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LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - DÉCIMA PARTE: LA BATALLA DE INGLATERRA (continuación)

13.05.2013 15:39

 

Es curioso ver como aún hoy en día muchos historiadores caen en las trampas que la propaganda británica tendió a los alemanes durante la guerra. Muchos de los historiadores son británicos o anglófilos. Algunos de ellos no escriben con el rigor científico que la historia, como ciencia que es, amerita.

 

El primer objetivo de la Luftwaffe en su campaña sobre el Canal de la Mancha no fue la RAF sino la Royal Navy o, al menos, ambas a la vez. La RAF se interponía en el objetivo de destrucción de la Marina Real británica, por eso ella misma se convirtió en blanco de los ataques alemanes. Nosotros mismo hemos escrito en la primera parte del capítulo referente a la Batalla de Inglaterra, que ése es el nombre con que se conoce al intento que hizo la Luftwaffe de ganar la superioridad aérea sobre la RAF (Royal Air Force), con el fin de permitir el cruce del Canal de la Mancha por parte de fuerzas alemanas. Esa es la definición que se le da hoy en día, pero de ningún modo es la más adecuada.

 

Recurrimos nuevamente a un testigo privilegiado de los acontecimientos de esa época, el Coronel Vladimir Vauhnik, quien fue Agregado Militar de la Embajada del Reino de Yugoslavia en Berlín hasta la invasión del reino yugoslavo por parte de los alemanes. En su libro “Nevidna fronta” (El frente invisible – editor: Svobodna Slovenija, 1965) Vauhnik define a las acciones como una: “inédita acción artillera desde el aire, para ablandar las zonas de penetración y aislar unas de otras y - en especial - de la retaguardia.” Según él eso impediría las maniobras de contraataque, en especial por parte de la Royal Navy. Es claro que los objetivos eran varios, no sólo (ni siquiera principalmente) la destrucción de la Real Fuerza Aérea británica.

 

Los objetivos de los alemanes fueron la Royal Navy, los aviones de la RAF, las defensas costeras inglesas frente al Canal de la Mancha, los grandes puertos (en particular el de Londres), los aeródromos militares, las fábricas de aviones y la red de estaciones de radar (Home Chain). Respecto a la red de radares, la misma fue atacada sin convicción y por ende no fue inutilizada. Göring subestimó su importancia, lo cual tuvo graves consecuencias para la Luftwaffe.

LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - DÉCIMA PARTE: LA BATALLA DE INGLATERRA

12.05.2013 16:54

 

La Batalla de Inglaterra es el nombre con que se conoce al intento que hizo la Luftwaffe de ganar la superioridad aérea sobre la RAF (Royal Air Force), con el fin de permitir el cruce del Canal de la Mancha por parte de fuerzas alemanas. Alemania había hecho planes para una invasión a Inglaterra. Esa invasión, que finalmente no se concretó, fue planificada con el nombre de Operación León Marino.

 

El 25 de junio de 1940 Francia, derrotada en el campo de batalla, capituló ante los alemanes, cortando los lazos con sus aliados. Tras la evacuación de las tropas aliadas de Dunkerque, Alemania tenía al occidente de Europa bajo control. La única excepción era el Reino Unido. En el este de Europa los soviéticos todavía no estaban ni listos ni dispuestos a hacer frente a los alemanes. Hitler ofreció a los británicos la paz: Gran Bretaña podía mantener e incluso expandir su imperio, a cambio de que dejara a Hitler las manos libres en Europa. El Führer quería conquistar el este del continente. La oferta fue rechazada.

 

Los alemanes estacionaron parte de sus fuerzas a lo largo de las costas del Atlántico y del Canal de la Mancha, mientras los británicos comenzaban a fortificar sus costas - principalmente las del sur de Inglaterra - para hacer frente a una eventual invasión. El Canal de la Mancha se constituyó en una fenomenal barrera táctica y estratégica. Gran Bretaña trataría de aprovechar esa barrera al máximo, en tanto que los alemanes tratarían de minimizar sus efectos. Dos enemigos se encontraban frente a frente sin posibilidades de atacarse por tierra. Para los británicos eso debía ser un alivio. Habían perdido una parte muy importante de su material pesado en Dunkerque y contaban con apenas unas 25 divisiones, armadas principalmente con armas livianas. 

 

Atravesar el Canal de la Mancha no era tarea sencilla. Por más que en principio se intentó abordar el asunto como si fuera el cruce de un río, la Marina Real británica convertiría cualquier operación en una tarea extremadamente difícil. Antes de intentar invadir el territorio británico había que destruir a la Royal Navy, en especial a la Home Fleet (la parte de la flota estacionada en las islas). Eso sólo podía hacerse mediante submarinos y sobre todo, aviones. Pero el intento de destruir a la Royal Navy o al menos ganar la supremacía aérea que permitiera atravesar el canal sin riesgos excesivos y con apoyo aéreo, suponía neutralizar a la RAF. 

 

La Luftwaffe superaba en número a la RAF y su comandante en jefe, Hermann Göring, estaba bastante seguro de que sus aviadores podían establecer y mantener la supremacía aérea sobre el Canal de la Mancha el tiempo necesario para que pudiera llevarse a cabo el cruce del mismo. El 10 de julio de 1940 la Luftwaffe comenzó a atacar a las fuerzas navales inglesas que se encontraban en el canal.

EL F-35B ES INCAPAZ DE ATERRIZAR VERTICALMENTE EN UN PORTAAVIONES EN CONDICIONES ATMOSFÉRICAS DE CALOR, ALTA HUMEDAD Y BAJA PRESIÓN, AFIRMAN LOS BRITÁNICOS

10.05.2013 09:48

 

La Oficina Nacional de Auditoria británica (National Audit Office o NAO) emitió un informe que pone en evidencia una serie de dificultades en torno al programa de los portaaviones clase Queen Elizabeth y de los aviones F-35B, que formarán parte de su dotación de aeronaves.

 

Según la NAO la gestión del actual ministro de defensa Philip Hammond hizo bien en optar por la variante de despegue corto y aterrizaje vertical del F-35, ya que de ese modo se habría ahorrado una buena suma de dinero, que de otro modo se habría destinado a la transformación de los portaaviones británicos para su adaptación a la operación con aeronaves de despegue y aterrizaje convencionales.

 

Pero la NAO parece entender más de economía que de defensa, ya que señala una serie de deficiencias y dificultades en el programa de portaaviones clase Queen Elizabeth, que ponen en duda la verdadera utilidad de estos portaaviones. Por lo pronto, la propia NAO pone en duda que los portaaviones puedan estar en condiciones plenamente operativas en el año 2020.

 

El organismo de control del gasto, dice que los radares de alerta temprana "Crowsnest", que son necesarios para la seguridad de los portaaviones, no estarán plenamente operativos antes del 2022, tal como ya había adelantado GEOESTRATEGIA hace más de un año.

 

Pero eso no necesariamente es lo peor. La NAO afirma que "el STOVL [por el F-35B] es incapaz de aterrizar verticalmente en un portaaviones en condiciones atmosféricas de calor, alta humedad y baja presión sin tener deshacerse de las cargas pesadas.” Este riesgo fue señalado a los responsables de tomar decisiones, aunque se afirma que se está trabajando en la solución de ese problema y que para el 2020 el mismo estaría resuelto.

 

La NAO advierte que el programa de portaaviones sigue siendo vulnerable a los retrasos y sobrecostos debido a que las fases de mayor riesgo de la construcción y la integración todavía están por venir. En cuanto a los F-35B, el informe también señala que las versiones de producción temprana de los aviones son propensas a tener menos capacidad de lo previsto.

 

Queremos agregar algo más. La variante F-35B tiene menor autonomía y capacidad de carga de armas que la de despegue y aterrizaje convencionales. A eso se suma que hoy en día ya existen misiles antinavío de largo alcance que hacen que esa característica se constituya en una debilidad aún más notoria. Para cuando los portaaviones británicos están en servicio, los F-35B podrían no tener la autonomía y capacidad de cargar armas suficientes para dar cuenta de ellos. Podría ser otro motivo más para que Gran Bretaña se lance a la búsqueda de los tan cuestionados UCAVs (por unmanned combat air vehicle o vehículo aéreo de combate no tripulado).

 

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LAS FUERZAS ARMADAS ARGENTINAS RECIBIRÁN NUEVOS HELICÓPTEROS

09.05.2013 16:36

 

Con fecha de ayer, miércoles 8 de mayo, fue anunciada a través del Boletín Oficial de la República Argentina, la aprobación de un contrato para la compra de 20 helicópteros AB 206, destinados a la Aviación del Ejército Argentino. La operación se inscribe en un memorándum de entendimiento entre el Ministerio de Defensa de la República Italiana y el Ministerio de Defensa de la República Argentina para la Cooperación y Asistencia Técnico Logística en el campo Materiales para la Defensa. Se procedió así a la firma de un contrato con una empresa italiana. Según lo informado por el Ejército Argentino, las mencionadas aeronaves serán destinadas al Escuadrón de Aviación de Exploración y Ataque 602.

 

También se aprobó la adquisición de dos helicópteros Bell 412, uno nuevo y uno de segunda mano, ambos destinados a la Fuerza Aérea Argentina.

 

Por otra parte y después de algo más de 3 años de atraso, el día 19 del pasado mes de abril, arribó a la Base Aeronaval Comandante Espora de la Armada Argentina, el cuarto y último Sikorsky UH-3H Sea King, destinado a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros. Junto con el mismo llegó otro para ser empleado como fuente de repuestos. Los cuatro Sea King en condiciones de vuelo y dos como fuente de repuestos fueron vendidos por los Estados Unidos a un valor casi simbólico y el propósito de la compra fue el de reemplazar a los dos Sea King que se habían perdido en el incendio del rompehielos ARA “Almirante Irízar”. Otros dos de estos aparatos se habían perdido durante el hundimiento del buque polar ARA “Bahía Paraíso”.

 

Estas noticias se dan en el marco de un año electoral en la Argentina y en medio de críticas al gobierno por el grave estado de deterioro de las Fuerzas Armadas. Las adquisiciones no resolverán el estado casi crítico del sector, pero son bienvenidas por quienes seguimos de cerca el estado y accionar de las Fuerzas Armadas argentinas.

LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - NOVENA PARTE: LA BATALLA DEL ATLÁNTICO EN “LOS TIEMPOS FELICES” (continuación)

09.05.2013 07:01

 

El 1 de septiembre de 1935 Dönitz - veterano de la IGM - fue ascendido al grado de Capitán de Navío de la Kriegsmarine. Ese mismo mes recibió el mando de la 1ª flotilla de sumergibles Wediggen, que contaba con tan solo tres unidades. El 1 de enero de 1936 fue nombrado Comandante en Jefe de los submarinos. En enero de 1939 Dönitz fue ascendido al grado de Comodoro y el 10 de octubre, a apenas algo más de un mes de iniciadas las hostilidades, al de Contralmirante.

 

Antes de la Segunda Guerra Mundial, Karl Dönitz había presionado para tratar de lograr que la flota alemana se basara en submarinos. Sabía que los buques de superficie eran muy vulnerables y que la Marina Real británica era mucho más poderosa que Alemania en lo concerniente a sus respectivas flotas de superficie. Su posición era opuesta a la del almirante Erich Raeder, que no comprendió que los acorazados pronto perderían su razón de ser.

 

El 1 de septiembre de 1939 el Comodoro Dönitz contaba con apenas 57 submarinos, de ellos sólo 22 eran oceánicos del tipo VII, que podían operar en el Atlántico. El resto eran mayormente sumergibles costeros y muchos eran muy viejos. Así se lo hizo saber a los altos mandos de la Kriegsmarine. El 3 de septiembre Inglaterra declaraba la guerra a Alemania. La misma había empezado demasiado pronto para la marina alemana que apenas comenzaba un gran plan de construcciones.

 

Los alemanes comprendieron que no podrían enfrentar a la Royal Navy para aniquilarla y que su única oportunidad residía en atacar las comunicaciones comerciales del enemigo, interrumpiendo el suministro de alimentos, petróleo, materias primas y otros. Para eso necesitaban más submarinos. La mayor parte de los recursos dedicados a la construcción de naves de superficie fueron desviados a la construcción masiva de submarinos.

 

En agosto de 1939 sólo 22 sumergibles de la Kriegsmarine podían operar en el Atlántico. Lo aconsejable era mantener 1/3 de los mismos en puerto, 1/3 yendo al teatro de operaciones o volviendo del mismo y el tercio restante en teatro de operaciones. Los alemanes podían tener como mucho 7 submarinos en acción. Eso era totalmente insuficiente.

 

Se incrementó la producción y Dönitz decidió neutralizar la técnica de convoyes con los ataques de las “manadas de lobos”. Cuando un submarino descubría un convoy lo comunicaba por radio a otros en la zona. Los mismos se reunían para atacarlo simultáneamente por la noche.

  

En el año 1941, fueron hundidos por los U-Boote 432 mercantes aliados, sumando más de dos millones de toneladas. Los alemanes perdieron 34 o 35 U-Boote. A pesar de las bajas que sufrió el servicio de U-Boote, la batalla del Atlántico estaba lejos de haber concluido. En invierno de 1941 se producían cada vez más submarinos.

LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - NOVENA PARTE: LA BATALLA DEL ATLÁNTICO EN “LOS TIEMPOS FELICES”

08.05.2013 21:29

 

A partir de junio de 1940, lo alemanes tuvieron a su disposición la extensa costa noruega y, más importante aún, la de Francia. La ocupación de esos países cambió el mapa geopolítico y la situación geoestratégica de forma adversa para Gran Bretaña. Además de alcanzar el interior del Atlántico, los submarinistas alemanes ganaron acceso a las costas africanas. A fines de octubre de 1940 era hundido hasta el 40% de los mercantes que formaban parte de un convoy. Fue la época a la que los submarinistas alemanes denominaron “los tiempos felices”.

 

Ya en el transcurso de la Primera Guerra Mundial el Océano Atlántico fue el espacio donde se combatió en torno al punto más vulnerable del Imperio Británico: sus rutas de suministro marítimas. Como nación insular, Gran Bretaña dependía en gran medida de los suministros que le llegaban por mar. Ante la imposibilidad de superar el predominio de la poderosa Royal Navy en la superficie, Alemania optó por la estrategia de llevar adelante una guerra predominantemente submarina contra los mercantes enemigos.

 

La situación vivida en la IGM se repitió a partir de 1939 en otra gran batalla naval, la Batalla del Atlántico, que se prolongó casi toda la Segunda Guerra Mundial. Por sus características, más que una prolongada batalla, fue casi una guerra dentro de la Guerra. Para los fines de este artículo consideraremos como Batalla del Atlántico a aquella que se combatió en torno a los submarinos alemanes, no considerando las acciones que tuvieron lugar en torno a la flota teutona de superficie. Algunos historiadores incluyen estas últimas operaciones dentro de la misma.

 

En 1934 Hitler anunció el fortalecimiento de la marina de guerra alemana con la anuencia de los británicos, que temían a la URSS. Los ingleses creyeron que el propósito del líder alemán era la revisión del Tratado de Versalles. En junio de 1935 Gran Bretaña y Alemania firmaron un acuerdo que permitía al Führer incrementar el tonelaje de su marina de guerra hasta el 35% del de la Royal Navy y el 45% en el caso de los submarinos. Ese año comenzaron a construirse en Finlandia, por encargo de los alemanes, 14 submarinos tipo Vesikko de 250 toneladas.

 

Cuando finalmente los alemanes comenzaron a planificar la construcción de una flota que pudiera hacer frente a la Marina Real británica, los teutones subestimaron la importancia que estaba adquiriendo la aviación naval y se concentraron en la construcción de acorazados.

 

Pero hubo un hombre que tenía ideas más claras sobre cómo debía ser llevada a cabo la guerra naval contra los británicos. Tal como Yamamoto en Japón predijo con bastante anticipación la importancia que cobrarían los portaaviones, en Alemania Karl Dönitz supo ver la enorme importancia estratégica que adquirirían los submarinos.

LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - OCTAVA PARTE: INVASIÓN ALEMANA DE FRANCIA, BÉLGICA, HOLANDA Y LUXEMBURGO (continuación IV)

08.05.2013 16:58

 

No es la finalidad de este trabajo describir los acontecimientos que tuvieron lugar entre la evacuación de Dunkerque y la rendición de Francia. Lograr esa rendición ya no representó un trabajo difícil para los alemanes, que no sólo habían conquistado Francia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo en apenas seis semanas, sino que también habían infligido un grave golpe a Gran Bretaña y dañado gravemente a las fuerzas libres polacas y checas. El Ejército Británico había perdido la mayor parte de sus armas pesadas, lo que lo dejó incapacitado para la lucha durante mucho tiempo.

 

Las consecuencias de la rendición de Francia fueron muy diversas. Ahora los alemanes dominaban las costas ubicadas al sur del Canal de la Mancha, justo frente a Gran Bretaña. También tenían a su disposición las costas del Golfo de Vizcaya. Éstas últimas fueron aprovechadas para instalar bases de submarinos. En Francia hubo cinco localidades donde se construyeron bases de submarinos.

 

La base de Lorient comenzó su actividad como base de submarinos con la invasión de Francia en el año 1940, en el puerto de pesca. Inicialmente la reparación de los submarinos se efectuaba a cielo abierto, sobre el terreno. A finales del año 1940, la organización TODT creó una célula en Lorient, encargada de buscar un sitio adecuado para construir una base destinada a reparar y aprovisionar a la flota de submarinos del Atlántico. El lugar elegido fue Keroman, en las afueras de Lorient, en una superficie de 20 hectáreas. Keroman constaba de tres edificaciones de hormigón armado. Los trabajos se desarrollaron entre 1941 y 1943.

 

Otra de las bases de los U-Boote estaba ubicada en Brest. Debido a su ubicación estratégica, la Kriegsmarine comenzó a utilizar las instalaciones del puerto de Brest a principios de agosto de 1940. El puerto fue restaurado rápidamente a pleno funcionamiento y en 1941 se convirtió en la base de la 1 ª y 9 ª flotillas de submarinos.

 

La base de submarinos de Saint-Nazaire fue construida entre 1941 y 1942 por trabajadores de la "Organización Todt". Su búnker podía acomodar los grandes sumergibles tipo XXI. Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, Saint-Nazaire era uno de los mayores puertos franceses sobre el Atlántico propiamente dicho. El primer submarino alemán en llegar al puerto de la ciudad fue el U-46 de la 7ª Flotilla de U-Boote. Lo hizo el 29 de septiembre de 1940.

 

La Rochelle fue la base de operaciones de la 3ª Flotilla. El puerto de Burdeos fue utilizado por la Kriegsmarine desde junio de 1940.

EL REINO UNIDO YA CUENTA CON 500 VEHÍCULOS AÉREOS NO TRIPULADOS

07.05.2013 16:21

 

El 1 de mayo informábamos sobre el primer disparo de un arma contra un blanco en Afganistán, efectuado por parte de una aeronave no tripulada controlada remotamente desde una base británica. El disparo en cuestión fue hecho por un sistema de aviones Reaper, operados por pilotos británicos del 13 Escuadrón desde la base RAF Waddington.

 

En el mismo artículo también informábamos que el inicio del control de operaciones desde suelo británico cosechó protestas en el Reino Unido. Uno de los manifestantes calificó como siniestra la posibilidad de que personal militar de su país esté en condiciones de disparar contra personas desconocidas en Afganistán o en otro país desde una base británica simplemente apretando un botón. Otros manifestaron su preocupación por los “daños colaterales”, es decir, bajas civiles inocentes.

 

Ahora la “protesta” proviene del lado atacado, con un cariz muy distinto. Una nueva revista digital jihadista, creada por militantes en Afganistán y Pakistán, habría  hecho un llamamiento a los musulmanes para que busquen la forma de hackear drones (vehículos no tripulados), describiendo eso como una de sus máximas prioridades. La información proviene de un grupo de recopilación y análisis de inteligencia privado, que provee información a cambio de dinero.

 

La mencionada revista, de nombre “Azan”, es comparada con otra revista digital llamada “Inspire”. A “Inspire” se la pretende ligar con el reciente atentado perpetrado durante una maratón en la ciudad de Boston. Según fuentes estadounidenses, los hermanos chechenos que habrían cometido el atentado pudieron haber sido motivados por “Inspire”. Nos hemos tomado el trabajo de analizar la “evidencia” a la que tuvimos acceso, y no pasa de ser una serie de especulaciones bastante infundadas. No decimos que el atentado no hayan sido inspirados por la revista, sí afirmamos que las supuestas pruebas a las que tuvimos acceso no merecen el nombre de pruebas. Aclaramos que estamos decididamente en contra de cualquier tipo de actividad terrorista. A la vez insistimos en que la forma en que es combatido el terrorismo es de moralidad extremadamente dudosa, cuando no abiertamente inmoral. Es nuestra convicción que genera mucho resentimiento.

 

Volvamos a los drones británicos. El Ministerio de Defensa (MoD) y las autoridades militares británicas están buscando la forma de aumentar la cantidad de espacio aéreo disponible para volar los 500 vehículos aéreos no tripulados con que cuenta el Reino Unido. El aumento de los UAVs británicos se encuentra en línea con los planes del MoD para que la tercera parte de la flota de la RAF esté compuesta por aeronaves no tripuladas para el año 2030. Apenas ayer escribimos que el Ministro de Defensa británico expresó que el Reino Unido comprará 48 F-35B, pero que podría reconsiderar los planes de adquisición de los restantes 90. Insinuó que parte de los F-35 podrían ser sustituidos por aviones no tripulados.

 

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LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - OCTAVA PARTE: INVASIÓN ALEMANA DE FRANCIA, BÉLGICA, HOLANDA Y LUXEMBURGO (continuación III)

07.05.2013 06:49

 

El 21 de Mayo se efectuó un contraataque británico. Dos batallones blindados británicos (incluidos 74 tanques Matilda) se lanzaron a la ofensiva contra la 7ª División Panzer de Rommel. Los alemanes los rechazaron con facilidad, pero aún así la acción tuvo algún efecto importante. Los altos mandos alemanes estaban cada vez más preocupados por sus extensas líneas de comunicación.

 

El 22 y de mayo Guderian inició las acciones para destruir a los ejércitos aliados, que se estaban retirando hacia los puertos de Calais, Boulogne y Dunkerque. El 24 de mayo los alemanes tomaron Boulogne y Calais quedó aislado, cerrando aún más el cerco. Los británicos y franceses se replegaban hacia Dunkerque. Antes de la rendición de Bélgica, desde Gran Bretaña se había puesto en marcha la Operación Dynamo, es decir, la evacuación de la mayor cantidad posible de las tropas británicas, francesas y belgas que pudiesen salvarse de la gran bolsa. Con los Stuka hostigando desde el aire y los Panzer listos para el ataque final, las probabilidades de éxito eran remotas.

 

Los altos mandos alemanes, conscientes de lo precario de sus líneas de comunicación, la extenuación de las tripulaciones de los tanques y la necesidad de reparaciones de los mismos, ordenaron la detención de los Panzer. Éstos deberían esperar a la infantería, antes de asaltar Dunkerque. Hoy es fácil comprender que fue un error. Recordemos que en Polonia prevaleció el miedo a la acción enemiga contra los flancos del avance, peligro que se generaba para el atacante con la Blitzkrieg, básicamente por la gran profundidad del avance de los tanques, a lo que se sumaba la dificultad de la infantería de seguirlos en ese avance. Contrariamente a lo que mucha gente suele dar por cierto, la infantería alemana tenía serias carencias de unidades motorizadas y de motorización en general.

 

Cuando el 26 de mayo los Panzer volvieron a ponerse en marcha, las condiciones meteorológicas habían cambiado. Los tanques alemanes se empantanaron a causa de fuertes lluvias, con lo que los aliados ganaron tiempo. Más de 300.000 efectivos, mayormente ingleses y franceses, fueron rescatados. La resistencia de tropas francesas, que lucharon tenazmente hasta que los barcos que acudieron al rescate abandonaran la playa, contribuyó a que así fuera.

GRAN BRETAÑA PODRÍA REEMPLAZAR PARTE DE LOS F-35 QUE PLANEABA COMPRAR POR AVIONES NO TRIPULADOS

06.05.2013 15:30

 

En su reciente visita a los Estados Unidos, el Ministro de Defensa británico, Philip Hammond, mantuvo conversaciones con su par estadounidense Chuck Hagel. Hammond mostró más voluntarismo que realismo, aunque tuvo momentos de lucidez (o de sinceridad) en lo concerniente a la realidad que vive el sector de la defensa de su país.

 

De hecho en los EEUU Hammond habló de las dificultades económicas y financieras de Gran Bretaña y de otros socios europeos de la OTAN. Reafirmó el compromiso británico de ser el principal socio estadounidense dentro de esa organización pero también habló de presionar a otros países europeos a incrementar los gastos de defensa en el largo plazo. A la vez expresó que en el corto plazo esos países deberían hacer un uso más eficiente de los recursos destinados al sector militar, insistiendo en que los mismos deberían ser invertidos de forma tal que incrementen la capacidad de despliegue de la OTAN. Manifestó que Europa debería ser menos dependiente de los EEUU, país que está reorientando sus fuerzas hacia la zona Asia-Pacífico.

 

Por su parte Hagel habló del continuo compromiso del Reino Unido con el programa F-35. Sin embargo, ante los británicos Hammond expresó que el Reino Unido comprará 48 F-35B, pero que podría reconsiderar los planes de adquisición de los restantes 90. Condicionó la compra de esos 90 aparatos a factores tales como la política y el dinero. También insinuó que parte de los F-35 podrían ser sustituidos por aviones no tripulados.

 

Hagel felicitó a su par británico por el mantenimiento constante por parte de de la Royal Navy de su fuerza de disuasión nuclear, basada en submarinos. La decisión de los conservadores, apoyada por muchos laboristas, es la de reemplazar a los submarinos clase Vanguard por una nueva generación de SSBN. La decisión final sobre el reemplazo de los submarinos clase Vanguard  deberá ser tomada recién en el 2016, aunque el actual gobierno ya destinó grandes sumas de dinero para comenzar a diseñar los mismos.

 

El monto total que los contribuyentes británicos deberán pagar por el diseño de los nuevos SSBN si se aprueba su construcción, será de 3.000 millones de libras, y el costo total de diseñar, construir y operar las naves a lo largo de toda su vida útil ascendería a 100 mil millones de libras, es decir a unos 155.310 millones de dólares.

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