variante F-35B que es la que por sus características sufre un mayor estrés. Las mangueras a revisar pertenecen al mismo fabricante que la que fue la causal del accidente mencionado arriba.
 
Recordemos que cuando los EE.UU. y otros países decidieron dejar las tres variantes de los F-35 en tierra, los británicos continuaron con las pruebas de vuelo desde el portaaviones HMS Queen Elizabeth. Cinco F-35 ingleses debieron recibir el reemplazo de la manguera que causó el accidente en Carolina del Sur.
 
Hace unos días el Comandante del Queen Elizabeth expresó su deseo de que la Royal Navy tenga 10.000 marinos más. La falta de personal de la Marina Real británica es tan grave que un importante número de sus destructores y fragatas no navegó en lo que va del corriente año. Es obvio que en las actuales circunstancias los portaaviones Clase Queen Elizabeth son fuente de problemas y no una solución. En un conflicto convencional de proporciones serían blancos fáciles. Con escolta insuficiente, con aviones de poca autonomía y dudosa calidad y casi sin armamento para la autodefensa el "día de desastre para la flota" de 1982 podría repetirse en cualquier lugar del mundo.
 
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TARDÍA REACCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA - LOS F-35 PERMANECERÁN EN TIERRA

12.10.2018 09:25
 
Las dudas sobre la verdadera aptitud de los F-35 para volar y cumplir misiones de combate son tantas que dimos cuenta de ellas en la que hoy por hoy y desde hace semanas es nuestra nota de tapa: geoestrategia.webnode.es/news/aviones-f-35-protagonizan-una-seguidilla-de-incidentes-tecnicos/. La habíamos publicado apenas hora antes de que el primer aparato de este tipo se precipitara a tierra en el estado de Carolina del Sur, EE.UU., hecho que ocurrió el mismo día en que un F-35 estadouidense cumplía por primera vez una misión de combate.
 
Ayer finalmente los EE.UU. tomaron la decisión de ordenar la permanencia en tierra de todos los F-35. La decisión comprende a las tres variantes del Joint Strike Fighter y está directamente relacionada con la investigación de las causas del accidente ocurrido en Carolina del Sur. Aparentemente el accidente se habría producido por una válvula defectuosa en una manguera de combustible de este monomotor. Se revisarán las mangueras de los aparatos y los que no tengan problemas volverían a volar en 24 a 48 horas.
 
A la decisión tomada por los estadounidenses por ahora se sumaron Australia e Israel. El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte anunció que sus aparatos no serán retenidos en tierra. El dinero invertido es mucho, las decisiones erróneas a tapar son demasiadas y aparentemente el show debe continuar. Hace rato que no somos los únicos en considerar que los portaaviones Clase Queen Elizabeth son un verdadero despropósito y que se parecen demasiado a blancos flotantes. De gran tamaño, con poco armamento para su autoprotección, sin escolta suficiente y sin aviones adecuados sus oportunidades de supervivencia en un conflicto convencional se verían muy comprometidas.

VULNERABILIDADES DE APLICACIONES WEB: CROSS-SITE REQUEST FORGERY (CSRF ó XSRF)

04.10.2018 07:06
 
 
Lamentablemente muchas veces se considera esta vulnerabilidad como algo del pasado, ya superado. Esa es una forma peligrosa de pensar y puede resultar en perjuicios muy graves para los ususarios de la aplicación web que estamos protegiendo o probando e incluso para el administrador de un sitio web. Un pirata informático persistente o un grupo de atacantes decididos buscarán superar las medidas de protección que hoy por hoy se adoptan. Esas medidas fueron un gran progreso pero menospreciar a un delincuente informático puede resultar caro. 
 
El CSRF es un ataque que engaña a la víctima para que envíe una solicitud maliciosa sin que la misma sepa que lo está haciendo. Hereda y aprovecha la identidad y los privilegios de la víctima para realizar en su nombre algo que la misma no desea hacer. Para la mayoría de los sitios las solicitudes del navegador incluyen automáticamente cualquier credencial asociada con el sitio como, por ejemplo, la cookie de sesión del usuario. Por ende si el usuario está actualmente autenticado en el sitio, en principio el sitio no tendrá forma de distinguir entre la solicitud falsificada enviada por la víctima (sin saber que lo está haciendo) y una solicitud legítima enviada por la misma. Por ejemplo, si recibimos un correo electrónico con el siguiente enlace
 
https://pasajesyboletos.com/ingreso.php?clave=mnbvcxz&repetirclave=mnbvcxz&submit=enviar
 
y cliqueamos en el mientras estamos autenticados en https://pasajesyboletos.com, nuestra clave de acceso será cambiada. ¿Por qué haríamos clic en el enlace? La "ingeniería social" - grotesco eufemismo para la manipulación y el engaño - intentará que lo hagamos.
 
Como vemos el CSRF ataca la funcionalidad de destino que causa un cambio de estado en el servidor: puede cambiar la dirección de correo electrónico o la contraseña de la víctima, borrar alguna información de la misma, comprar algo y hasta transferir dinero en su nombre. A veces es posible almacenar el ataque CSRF en el propio sitio vulnerable. Tales vulnerabilidades se llaman "fallas CSRF almacenadas" y son más riesgosas que las comunes.
 
En otro artículo veremos algunas medidas que se implementan para hacer frente a los ataques descriptos arriba.
 

LOS PORTAAVIONES CLASE QUEEN ELIZABETH SON INSENSATAMENTE GRANDES

02.10.2018 17:52
 
Estos días por primera vez un avión estadounidense F-35 cumplió una misión de combate. La misma fue llevada a cabo por un aparato de la variante de despegue corto y aterrizaje vertical, es decir un F-35B. Aparatos de ese mismo tipo están haciendo estos días las primeras pruebas de aterrizaje y despegue en el portaaviones HMS Queen Elizabeth. La aeronave estadounidense que cumplió una misión de apoyo en Afganistán despegó desde el buque de asalto anfibio USS Essex, nave que tiene un desplazamiento de unas 40.000 toneladas y que cuenta con una buena cantidad de armas para su autoprotección, incluyendo dos tipos de misiles. El Queen Elizabeth desplaza unas 65.000 toneladas y su armamento se reduce a algunos sistemas CIWS Phalanx, algunos cañones de 30 mm y algunas Minigun. Además, como ya lo hicimos notar muchs veces, la escolta que puede proporcionar la Royal Navy a su portaaviones es - al menos de momento - muy modesta y eso se verá agravado cuando entre en servicio (si es que entra) la segunda nave de la clase. A eso se le debe sumar el hecho de que la variante STOVL del F-35, es decir el F-35B, tiene una capacidad de armas y/o autonomía muy limitadas y acaba de ser la primera en sufrir un incidente tan grave que un artefacto terminó estrellándose.
 
En estas circunstancias cabe preguntarse si la decisión de los británicos de construir portaaviones tan grandes fue acertada. La clase que precedió a la Queen Elizabeth - la Invincible - tenía un desplazamiento de unas 22.000 toneladas. Era un tamaño más razonable y el riesgo se repartía entre un mayor número de unidades. La Royal Navy tiene compromisos desde el Ártico hasta Malvinas y la Antártida y desde el Caribe y el Mediterráneo hasta el Mar del Sur de China. ¿No hubiera sido más sensato construir buques de menor tamaño dejando abierta la posibilidad de acrecentar su número?

 

EL F-35B Y LOS RESULTADOS DE LLEVAR LAS COSAS AL EXTREMO

28.09.2018 21:00
 
Lo escribimos en nuestro artículo de ayer: "Las dudas en torno a los F-35 siguen siendo muchas y las demoras en las entregas de algunos paquetes de software están demorando pruebas muy importantes. Eso parece no importar. Tal vez algunos vean el eventual bombardeo de un país devastado por la guerra como un logro. Para nosotros se parece demasiado a un grotesco montaje publicitario". En el mismo artículo dábamos cuenta de una serie de incidentes técnicos protagonizados por estos aparatos en las últimas semanas.
 
El tiempo nos dio la razón extremadamente rápido. Apenas horas después de conocerse la noticia de la primer misión de combate de un F-35B del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos de Norteamérica y la de los primeros aterrizajes de aeronaves F-35B en el portaviones HMS Queen Elizabeth de la Marina Real británica se conoció otra: un F-35B del US Marine Corps se estrelló en Carolina del Sur. El aparato quedó totalmente destruido y se desconoce por el momento el estado de salud del piloto aunque se sabe que logró eyectarse. La celebración por los presuntos logros del F-35 duró poco, no podía ser de otra forma.
 
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AVIONES F-35 PROTAGONIZAN UNA SEGUIDILLA DE INCIDENTES TÉCNICOS

27.09.2018 08:36
 
Mientras se dice que en los próximos días aviones F-35 de los Estados Unidos de Norteamérica podrían volar en misiones de combate en Afganistán, en las últimas semanas hubo varios incidentes técnicos que tuvieron como protagonistas a los mismos.
 
El 22 de agosto uno de estos aparatos sufrió un accidente después de realizar un aterrizaje de emergencia en la base aérea de Eglin en EEUU. Habiendo tenido problemas técnicos durante el vuelo (se desconoce la naturaleza de los mismos) el piloto decidió regresa a la base. Al hacerlo el tren delantero de la aeronave colapsó. No hubo heridos pero se especula que el sistema de Puntería Electro Óptica habría sufrido daños de importancia. 
 
Apenas un día después dos aviones de combate de la Marina estadounidense resultaron dañados durante un ejercicio de reabastecimiento aéreo. Uno de ellos fue un F-35C que recibía combustible de un Súper Hornet F/A-18F sobre la costa de Virginia. Los restos de una canastilla de reabastecimiento aéreo fueron ingeridos por el motor Joint Strike Fighter. El avión sufrió daños por al menos dos millones de dólares.
 
Finalmente el día 24 del presente mes de septiembre otro F-35 aterrizó en el aeropuerto internacional Fresno Yosemite después de declarar una emergencia en el motor. 
 
Las dudas en torno a los F-35 siguen siendo muchas y las demoras en las entregas de algunos paquetes de software están demorando pruebas muy importantes. Eso parece no importar. Tal vez algunos vean el eventual bombardeo de un país devastado por la guerra como un logro. Para nosotros se parece demasiado a un grotesco montaje publicitario. 
 

LA DEFENSA BRITÁNICA ENFRENTA DECISIONES CLAVE

25.09.2018 10:11
 
Los británicos deberán tomar decisiones muy importantes sobre el rumbo que quieran darle a su marina de guerra o la misma se degradará rápidamente. La carencias son muchas. La terminación del segundo portaaviones Clase Queen Elizabeth avanza y el prototipo de la clase pronto comenzará las pruebas con los F-35B. Los F-35 y particularmente el F-35B todavía están lejos de alcanzar la plena madurez operativa, y la variante de despegue corto y aterrizaje vertical tiene sus propias limitaciones en capacidad de cargar armas y en su autonomía. A esto hay que sumarle los problemas con los que deberán ser sus buques de escolta. Los problemas de propulsión de los destructores Type 45 aún no han sido resueltos y tienen otra desventaja adicional: son tan ruidosos que un submarino los puede detectar a 100 millas de distancia. En materia de fragatas por ahora las únicas existentes son las Type 23. Han sido sometidas a constantes modernizaciones y mantenimiento pero también a un uso intensivo. Sus misiles antinavío Harpoon corren el riesgo de ser dados de baja sin reemplazo, hecho particularmente significativo si consideramos que aún no hay un misil antibuque para los F-35. Algunas Type 23 probablemente sean sacrficadas para salvar los buques de asalto anfibio que aún le quedan a la Royal Navy. Por otra parte los submarinos Clase Trafalgar están acercándose a la fecha de su baja definitiva y por una cuestión de diseño los Clase Astute son incapaces de seguir el ritmo de navegación de los Clase Queen Elizabeth y de su escolta; su historial de accidentes echa más dudas sobre sus capacidades reales. Finalmente está el problema de la falta de personal, en especial de personal calificado y experimentado; aunque hubiera más buques en servicio no habría tripulantes suficientes para los mismos.
 
En este contexto las autoridades británicas mantienen por ahora su decisión de construir los SSBN que reemplazarán a la Clase Vanguard, portadora de los misiles balísticos con ojivas nucleares. En ese aspecto (y en muchos otros) las cuentas no cierran y amenzan con echar más tinta roja en los registros financieros del Ministerio de Defensa británico. La decisión más sensata sería la de cancelar el programa pero los intereses en juego son muchos y el dinero ya gastado en el proyecto también. Entre tanto el tiempo corre y los británicos son incapaces siquiera de desmantelar sus submarinos nucleares dados de baja. Casi la mitad de ellos todavía tiene combustible nuclear en sus reactores, son bombas de tiempo esperando el momento de estallar.
 
En un contexto global complejo y multipolar los británicos siguen comportándose como si siguieran siendo la potencia naval que alguna vez fueron. Su presencia se extiende desde el Atlántico Norte hasta Malvinas y la Antártida, desde el Mediterráneo y el Golfo Pérsico hasta el Mar del Sur de China; sus Royal Marines deberán reforzar el frente de Ucrania. Si el Reino Unido no comienza a actuar de manera más realista el hecho de que en algún lugar del mundo su marina de guerra se vea seriamente desbordada podría ser solo una cuestión de tiempo. Parece como si algunos esperaran eso para justificar un mayor gasto militar.  
 
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