Ayer, 10 de mayo, el RFA Fort Victoria sufrió un incendio que fue calificado como menor mientras se encontraba en el puerto de Portland de la isla homónima. El fuego fue extinguido por la tripulación, se dice que sin heridos graves. Esta nave, botada en 1990, es el único buque de reaprovisionamiento de sólidos del Reino Unido disponible para aprovisionar el Grupo de Batalla del portaaviones HMS Queen Elizabeth, que está preparándose para desplegarse al Mar del Sur de China.

 

Si bien se informó que no hubo heridos de gravedad, cuatro tripulantes fueron derivados a un hospital de la zona. Entre las 7:18 y las 7:32 de la mañana fueron llamadas ambulancias y los servicios de bomberos de al menos cuatro cuarteles diferentes. Las ambulancias que se hicieron presentes en el lugar fueron numerosas.

 

RFA Fort Victoria - Foto:POA(Phot) Nathan Dua/MOD- Este archivo tiene licencia de Open Government Licence versión 1.0 (OGL v1.) nationalarchives.gov.uk/doc/open-government-licence/version/1/  (La imagen original fue redimensiosionada)

 

El buque, de algo más de 31.000 toneladas a plena carga, está lleno de municiones, provisiones y combustible que fueron cargados para la larga travesía a la región Asia-Pacífico. También fueron embarcados en el mismo tres helicópteros Merlin.

 

El 6 de septiembre de 1990, mientras el Fort Victoria estaba en el muelle y menos de tres meses después de ser bautizado, una unidad del IRA (Ejército Republicano Irlandés) colocó a bordo dos artefactos explosivos. Después de una advertencia telefónica del propio IRA, una de las bombas explotó, causando grandes daños en el interior de la sala de máquinas, que fue agujereada y posteriormente inundada. 

 

Fuentes: navylookout.com; dorsetecho.co.uk; Wikipedia

 

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El proceso fue lento. Cuando cayó el Muro de Berlín, Occidente relajó sus defensas. Ingenuamente se dio por finalizada la guerra fría, Europa disminuyó su inversión en armamento hasta niveles peligrosos y Norteamérica se concentró en una guerra exagerada contra el terrorismo, olvidándose de los rusos y menospreciando a los chinos. Las empresas estadounidenses descubrieron que la mano de obra china era increíblemente económica y el Gigante Asiático vio crecer su industria con las más diversas instalaciones. Aprovechó eso y empezó a potenciar su crecimiento militar que según algunos analistas fue del 10% anual durante las últimas dos décadas. El poderío militar chino todavía tiene puntos débiles (su capacidad de proyección es todavía bastante limitada) pero alcanza para poner en grave riesgo a Taiwán, a Australia y otro países de la región. De hecho el Comandante entrante de la Flota del Pacífico de la Marina norteamericana, el Almirante John C. Aquilino, advirtió a los legisladores de los riesgos que representa ese crecimiento sin precedentes. El comandante saliente había hecho la misma advertencia. Australia (que fue abiertamente amenazada) y las propias bases estadounidenses en la región están en peligro. 

 

El problema estadounidense empezó bajo la presidencia de Obama, quien descuidó el financiamiento del aparato militar norteamericano. No hay señales de que Biden tenga la intención de revertir eso, como sí procuró hacerlo Donald Trump. La agenda "progresista" va por otro lado. Los problemas de salud de Biden envalentonan aún más a los chinos. Hasta Corea del Norte reanudó el lanzamiento de misiles. China y Rusia estarían proveyéndole asistencia económica.

 

Los chinos construyeron islas artificiales en el Mar del Sur de China y las militarizaron, al igual que dotaron de armas y entrenamiento a una buena parte de su flota pesquera que ya surca por la región y por el mundo sin demasiada oposición. Además de aprovechar su potencial militar, China está aprovechando su capacidad económico-financiera más fuertemente de lo que se suele creer. Abundan las pruebas para cualquiera que quiera investigar el tema. No por último los chinos se volvieron una potencia cibernética que no duda de hacer uso de sus capacidades para lleva a cabo ataques informáticos contra sus enemigos.

 

Los rusos no preocupan menos. Sus demostraciones de poder en el Ártico, en Ucrania y en el Mar negro son importantes. Su presencia mundial también es notoria, siendo Venezuela solo un ejemplo. Si bien Putin sigue firmemente al mando de su entorno, éste es tanto o más agresivo que el mismo autócrata. Las probabilidades de una cambio de rumbo son muy bajas. Pero no son sólo chinos y rusos quienes generan preocupación. Ya mencionamos a Irán y Corea del Norte, habría que sumar a Myanmar y otros países y el complejo entramado entre los mismos. Los Estados Unidos cedieron mucho terreno durante las últimas administraciones de los demócratas y ahora comienzan a pagar el precio. Ya se pelea una guerra en la zona gris y una con todas las letras parece cada vez más cercana.  

 

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Por primera vez en la historia, los Estados Unidos están lidiando con la agresividad de dos potencias nucleares simultáneamente. No sólo eso, con la administración Biden dialogando con los iraníes sobre la reanudación del acuerdo nuclear del 2015, se corre el riesgo de crear una tercera - abiertamente enemiga de los norteamericanos. De hecho Washington advierte a los chinos sobre las consecuencias de un ataque a Taiwán pero no queda claro su compromiso de involucrarse militarmente en caso de una invasión del Gigante Asiático a la isla. Taipei ya expresó esa duda y se prepara para - eventualmente - pelear en soledad. Con Irán enriqueciendo uranio, los israelíes ya está considerando una acción propia, saben que en algunos aspectos quedaron solos, para ellos esperar indefinidamente parece no ser una opción válida.

 

La situación de Rusia es más cercana, más europea y precisamente por eso igualmente dramática. Si bien después de la última escalada Putin retiró parte de sus tropas de la frontera con Ucrania, inmediatamente reforzó su presencia naval en el Mar Negro. Recordemos que hacia allí navegaban dos destructores estadounidenses cuando el autócrata ruso alzó la voz y las naves retrocedieron. Ahora los británicos, con su nueva política de la Gran Bretaña Global, dicen que enviarán dos buques a esas aguas que se volvieron extremadamente peligrosas. Seguramente las dos partes están analizando cuidadosamente los siguientes movimientos. El problema es que muchas veces las guerras estallan por algún mal cálculo o algún suceso imprevisto, no calculado. El riesgo es aún mayor por la falta de un líder claro en los Estados Unidos y por la posibilidad de que chinos y rusos coordinen alguna eventual acción ofensiva. Por otra parte los británicos no son tan fuertes como pretenden y no faltan en Londres quienes están llamando la atención sobre eso. Gran Bretaña puede ser un buen socio de los Estados Unidos pero no puede remplazarlos. Para cuando el grueso de su flota operativa, que está comenzando un despliegue a Asia-Pacífico, llegue a esa región, el Ártico y el Mar del Norte quedarán peligrosamente desprotegidos, probablemente repletos de submarinos rusos. Los ingleses ni siquiera pueden contar con el apoyo incondicional de sus socios de la OTAN cuya cohesión ya no es la que era. El brexit hizo lo suyo, por dar solo un ejemplo.

 

Vladimir Putin fue explícito: quien cruce la "línea roja" recibirán una respuesta "asimétrica, fulminante y dura". No queda totalmente claro cuál es o cuáles son esas líneas rojas; con esa falta de certeza la posibilidad de un error de cálculo se acrecienta. ¿La eventual entrada de dos buques de guerra de la Marina Real británica al Mar Negro implica cruzar la línea roja? ¿Se atreverán los británicos a correr el riesgo de una escalada brutal? ¿Tomarán la decisión ellos solos o consultarán con sus socios norteamericanos? ¿Quién les responderá? ¿Será un respuesta confiable?

 

El mundo está en una situación de inestabilidad casi sin precedentes y Occidente está atomizado y sin un liderazgo claro. También cabe la posibilidad inversa, la falta de unidad está siendo aprovechada por China, Rusia, Irán... Tal vez el muro nunca cayó, tal vez sólo se abrió el telón y empezó a desarrollarse un episodio inusitadamente dramático. Esperemos que no termine en tragedia. Pedimos una oración por la paz.

 

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La salud del Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, es tema serio. Más allá de su política progresista o de izquierda liberal (algunos comienzan a catalogarla simplemente de marxista), sigue siendo el líder del país más poderoso del mundo, al menos del mundo libre. Es altamente improbable que pueda volver a postularse para otro mandato presidencial; es bastante probable que sus problemas cognitivos lo obliguen a renunciar antes de que cumpla el actual - probablemente mucho antes. Su eventual sucesora, Kamala Harris es una mujer hostil y sin la menor experiencia administrativa. Es incapaz de manejar una simple crisis migratoria aunque para ser sinceros, tampoco quiere hacerlo. Al marxismo no le importan las fronteras, le interesa generar el caos para hacerse del poder sin límites.

 

Aún así se espera del presidente Biden cierta coherencia en la política exterior norteamericana - no la hay. Se mostró débil ante Putin y se muestra débil ante los chinos. La guerra comercial con el Gigante Asiático fue un éxito de Trump. Biden quiere atribuirlo a su propia gestión aunque lleva en el poder apenas algo más de cien días. Es más, el mandamás demócrata (o quien realmente mande), está poniendo en riesgo los logros de la administración anterior. En la reciente cumbre climática los chinos prometieron poco y nada (y seguramente no cumplirán ni eso) y se pusieron en ventaja frente a los estadounidenses que prometieron demasiado. Estos últimos cargarán así una desventaja competitiva adicional. Tarde o temprano el desempleo volverá a golpear a las puertas de los hogares de la clase media y de las clases humildes del país del norte. El gasto ya aumenta, igual que los impuestos.

 

La retirada de Afganistán es otro desacierto mayúsculo. En el sitio MilitaryTimes, ayer el Representante por Florida, Michael Waltz, hizo un detallado análisis de las desventajas estratégicas que conlleva una salida tan precipitada. Abandonar el aeropuerto de Bagram dejará a los Estados Unidos sin una base de operaciones aéreas en algún país limítrofe de China. Afganistán también limita con Irán y está cerca de Rusia. A Waltz tampoco se le pasa por alto que Afganistán es un país rico en minerales. El hombre sabe de lo que habla, después de graduarse con honores en el Virginia Military Institute, sirvió en el Ejército de los Estados Unidos durante 24 años, fue un Boina Verde condecorado y el deber lo llevó a Afganistán en varias oportunidades. Ahora siente que el sacrificio de sus camaradas caídos fue en vano.

 

Claro que no toda la culpa es de Biden. Demasiado a menudo el hombre es incapaz de completar una frase larga, se pierde a la mitad de la misma. Algún periodista ya dijo claramente que consideraba la cuestión como un caso de "abuso de mayores". Quien sea que esté manejando la política externa estadounidense está cometiendo errores graves en el momento más inoportuno. Ya no es solamente Taiwán el que considera posible y hasta probable una guerra con China. Los australianos también estiman su propia guerra con los chinos como un hecho posible, bastante factible. En Londres deliran con la Gran Bretaña Global, quieren llenar (o aprovechar) el vacío y están enviando un Grupo de Batalla de portaaviones al Mar del Sur de China. Ni siquiera es un grupo bien preparado; el propio portaaviones HMS Queen Elizabeth tiene sus sistemas de armas de defensa terminal incompletos, al parecer por falta de técnicos especializados (fuente: navylookout.com). Hoy como nunca Occidente está en peligro. Los líderes idóneos y probos no aparecen. La peor agresión a la libertad es la interna y esa es la que más padecemos.

 

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El completo relajamiento de la política migratoria de Joe Biden está creando una crisis humanitaria en la frontera estadounidense. Las fuerzas de seguridad que la controlan están desbordadas. Mencionemos un caso dado a conocer por los escasos medios independientes: en una instalación preparada para recibir 250 niños, fueron alojados 7.000. El 10% de ellos tienen síntomas del coronavirus. Seguramente la mayoría de ellos tiene el virus. Esos menores serán reubicados en diferentes Estados de la Unión. El covid-19 y sus nuevas cepas podrían propagarse sin control. La encargada de manejar el problema, la Vicepresidente Harris, ni siquiera se molestó en visitar la frontera. Le echa la culpa de la catástrofe al expresidente Trump - el descaro es total. Claro que el contrabando de personas no es el único problema, con muchos inmigrantes también cruza la droga. Ya hay gobernadores estatales que se están rebelando pero el gobierno federal quiere imponerse sin importar si tiene autoridad en determinada situación o no. 

 

El esquema se repite a lo largo de todo el país norteamericano. Los tiroteos y disturbios se están volviendo cotidianos. La policía está atada de manos. Los policías que matan en cumplimiento del deber son juzgados por la gente en las calles al grito de "¡Queremos un veredicto de culpable!" y por el propio Joe Biden, mucho antes de que se pronuncien los jurados y los jueces. La división de poderes no es respetada. Muchas veces se esgrime el argumento del antirracismo; es pura hipocresía. La mayor cantidad de los fondos para facilitar el aborto es destinada a instituciones ubicadas en barrios donde los negros son mayoría, eso sí es racismo. Es sólo el comienzo. Podríamos seguir extendiéndonos y mucho.

 

No son solamente los Estados Unidos, el Reino Unido de Gran Bretaña tiene una política migratoria más dura pero en otros aspectos falla tan estrepitosamente como lo hace su antigua colonia del otro lado del Atlántico. El Viernes Santo la comunidad católica polaca que reside en el RU se había reunido para celebrar una ceremonia religiosa. A pesar de que no había ninguna restricción que lo prohibiera, los polacos fueron obligados a vaciar el templo en plena ceremonia. El argumento fue que no se estaba respetando el distanciamiento social. Como el video del episodio llegó a las redes virtuales y se hizo viral, la policía terminó disculpándose. No quedó allí, recientemente un pastor fue arrestado por predicar la mirada bíblica sobre la homosexualidad. No se trata de atacar a los homosexuales pero de ahí a poner preso a alguien porque defiende el orden natural, porque piensa diferente... la Santa Biblia está siendo censurada. Los inmorales nos superaron y nos gobiernan. Somos cómplices. Por comodidad, por miedo o por lo que fuere callamos y consentimos. Estamos hipotecando nuestro futuro o lo que queda de él.

 

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La política migratoria de la administración Biden y su séquito de la izquierda liberal comienza a rendir sus "frutos". Las autoridades están investigando un posible caso de tráfico de personas luego de que la policía encontrara más de 90 adultos, algunos de ellos con síntomas de covid-19, hacinados en una vivienda de Houston, Texas. La gente hallada llevaba bastante tiempo sin comer. Los gastos de tanta migración serán solventados por los impuestos de los estadounidenses, incluido el tributo de los más pobres.

 

Entre tanto el Enviado Climático de Biden, John Kerry, quien habló en varias oportunidades con el Ministro iraní de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif en pleno gobierno de Donald Trump, está siendo atacado por los escasos medios independientes, ahora por una razón muy diferente. Este hombre tenía gran cantidad de acciones en empresas petroleras y de energía renovable. Se deshizo de su participación en empresas de hidrocarburos pero aparentemente no de su participación en las de energías renovables. La jugada fue hecha dentro del marco legal, obviamente no del ético. Ahora se estaría convirtiendo en un asesor de dudosa objetividad ya que ahora Kerry es el encargado oficial de abogar por la energía "verde". 

 

Otra decisión de Joe Biden, la retirada intempestiva de Afganistán, también está teniendo consecuencias preocupantes. Apenas dos semanas antes del retiro definitivo, la detonación de un coche bomba en ese país dejó al menos 27 muertos y decenas de heridos. Desde el anuncio del presidente estadounidense de la partida norteamericana del estado asiático, la violencia recrudeció fuertemente. 

 

Como Washington ya dio claras muestras de debilidad frente a los rusos y los chinos, ahora es Corea del Norte la que se siente envalentonada. En respuesta al discurso de Biden en el que aseguró que trabajará con sus aliados para enfrentar la "seria amenaza que supone Corea del Norte", el régimen de Kim Jong-un amenazó abiertamente a Estado Unidos con una crisis más allá de su control.

 

Entre tanto y en pleno acercamiento estadounidense a los iraníes, un buque espía de la República Islámica de Irán resultó dañado por una mina israelí adherida al casco de la nave. La acción expresa claramente que no todos están dispuestos a mirar de brazos cruzados cómo desde Washington se mina la estabilidad mundial.

 

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Ayer informábamos que algunos Republicanos estaban pidiendo la renuncia de John Kerry - ex Secretario de Estado de Obama y actual Enviado Climático de Biden - por, presuntamente, haber compartido secretos militares israelíes con el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán. Sigue sin saberse a ciencia cierta si la filtración de Kerry existió, cuándo habría tenido lugar ni si la información que habría sido brindada a los iraníes realmente era clasificada. Kerry niega rotundamente todo, la administración Biden da respuestas algo más cautas.

 

En septiembre de 2018 Kerry admitió, que había hablado con el Ministro de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif "tres o cuatro" veces en los meses anteriores, es decir, en pleno gobierno de Donald Trump. Al menos uno de las charlas tuvo lugar después de la decisión de Trump de retirarse del acuerdo nuclear con Irán. Kerry habría aconsejado a los iraníes que esperaran el fin del mandato de Trump con la expectativa de que una administración demócrata ocupara su lugar en el 2020. Todo esto queda, al menos por ahora, probado a medias pero lo cierto es que los israelitas desconfían de este "católico" que apoya el aborto, que está a favor del "matrimonio" homosexual y de un bastante estricto control de armas.

 

Entre tanto nada de esto parece detener el diálogo de la administración Biden con los iraníes por la reanudación del acuerdo nuclear del 2015. El problema es que si los israelíes sintieren que fueron abandonados a su suerte podrían endurecer mucho su postura. ¿Cómo confiar en un país con un presidente con deterioro cognitivo, con una vicepresidente sin experiencia administrativa, con funcionarios tan poco creíbles como John Kerry?

 

Por ahora la administración norteamericana optó por hacerse la distraída. Ayer el FBI allanó el apartamento de Rudy Giuliani, ex abogado personal de Donald Trump y ex alcalde de Nueva York. Fiscales federales los investigan por la posibilidad de que hubiera abogado en favor de algunos empresarios y funcionarios ucranianos ante el gobierno del ex presidente Trump. Cabe aclarar que Giuliani no fue acusado por la fiscalía. Habrá que esperar, tal vez su único delito haya sido el de combatir con dureza y eficacia el crimen neoyorquino y haberse hecho Republicano; tal vez el patriotismo ya no sea considerado una virtud. Cuando se juega con fuego suele haber humo..

 

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Última vez actualizado el 28 de abril a las 15:52 hora argentina

 

La posibilidad de que Irán pueda hacerse de armas nucleares no puede resultarle simpática a nadie. Ni los israelíes ni los estadounidenses huelen a santidad pero sus países son hasta cierto punto predecibles. Bueno, hasta ahora los Estados Unidos de Norteamérica eran predecibles. Con Biden o con quien esté gobernando el país norteamericano la coherencia de la política exterior se está diluyendo. La retirada de las tropas norteamericanas que aún permanecen en Afganistán y la reanudación de las negociaciones de con Irán son muestras muy claras de ello. El medio worldisraelnews.com publicó ayer una nota con un título muy claro: "Opinion: Israel has no choice but to act on its own to stop Iran" (Opinión: Israel no tiene otra opción que actuar por su cuenta para detener a Irán).

 

El retiro de las últimas tropas estadounidenses de Afganistán podría significar un colapso de las fuerzas de seguridad afganas o su corrupción con los consiguientes riesgos de la reanudación de luchas internas y del resurgimiento de grupos extremistas. También implicará cierta pérdida de capacidad de recolección de información de Inteligencia. La administración Biden juzga que son riesgos que puede asumir. Recordemos que Afganistán limita, al oeste, con Irán. Eso es algo que debería tenerse más en cuenta.

 

Según worldisraelnews.com los israelíes fueron informados que su preocupación por la seguridad de la región no tendría ninguna influencia en los planes de Biden y la reanudación del acuerdo nuclear del año 2015 que Donald Trump dio por terminado, al menos de hecho, restableciendo las sanciones contra la República Islámica de Irán. Ahora Irán podría empezar a actuar con mayor libertad. Los israelíes ven en ello un grave peligro y podrían tomar sus propias decisiones unilaterales. La foto que ilustra la nota de opinión es clara: tres aviones de combate vuelan en formación detrás de un avión de abastecimiento aéreo. Joe Biden no está resolviendo un conflicto, está generando uno y ese es potencialmente muy grande. Por ahora Israel recurrió al sabotaje de las plantas nucleares iraníes con virus informáticos y otro medios. La pregunta es hasta cuando podrá - o querrá - actuar así. La opción de un ataque total parece estar ganando nuevos partidarios. Si todavía no se recurrió a la misma es por los inmensos riesgos que implica. 

 

Actualización: no lo hemos publicado en la nota original pero debido a la dimensión que está tomando el escándalo, la misma merece una actualización. Lo más diversos medios de comunicación están informando que algunos Republicanos están pidiendo la renuncia de John Kerry - ex Secretario de Estado de Obama - como Enviado Climático de Biden por, presuntamente, haber compartido secretos militares israelíes con el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán. No se sabe a ciencia cierta cuándo habría tenido lugar el hecho ni si la información que habría sido brindada a los iraníes realmente era clasificada por lo que de momento preferimos no seguir explayándonos. 

 

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La prensa estadounidense ya comienza a afirmar que Joe Biden no es el verdadero líder de su administración. Eso empezó a percibirse muy poco después de su asunción, de hecho incluso antes. Su vicepresidente, Kamala Harris, a quién su propio padre reprendió por atribuir la comisión de lo que al menos en ese momento y en ese lugar era un delito (fumar marihuana) a su condición de jamaiquina, es quien parece tener las riendas. Claro que esta mujer sin experiencia administrativa, que no dudó en recurrir a sus encantos femeninos para escalar posiciones, tampoco es mucho más que una marioneta en manos de la izquierda liberal estadounidense. Voló a Centroamerica a prometer dinero en concepto de "ayuda humanitaria" (vaya a saber qué significa eso) para resolver el problema de los migrantes ilegales. Muchos se preguntan por qué no voló a la frontera a ver el caos que genera el ingreso casi irrestricto de inmigrantes. Las fronteras son necesarias, quien crea que no, que mire su piel, la puerta de su casa, son límites. Bueno, créase o no, sembrar el caos es parte del plan. Destruir la familia, la fe y otros valores, esa es la idea. ¿Parece exagerado? ¿No es eso el marxismo? ¿No es lo que está pasando en buena parte de toda América, incluidos varios países de la del Sur? 

 

No es sólo América, Europa también está en serios problemas. Putin golpea a las puertas de Ucrania y amenaza a diestra y siniestra y obviamente, no encuentra mucha oposición por parte de aquél que tan "valientemente" lo llamó asesino. Por el contrario, en lo peor de la reciente escalada, el ruso levantó la voz y dos poderosos buques de guerra estadounidenses que se dirigían al Mar Negro detuvieron su marcha por miedo a una reacción. Vladimir Putin ganó la pulseada. Los británicos aseguraron que tomarían la posta durante su próximo despliegue al Mar del Sur de China. Afirmaron que dos de sus naves se separarían de la flota y pondrían proa a aguas ahora prohibidas por Rusia. Ahora el despliegue británico al Mar Negro ya fue puesto en duda. Después de todo ellos ya no forman parte de la Unión Europea. Claro, llevándose el grueso de su flota dejan virtualmente desprotegido el Mar del Norte y el Ártico donde hace apenas un mes tres submarinos nucleares rusos perforaron el casquete de hielo simultáneamente. Más que a hielo quebrado sonó a grito de guerra y justo cuando los británicos van a emprender una expedición tan larga y riesgosa. Se olvidaron de proteger sus espaldas.

 

Hoy los más diversos medios de prensa informan del endurecimiento de la postura china en Hong Kong y de acuerdos secretos entre Pekín y Maduro. Así es pero nos preguntamos por qué lo llaman noticia. También se informa que lo chinos obligarán a empleados de empresas a recibir capacitación en materia de espionaje. Hay que aprovechar esos viajes al exterior... Occidente está siendo demolido, a veces desde afuera, a veces desde adentro. A Occidente le faltan líderes, o están acobardados, o confundidos. Es hora de empezar a rezar por ellos, es momento de que despierten.

 

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El comienzo del despliegue del Grupo de Batalla de portaaviones británico a Asia-Pacífico se acerca. Es hora de desnudar las debilidades del mismo. Ya hemos mencionado que en el 2019 el portaaviones HMS Queen Elizabeth debió abandonar las pruebas de mar debido a una filtración de agua que dejó algunos sectores del buque "con el agua hasta el cuello". En marzo del corriente año sufrió una "fuga" en un trayecto desde Portsmouth a Escocia. Los escoltas antiaéreos británicos serán los destructores Type 45 HMS Defender y HMS Diamond. A fines del 2017 el Diamond tuvo que abandonar un despliegue en el Golfo Pérsico que debió durar nueve meses a sólo dos de haber permanecido en la región, probablemente por problemas de propulsión. En el 2018 habría tenido otra falla similar. El ex Director de capacidad operacional del Ministerio de defensa del Reino Unido, el Contraalmirante Chris Parry, afirmó que bajo el agua los Tipo 45 suenan como "una caja de llaves para tuercas". También serán de la partida dos fragatas Type 23, dos buques de la Real Flota Auxiliar y un submarino de la problemática Clase Astute. Los Clase Astute tienen un largo historial de percances de todo tipo, desde una encalladura hasta una colisión con un buque mercante. La fragata holandesa y el destructor estadounidense que serán de la partida podrían separarse del grupo para cumplir con los intereses de sus propias naciones.

 

Una de las cuestiones que parece preocupar a los británicos es algún eventual problema técnico en el QE, por su tamaño son pocos los puertos a los largo del trayecto en lo que podría recalar en caso de algún problema técnico grave. 

 

El Grupo de Batalla deberá atravesar diversos estrechos y canales, incluido el Canal de Suez, que hace apenas algo más de un mes quedó bloqueado durante seis días por el buque mercante Ever Given. Atravesar el Mar del Sur de China hacia Japón tendrá sus propios peligros. China se muestra cada vez más hostil pero tiene fuertes intereses económicos y comerciales que suavizan apenas un poco su agresividad cuando se trata de los Estados Unidos. Un grupo de batalla británico podría sufrir algún tipo de hostigamiento con menos consecuencias diplomáticas y comerciales que un grupo estadounidense. Hay un dato que no debería pasar desapercibido: hace apenas tres días, el 23 de abril, los chinos botaron un buque-muelle de aterrizaje para helicópteros (LHD), un destructor furtivo de misiles guiados Tipo 055 (de 13.000 toneladas) y un submarino de misiles balísticos Clase Jin, todos el mismo día. Aún no mencionamos que tras la última demostración de fuerza rusa, Europa quedó con los nervios crispados y que con el alejamiento del grueso de la flota británica, el Mar del Norte y el Ártico podrían convertirse en un verdadero hervidero de submarinos rusos que ya navegan por la zona a sus anchas. Como se puede percibir con claridad, la Royal Navy está por emprender una especie de aventura militar en la que los riesgos serán la norma, no la excepción. Queda flotando en el aire la pregunta acerca de la sensatez de este despliegue.

 

Fuentes: Navy Lookout; The Sun; ukdefencejournal.org.uk; Wikipedia; navalnews.com y archivo de GEOESTRATEGIA

 

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