Varias veces hemos dicho que la Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, es una fanática, una digna heredera intelectual de la perversa Angela Merkel que comenzó la destrucción de la cultura europea permitiendo el ingreso al territorio de la Unión Europea a una cantidad impresionante de solicitantes de asilo, de los cuales un millón se habría quedado en Alemania. Provenían, entre otros países, de Siria, Irak, Afganistán y Eritrea. La política migratoria de Merkel fue una de las causas principales por la que los británicos se fueron de la UE. Joe Biden aplicaría en su país una política migratoria aún más radical que la de Merkel, abriendo de par en par la frontera sur estadounidense. Volvamos a Baerbock. La joven ministro expresó ayer "estamos librando una guerra contra Rusia", apenas horas después de que el Secretario General de la OTAN afirmara lo contrario. Baerbock es una mujer relacionada al globalista Foro Económico Mundial que se reúne anualmente en Davos, Suiza y que promueve la desintegración de la cultura occidental y cristiana mediante la desintegración de las fronteras de países occidentales y cristianos. Un hombre mató ayer miércoles al sacristán de una iglesia del centro de Algeciras, España, e hirió a otras cuatro personas, entre ellas al sacerdote de otro templo católico. El presunto agresor había acudido antes del ataque a una de las iglesias y discutido con los feligreses a los que manifestó que había que seguir la religión islámica.
Vladimir Putin fue claro a la hora de defender las fronteras de Rusia y la religión cristiana ortodoxa. Se lo presenta como el agresor en el actual conflicto pero eso es simplificar demasiado el tema. El Euromaidán es el nombre dado a una serie de manifestaciones y disturbios que culminaron con el derrocamiento del presidente electo ucraniano Víktor Yanukóvich, líder del prorruso Partido de las Regiones. Los sucesos se desencadenaron en Kiev la noche del 21 de noviembre de 2013, un día después de que el Gobierno de Ucrania hubiera suspendido la firma del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea. Luego vendría la intención de sumar a Ucrania a la Alianza Atlántica (OTAN). Putin interpretó ese proyecto como un peligro para la integridad de su país. Hubo otro tema que enervó a los rusos, el hecho de que los EEUU pusieran en funcionamiento, en Ucrania, de una serie de laboratorios de investigación de armas biológicas. Eso fue confirmado por la subsecretaria de Estado de los EEUU, Victoria Nuland, diciendo que temía que los laboratorios "cayeran en manos rusas". Los EEUU atacaron Irak por la supuesta existencia allí de armas de destrucción masiva - no las había.
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Collin Powell sostiene entre sus dedos el argumento para la invasión estadounidense de Irak
Con el envío de tanques Leopard 2 los alemanes no sólo cruzarán una línea roja trazada por Putin, cruzarán una barrera sicológica. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, carros de combate rusos podrían enfrentarse a tanques alemanes. Paradójicamente esta vez no sería a causa del ultranacionalismo alemán y del comunismo soviético sino a causa del globalismo de la élite de Davos. ¿Los carros de combate alemanes, estadounidenses y franceses serán tripulados por ucranianos? Dado el extensísimo adiestramiento que requiere operarlos individualmente y como parte de unidades militares y dada la alta complejidad del mantenimiento de tanques tan modernos, algunos se atreven a ponerlo en duda. Los tanques podrían ser enviados a Polonia y ahí ser transferidos a fuerzas europeo-norteamericanas que intervendrían directamente en el conflicto. Baerbock fue clara: "estamos librando una guerra contra Rusia" - le declaró la guerra a Putin. De ahí en más sólo nos queda informar y rezar para que todo quede solamente en una expresión arrogante de una suerte de portavoz extraoficial de los globalistas de Davos.
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