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DOCUMENTOS SECRETOS ESTADOUNIDENSES PRUEBAN LA HECATOMBE UCRANIANA
15.04.2023 10:55
Documentos secretos estadounidenses recientemente filtrados revelan la verdad sobre la guerra en Ucrania. Los expertos aseguran que los informes son auténticos pero que fueron deslizados a la opinión pública estadounidense de manera intencional. Hay una verdad para la que la administración Biden necesita preparar al público norteamericano: el conflicto bélico está perdido. Los altos mandos militares ucranianos y el propio gobierno de Zelenski se llenaron los bolsillos con cientos de millones de dólares de los contribuyentes de los EEUU mientras los ucranianos del llano, jóvenes, ancianos y adolescentes; hombres y mujeres sirvieron de carne de cañón para una conflagración cuyo propósito principal fue desintegrar Europa y llenar los abultados bolsillos de los fabricantes de armas de Occidente. No es todo, los norteamericanos saben que las bajas militares ucranianas fueron desproporcionadamente altas, en una relación que iría de 4 ucranianos muertos o heridos por cada ruso, a una de 7 por uno. Es lo que siempre se supo pero lo que la mayoría de los medios masivos occidentales no supo averiguar. Muchos de esos medios mintieron deliberadamente a cambio del dinero del tío George. Los trolls e "influencers" de las redes sociales hicieron el resto y el fanatismo cegó a la opinión pública que apoyó una guerra fratricida sin tener la menor idea de qué se trataba. Se trata de destruir a la Europa occidental y cristiana, aún a la cristiana ortodoxa; se trata de enriquecer a los magnates del Estado Profundo; se trata de destruir los valores. Muchos apoyan al genocida Biden desde una ignorancia que raya en la complicidad. A veces la ingenuidad se convierte en homicida. Claro, Washington y Bruselas seguirán alimentando el fanatismo hasta que caiga el último ucraniano, hasta que los rusos no tengan más remedio que atravesar la frontera polaca y poner rumbo a una Varsovia cuyas autoridad son dementes o corruptas.
Misiles rusos S-300T - Foto: Kremlin.ru - La imagen tiene licencia creativecommons.org/licenses/by/3.0/deed.es
Los documentos estadounidenses también confirman lo que venimos afirmando hace rato: que hay fuerzas especiales de varios países de la OTAN en territorio ucraniano. Altos oficiales de la Alianza dirigen las operaciones desde la retaguardia. Un ataque ruso con un misil Kinzhal acaba de matar a una cantidad importante de ellos en Lviv, bien en el oeste de Ucrania. Los Kinzhal son casi imposibles de detener y según las filtraciones norteamericanas, los ucranianos están a apenas un par de semanas de quedar sin la menor capacidad antiaérea. Kiev ya no tiene municiones para cañones de 155 mm; los tanques occidentales están llegando casi sin proyectiles; los Mig-29 polacos y eslovacos son anticuados y algunos aparentemente llegan saboteados por técnicos rusos que estuvieron en contacto con ellos. La aviación rusa tendrá las cosas fáciles; los paracaidistas rusos y el Grupo Wagner combatirán contra ancianos y mujeres, movilizados a la fuerza.
Estos días Putin ordenó una movilización de urgencia de su Flota del Pacífico que realizará ejercicios intensivos. Occidente empujó al líder ruso a aliarse con China. Ahora que se sabe del pobre estado de las fuerza armadas estadounidenses es difícil pensar en un involucramiento directo en caso de una invasión a Taiwán, la cual no necesariamente ocurrirá. Los chinos hacen demostraciones de fuerza como reacción a las provocaciones estadounidenses pero buscan la victoria política de los opositores taiwaneses más propensos a buscar una salida consensuada al conflicto. No, Xi Jinping no es un santo pero tampoco es estúpido. Los políticos estadounidenses de alto rango desfilan sistemáticamente por Taipei y las bases militares norteamericanas en los países del Indo-Pacífico se multiplican rápidamente, aunque en la práctica no son mucho más que puntos dibujados en un mapa. China no necesita una conquista militar del mundo; el yuan está reemplazando un dólar cuyo desplome es sólo cuestión de tiempo. Con la deuda pública estadounidense y el gasto demencial de la administración Biden, la crisis es ineludible. Desde la China a la India, desde Arabia Saudita hasta Irán, Oriente se cansó de Washington. Así y todo no se podrá culpar a ellos de la grave crisis occidental. Es cierto, el Estado Profundo fomenta la corrupción moral de Occidente y no es fácil luchar contra eso. Sin embargo hay otros responsables; son aquellos que teniendo la oportunidad de hacer algo (al menos un poco) prefieren quedarse cómodamente sentados en sus sillones haciendo nada o casi nada. "Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero porque eres tibio y no frío o caliente, voy a vomitarte de mi boca." Apocalipsis 3, 14-15 (www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana/apocalipsis/3/)
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