Ayer por la mañana arribó a la dársena de la Base Naval Puerto Belgrano la fragata MB "Constituição" de la Marina de Brasil para participar de una nueva edición del ejercicio Fraterno.

 

El ejercicio combinado Fraterno es un adiestramiento de operaciones antisubmarinas, antiaéreas y de superficie con simulación de situaciones de conflicto que realizan anualmente las marinas de guerra de Brasil y Argentina. Se consolidan así la interoperabilidad de ambas armadas y la camaradería de sus miembros. La primera edición del adiestramiento tuvo lugar en el año 1978. El operativo de este año, el "Fraterno XXXIV", tendrá lugar entre los días 31 de octubre y 4 de noviembre en aguas argentinas. 

 

Según lo adelantado por fuentes oficiales de la Armada Argentina, los buques participantes por parte de la misma serán el destructor ARA "Sarandí", la corbeta ARA "Spiro", el submarino ARA "Salta" y el buque logístico ARA "Patagonia", además de helicópteros de la Escuadrilla Aeronaval N°1. Esas mismas unidades tomaron parte en un adiestramiento preparatorio al que se llevará a cabo con la Marina de Brasil. En el "Fraterno XXXIV" se les sumarán más tarde el destructor ARA "Almirante Brown" y la corbeta ARA "Rosales". Así los efectivos de la Armada Argentina tendrán oportunidad de sumar algunas días de navegación ya que en el segundo semestre del año todavía no habían tenido muchas oportunidades de hacerlo.  

 

La fragata clase Niterói MB "Constituição" (clase Vosper Mk 10, según la designación original británica) está armada con misiles antibuque Exocet MM-40, misiles antiaéreos Aspide-2000, un cañón Vickers Mk 8 de 114 mm, dos cañones antiaéreos Bofors Sea Trinity Mk 3 de 40 mm, un lanzador doble de cohetes antisubmarinos Bofors Boroc y tubos lanzatorpedos para torpedos MK-46.

Cuando la semana pasada un grupo de naves rusas "bajaba" desde el Mar del Norte y navegaba a través del Canal de la Mancha con rumbo al Mediterráneo los británicos montaron en torno a ese hecho un verdadero acto de propaganda, no tanto para el público internacional como para el consumo interno. Se habló de ejercicios aeronavales frente a las costas escocesas pero los mismos fueron llevados a cabo por los rusos más cerca de los países nórdicos que del Reino Unido. Llamativamente Francia - cuyas costas también son bañadas por las aguas del Canal (en rigor un mar), no dio muestras de alarma ni de histeria colectiva. Es más, Gran Bretaña debió presionar fuertemente sobre España para que hace apenas horas, uno de los buques auxiliares que acompaña al portaaviones ruso y a su escolta no se reabasteciera en Ceuta.

 

Cuando los buques rusos se acercaban a las aguas del Canal, como de la nada aparecieron dos corbetas rusas en aguas próximas a Portugal que navegaban con rumbo norte. Según insinuaron los británicos esas corbetas harían su aporte para amedrentar o incluso atacar a los británicos. Llamativamente nunca hubo fotos de esas dos naves y el buque que iba a interceptarlas - un destructor tipo 45 - nunca zarpó o al menos no logramos encontrar prueba de ello. La información no provino de agencias noticiosas sino de fuentes ligadas a la Defensa británica. Más aún, ayer fuentes del Ministerio de defensa del Reino Unido dieron a conocer la "noticia" de que en la semana previa a la presencia de la flota rusa en aguas próximas a Gran Bretaña e Irlanda del Norte aviones de guerra rusos habrían entrado dos veces a "espacio aéreo de interés británico" (término por cierto por demás vago). Ambas incursiones habrían sido nocturnas y - muy convenientemente - no hay fotos del hecho.

 

El portaaviones ruso Admiral Kuznetsov se dirige a través del Mediterráneo a Siria. Eso difícilmente lo convierte en una amenaza para los británicos. ¿Por qué entonces tanta alarma en torno al hecho? Gran Bretaña está construyendo dos grandes portaaviones y todavía no tiene aviones para operar desde ellos, excepto por cuatro F-35B. Los gastos generados para la construcción y mantenimiento de esas dos naves son estrafalarios pero así y todo no tienen punto de comparación con los costos y gastos que generará la construcción y operación de los cuatro submarinos que reemplazaran a la clase Vanguard.

 

Gran Bretaña no está haciendo su gasto militar con vistas a mejorar su defensa sino con vistas a mantener la rentabilidad de su industria de la defensa. Las sumas son obscenas y los productos defectuosos. Es necesario convencer al contribuyente británico de la imperiosa necesidad de realizar ese gasto. El miedo extremo siempre fue un instrumento de la propaganda británica, qué mejor que generarlo agigantando la amenaza rusa.

La poderosa flota rusa compuesta por el portaaviones Admiral Kuznetsov, el formidable crucero de 28.000 toneladas Pyotr Velikiy, dos grandes destructores antisubmarinos de la clase Udaloy, un submarino de ataque de propulsión nuclear, otro destructor y naves auxiliares está saliendo del Canal de la Mancha sin que hasta ahora se hayan registrado incidentes. El primero en cruzar el Estrecho o Paso de Calais, al que los británicos denominan Strait of Dover (Estrecho de Dover) fue un remolcador oceánico que presumiblemente forma parte de la flota por si el portaaviones ruso tuviera algún problema de propulsión. El Admiral Kuznetsov va echando una columna de humo oscuro pero navega con total normalidad, lo que contradice algunas versiones británicas previas.

 

Desde el momento en que la flota entró al Canal de la Mancha - llegando así al punto más cercano a las islas del Reino Unido - la Royal Navy está en un estado de alerta máxima, al igual que varios buques de las marinas de guerra de países de la OTAN. Al momento en que estamos cerrando este artículo - ya bien pasado el mediodía en Gran Bretaña - no se han producido novedades.

 

Más allá de que el destino final de la flota rusa sea (según todo lo indica) Siria, la maniobra también constituye una osada - casi irresponsable - demostración de fuerza y un estudio de las capacidades británicas y la capacidad de reacción de las fuerzas del Reino Unido en particular y de la OTAN en general. Quedó puesta en evidencia la falta aviones de vigilancia marítima por parte de los británicos. Fueron la RAF y aviones de vigilancia de otros países europeos los que hicieron y aún hacen el seguimiento aéreo de la flota rusa. Los Poseidon tardarán en llegar y los Nimrod fueron literalmente cortados en rodajas, un grosero error del Reino Unido que envalentona al gobierno ruso.

 

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En una innecesaria e inentendible escalada en su demostración de fuerza, dos corbetas rusas provenientes de la zona marítima próxima a Portugal navegan con rumbo norte hacia el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Hasta ahora no había trascendido que esas dos corbetas se acercarían a la región. Los británicos enviaron la fragata Type 23 HMS Richmond y el destructor Type 45 HMS Duncan a seguir a la flota proveniente del norte mientras que el destructor tipo 45 HMS Dragon se apresta a zarpar para seguir a las dos corbetas provenientes del sur. Además aeronaves de vigilancia de la RAF dan apoyo a las naves de la Marina Real.

 

Si bien los medios de prensa del Reino Unido muestran una cautela extrema a la hora de informar, inferimos que la tensión en los mandos británicos es máxima ante la cercanía de al menos diez buques de guerra rusos. Podríamos comprender una demostración de fuerza de los rusos, pero los hechos están escalando a una innecesaria provocación. Sea cual fuere la razón por la que las dos corbetas arriba mencionadas se encuentran en la zona, lo prudente sería que se alejaran de la misma para no caldear los ánimos. Esperamos que prime la cordura y rogamos una oración por la paz.

 

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Mientras una poderosa flota rusa compuesta por siete naves de superficie y un submarino de ataque de propulsión nuclear se aproxima a Gran Bretaña, la Marina Real británica ya despachó a la zona la fragata Type 23 HMS Richmond, tal como lo habíamos anunciado y podría despachar otra fragata y un destructor para observar los movimientos rusos. Se especula conque también están en alerta medios navales de Noruega, Suecia, Finlandia y los Países Bajos. Asimismo están en alerta aviones de la OTAN, en especial aeronaves Tornado y Typhoon de la RAF.

 

La flota rusa - cuyo destino es Siria - está compuesta por el portaaviones Admiral Kuznetsov, el poderoso crucero de 28.000 toneladas Pyotr Velikiy, dos grandes destructores antisubmarinos de la clase Udaloy (ambos desplazan más de 7.500 toneladas a carga máxima), un submarinos de ataque de propulsión nuclear y naves auxiliares. GEOESTRATEGIA no descarta la presencia de otros submarinos rusos en la zona, de hecho consideramos probable que así sea. La carencia total de aeronaves de vigilancia marítima por parte de Gran Bretaña alienta esa posibilidad.

 

El Admiral Kuznetsov se encuentra realizando adiestramientos con sus aeronaves que están entrenando para efectuar operaciones nocturnas. Versiones creíbles indican que el resto de la flota está haciendo ejercicios con fuego real. Se especula con la posibilidad que la flota rusa se separe de modo que parte de la misma entre al Mediterráneo pasando ya sea por el oeste del Irlanda o por el Mar de Irlanda y parte pasaría por el Canal de la Mancha. De ser así, al menos la isla de Gran Bretaña quedaría virtualmente rodeada por los buques rusos. De todos modos todo eso es por ahora pura conjetura, pero en el caso que así fuere, el control de la flota rusa se haría aún más difícil.

 

A todo esto algunos sectores del poder de los Estados Unidos de Norteamérica estarían amenazando con lanzar un ciberataque contra los rusos. Concretamente el ataque estaría siendo planeado por la CIA y significaría una escalada inútil ya que por ahora los rusos no pasan del plano de las demostraciones de fuerza, excepto en Siria, donde los propios EEUU son los primeros en haberse involucrado y su postura ahí queda por momentos muy poco clara.

 

Es evidente que debe echarse paños fríos sobre este fuerte rebrote de la Guerra fría y buscar de forma urgente la paz justa en Siria. Ni la actitud rusa ni las amenazas estadounidenses contribuyen a ello. Rogamos por que prime la cordura.

 

 

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Desde hace tiempo diversos países europeos buscan estrechar sus vínculos defensivos pero sus planes siempre chocaban con la oposición británica. Desde que los británicos votaron a favor del Brexit Europa busca reflotar esos planes que dejarían al Reino Unido aún más debilitado en el plano militar y quitarían protagonismo a la OTAN.

 

Cuando Rusia recuperó Crimea, el Reino Unido incumplió el compromiso de defender a Ucrania de un eventual ataque ruso, compromiso que asumió a cambio de la renuncia ucraniana a poseer armamento nuclear. El Reino Unido es además el principal socio estadounidense en el plano militar, sociedad que va mucho más allá del marco de la OTAN. Seguramente muchos líderes europeos ven con malos ojos la forma que los EEUU de Norteamérica llevan adelante su guerra contra el terrorismo. Los países más atacados son los países que poseen petróleo y las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo con drones suelen dejar un tendal de víctimas inocentes.

 

La OTAN no es la Unión Europea más los EEUU. Turquía, por ejemplo, forma parte de la OTAN pero no de la Unión Europea. Turquía se acercó a Rusia y si bien algunos jefes de la OTAN miran ese hecho como una posibilidad de que Turquía medie entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte y Rusia, seguramente no todos los líderes europeos tienen una visión tan benévola del acercamientos ruso-turco. Seguramente hay otros factores involucrados en las intenciones europeas, pero eso no cambia los hechos.

 

¿Cómo se relaciona esta situación con la geoestrategia del Atlántico Sur? En estos momento el Reino Unido tiene la flota más débil de su historia, el Ejército Británico no está en mejores condiciones y los británicos votaron por abandonar la Unión Europea, incomprensiblemente la Cancillería argentina tiende a la Corona británica una mano amiga. En lugar de redoblar la presión diplomática llama a los británicos "buenos vecinos". ¿Cómo pueden ser llamados vecinos si el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte están en el hemisferio norte y las Malvinas son argentinas?

 

Criticamos muchísmas cosas del gobierno de Crisina Fernández de Kirchner pero eso no impide que deseemos la continuidad de su embestida diplomática a favor de Malvinas. El actual gobierno haría bien en sacar a Argentina de su crisis económico-financiera (en parte y lentamente lo está haciendo) y paralelamente debería ir dotando a las Fuerzas Armadas argentinas de una capacidad de disuasión creíble, hecho en el que el anterior gobierno falló estrepitosamente. 

 

El camino por la recuperación de Malvinas puede parecer largo. Fuerzas Armadas eficientes y eficaces, con una capacidad disuasiva real y una fuerte presión diplomática ayudarían a acortarlo. La política de seducción de los kelpers (habitantes de origen británico de Malvinas) ya fue intentada y fracasó. Enviar ositos de peluche a los kelpers no sólo es ridículo, es contraproducente. El lenguaje diplomático británico está demasiado ligado al lenguaje militar como para que Argentina use sólo el diplomático. El Poder Ejecutivo Nacional haría bien en recurrir menos a la Cancillería y más a su Ministerio de defensa.

En medio de las crecientes tensiones entre Rusia y la OTAN, la Royal Navy británica debió ser puesta en estado de alerta roja, ante la cercanía de una poderosa escuadra rusa. Una flota rusa compuesta por ocho buques y encabezada por el portaaviones Admiral Kuznetsov se acercará al Reino Unido en su camino a Siria a principios de la próxima semana. El Admiral Kuznetsov es un crucero misilístico pesado fuertemente armado y capaz de transportar y operar hasta 41 aeronaves. Su desplazamiento a carga máxima es de casi 62.000 toneladas.

 

Algunos medios británicos dan cuenta de que la flota rusa realizaría ejercicios frente a las costas de Escocia, aunque no logramos rastrear el ni origen ni la veracidad de dicha versión. El Reino Unido enviará dos buques a "interceptar" la flota, los mismos probablemente serán el destructor Type 45 HMS Duncan (que estaba siendo sometido a reparaciones hasta hace muy poco tiempo) y la fragata Type 23 HMS Richmond. Recordamos que el Reino Unido no tiene de momento aviones de vigilancia marítima. 

 

Este hecho tiene lugar en medio de una rápida escalada de tensión entre Rusia y la OTAN. Rusia acaba de desplazar misiles capaces de portar ojivas nucleares hacia la frontera con Polonia, aunque la verdadera razón detrás de la furia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte parece ser el rol de los rusos en Siria. Rusia también hizo sonar los tambores de guerra poniendo al aire cortos televisivos instando a la población civil a ubicar el refugio más cercano y a verificar la disponibilidad de máscaras de gas, entre otras medidas.

 

Siempre hemos afirmado que Gran Bretaña pagaría un alto precio de sus numerosos desatinos defensivos y los rusos lo están probando. Ocho de sus buques de guerra navegarán muy próximos al Reino Unido crispando los nervios de los encargados de la defensa británica y de la OTAN en general. El Reino Unido, aislado por el voto a favor del Brexit, con su moneda devaluada y con su flota históricamente más débil sólo puede observar las bravatas rusas. Los portaaviones Clase Queen Elizabeth están muy lejos de entran en servicio y Londres está despilfarrando dinero en el programa de submarinos SSBN de la clases Successor y en montar vistosas guerras de robots bélicos. Rogamos porque prime la cordura y todo quede en una mera guerra verbal.

Diversos medios nacionales dan cuenta hoy de un comunicado del Servicio de Hidrografía Naval (SHN), dependiente del Ministerio de Defensa de la República Argentina, que informa que fuerzas militares inglesas notificaron que realizarán ejercicios que incluirán el lanzamiento de misiles desde el 19 y hasta el día 28 de este mes en Malvinas.

 

Nos atrevemos a hacer una corrección al comunicado del Servicio de Hidrografía Naval, de cuyas buenas intenciones no dudamos ya que supo ganarse nuestro respeto. Los ejercicios no lo harán los ingleses sino fuerzas del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, cuya cabeza es la Reina Isabel II, Jefe de todos los Estados de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth). Lo absurdo no es el error del SHN sino el hecho de que la Cancillería argentina tuvo que presentar una protesta ante el Embajador del Reino Unido. ¿Es la misma Cancillería que hace pocos días llegó a un acuerdo (después llamado "declaración conjunta") con la corona británica? Esa es la gratitud que muestran los británicos por sentarse a dialogar, señores.

 

Queda claro que cualquier tipo de diálogo con el Reino Unido es inconducente, máxime el tipo de diálogo que quiere llevar adelante la actual Canciller y sus colaboradores. Despierten y no sueñen, caso contrario se les va a hacer muy difícil afirmar que obran de buena voluntad. Señores de la Cancillería, les pedimos disculpas por el tono de la nota pero comprenderán nuestros sentimientos en estos momentos. ¿Qué hace falta para que comprendan que los británicos no van a mostrar buena voluntad y que sólo les interesa la posición geoestratégicamente inmejorable de los Archipiélagos del Atlántico Sur y sus inestimables recursos naturales?

 

Hace pocos días quien escribe estas líneas escuchaba unas palabras del Jefe de la Royal Navy con respecto a la construcción de los portaaviones Clase Queen Elizabeth. Los llamó "una alternativa diplomática". ¡Esa es la diplomacia del Reino Unido, despierten!

Mucho hemos escrito sobre las falencias técnicas de los actuales submarinos de ataque británicos, tanto en lo referente a los de la Clase Trafalgar como a los de la Clase Astute. Hay, sin embargo, otro factor que genera preocupación no sólo en los mandos británicos sino a nivel general. Un informe conocido estos días dejó totalmente en claro que un accidente ocurrido hace dieciocho meses, del que dimos cuenta en su oportunidad, fue responsabilidad de quienes comandaban el submarino de la Clase Astute involucrado en el hecho.

 

En esa ocasión el submarino engancho las redes de un pesquero y lo arrastró consigo hasta casi hundirse. Gracias al que los tripulantes del pesquero lograron cortar lo que quedaba entero del sistema de  sujeción de las redes, la nave no llegó a hundirse completamente y se evitó que fuera arrastrada completamente bajo la superficie. Los investigadores dejaron constancia de la reticencia de la Marina Real a participar en la investigación del hecho y afirmaron que el accidente (¿merece ser llamado así?) ocurrió debido a la insuficiente planificación del itinerario por parte del equipo de mando del submarino y a su incapacidad para seguir los procedimientos que indican cómo evitar los buque de pesca.

 

El 20 de julio del corriente año informábamos que el submarino de ataque de propulsión nuclear HMS Ambush colisionó contra un buque mercante. El submarino navegaba sumergido, al parecer a profundidad de periscopio, mientras realizaba tareas de adiestramiento. Eso habría violado las normas vigentes, ya que hay quienes afirman que en esa zona solo está permitida la navegación en superficie, pauta que por otra parte dicta el propio sentido común. Según algunos expertos, el problema es que los submarinos británicos suelen navegar cerca o debajo de buques mercantes para disimular su presencia. Lleva a cabo esa maniobra en Gibraltar raya en lo demencial.

 

El Ambush no fue el único submarino británico que chocó en los últimos tiempos. En abril del año pasado el HMS Talent sufrió un accidente que afectó al menos a su torre de mando después de "golpear témpanos" mientras perseguía a una o más naves rusas. Se sabe que el recubrimiento anecoico del submarino sufrió daños y en su momento se especuló que las reparaciones costarían unos 750.000 dólares. Hubo especulaciones de que los daños habrían sido más importantes que la mera pérdida de revestimiento anecoico, pero no estamos en condiciones de confirmarlo y fuentes de la Royal Navy tildaron las versiones en ese sentido de sumamente exageradas. El hecho es que desde entonces no hay noticias sobre el HMS Talent.

 

Ya el prototipo de su clase, el HMS Astute había encallado y permanecido parcialmente expuesto a la vista del público el 22 de octubre de 2010, durante un cambio de personal desde y hacia la costa. La comisión investigadora aseveró que esa maniobra se había hecho sin un plan preconcebido y sin seguir los procedimientos indicados para tales casos.

 

El informe sobre ese incidente afirmaba que a pesar de que las operaciones se habían llevado a cabo en la oscuridad, el radar principal del submarino se encontraba apagado. Además el oficial de guardia no había indicado claramente el lugar donde se realizaría la transferencia de personal en las cartas de navegación. La comisión concluyó que el oficial de guardia no tenía una clara noción del peligro potencial de la maniobra.

 

Los hechos descritos hablan a las claras de los problemas de la Royal Navy en el manejo de las tripulaciones de sus submarinos. La pregunta es si alguien resolverá el problema o si el mecanismo de tiempo de la bomba submarina británica seguirá su cuenta regresiva hasta estallar.

Desde el punto de vista estratégico militar, el comienzo de la construcción del primer submarino SSBN Clase Successor es un desatino total. Un país - del que se presume que no podría repeler una invasión rusa desde el mar ni con sus medios navales ni con su ejército - planea construir cuatro de estas naves a un costo estrafalario. La Roya Navy debe hacer reparaciones y/o modificaciones mayores a la totalidad de sus seis destructores Type 45, debe reemplazar sus fragatas Type 23 y debe adquirir aviones F-35B para sus portaaviones. Además el déficit de tripulantes es tal que hay preocupaciones muy serias sobre cómo se dotará a esos portaaviones de los mismos.

 

Estos día se hizo el primer corte de chapa que da por comenzada la construcción del primer submarino SSBN de la clase Successor. Buena parte de los fondos destinados al proyecto serán recibidos por BAE Systems, empresa que ya construyó los más que problemáticos destructores tipo 45, está construyendo la accidentada Clase Astute de submarinos nucleares de ataque con importantes demoras y costos que exceden mucho lo originalmente previsto y es parte del consorcio que construye el otro gran desatino británico, los dos portaaviones clase Queen Elizabeth.

 

Entre tanto la flota de superficie británica cuenta con apenas 19 buques de escolta, de los cuales más de un tercio no estaría en condiciones de ser desplegados en el corto plazo y de los restantes algunos lo harían con serias dificultades.Si a eso le agregamos el voto británico a favor del Brexit que deja al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte con pocos aliados en el continente europeo, notamos que el desequilibrio de la flota británica ya pasa de mayúsculo a absurdo.