SE RENUEVA LA TENSIÓN POR GIBRALTAR
25.11.2018 08:54
El pasado mes de septiembre un buque de la Guardia Civil española "presenciaba" a corta distancia la salida al mar de un submarino británico de propulsión nuclear de la Clase Trafalgar desde la base británica de Gibraltar. El submarino era escoltado en su partida por una patrullera de la Marina Real británica. Los ingleses aseguran que el buque español no respetó el perímetro de seguridad que se había establecido alrededor del submarino, nave capaz de portar misiles crucero con ojivas nucleares. Tras algunos avisos la patrullera inglesa disparó una bengala de advertencia hacia la nave de la Guardia Civil. El incidente - uno de los tantos que tuvieron lugar en los últimos años en las cercanías de la base - fue el preanuncio de la tensión que se generaría entre España y el Reino Unido por la cuestión Gibraltar en lo que debería ser el acuerdo por el Brexit.
El Gobierno español asegura que hace unos días descubrió cómo alguien, "con nocturnidad y alevosía" había incluido en el texto del Acuerdo de Salida un artículo según el cual, en el futuro, los asuntos sobre Gibraltar se abordarían entre Reino Unido y la Unión Europea, sin hacer ninguna mención a España. Los españoles exigen que cualquier asunto sobre el Peñón sea negociado entre España y el Reino Unido y cualquier acuerdo al respecto deberá contar con la aprobación de España. Amenazaron con vetar la salida de los británicos pero a cambio de una serie de compromisos políticos (sin valor legal) de que se respetará la demanda española de negociar directamente con el Reino Unido, terminaron cediendo. Algunos pintan el cuadro como un empate, para nosotros es claro que los españoles salieron perdiendo y desaprovecharon una oportunidad única de fortalecer su postura. Es más, en lo diplomático Londres cosechó una clara victoria al dejar a los ibéricos titubeando e improvisando soluciones de último momento.
Los antecedentes de incidentes entre buques españoles y británicos en Gibraltar son muchos, el descrito en el primer párrafo es apenas el último y uno de los más serios. Con una pequeña derrota en lo diplomático, Madrid podría verse tentado a multiplicarlos. Ya poco parece importar cuál de las partes tiene la razón, hubo una oportunidad de limar asperezas y se perdió. Si en algún momento la situación en el Estrecho se sale de control, por mínima que fuera la escalada, ambos países tendrán una carga de responsabilidad importante. El la práctica, con el Brexit y puntualmente en el tema Gibraltar, toda Europa salió perdiendo.